El Atlético gana con lo mínimo al Marbella y ya está en octavos de la Copa

Con la sensación de seguir de vacaciones afrontó el Atlético de Madrid su compromiso de dieciseisavos de final de Copa del Rey ante el Marbella. Ni el hecho de que Simeone saliera con su 11 de gala, a excepción de Oblak y Giménez, hizo que el equipo rojiblanco mostrara una gran versión en La Rosaleda. Hizo lo mínimo para ganar 0-1 y plantarse en octavos.

Está siendo la tónica habitual de los colchoneros en la competición del KO. Tiene la parroquia rojiblanca mucha ilusión depositada en este torneo, que lleva más de 10 años sin ganar, pero las actuaciones de su equipo están dejando que desear por mucho que siga avanzando rondas, que al final es lo que cuenta. No sufrió el Atlético para ganar el encuentro, pero ni mucho menos brilló.

Los primeros minutos del partidos estuvieron marcados por una duda que surgió en La Rosaleda y también a muchos aficionados que siguieron el partido por televisión: «¿dónde está Simeone?». Esa era la pregunta que más se escucho toda vez que en el área técnica había aparecido Nelson Vivas, segundo entrenador.

La respuesta es que Simeone estaba en un palco del estadio del Málaga porque fue expulsado ante el Cacereño. Las cosas en el fútbol van muy rápido y todo se olvida en seguida, pero las sanciones quedan ahí y hay que cumplirlas. Así que eso era lo que más daba que hablar en unos primeros compases en los que el Atlético fue protagonista y quiso hacer cuanto antes el primer tanto.

Griezmann abrió la lata

A los 15 minutos de juego, los colchoneros lograron el objetivo que se habían propuesto y un buen disparo de Giuliano Simeone que rechazó Dani Martín lo cazó Griezmann para adelantar a los suyos e intentar vivir una noche más plácida a las que vivió ante el Vic y el Cacereño. Por sensaciones lo fue, pero el marcador dejó con vida al Marbella en todo momento.

Fue marcar el francés y se acabó la historia. En la primera parte apenas hubo más ocasiones, todo tiros tímidos que no ponían en apuros al meta marbellí mientras que no había noticias de Musso, que se ha adueñado de esta competición para dar descanso a Jan Oblak. El lleno de La Rosaleda, con las 30.000 butacas vendidas, estaba viendo un partido con emoción pero sin apenas fútbol.

Mismo guion hubo en la segunda parte. Por mucho que el marcador fuese corto, el Atlético de Madrid no sufrió en ningún momento, raro viniendo de los colchoneros, pero es que el Marbella apenas generó peligro. El mítico Callejón era el único que generaba algo de inquietud, pero estuvo bien controlado por Le Normand y Lenglet.

De hecho, quien más cerca estuvo de hacer otro tanto fue el equipo de Simeone. Primero Correa con un fallo inexplicable y en el descuento Sorloth con otro error complicado de entender impidieron aumentar diferencias. El que lo hizo fue De Paul, pero quedó invalidado por mano. Daba igual, era un partido destinado a que lo ganara el Atleti 0-1. Ese 'unocerismo' que tanto gusta al Cholo y que le vale para seguir soñando con la Copa.