El madridismo invade la orilla del Támesis

Cristiano Ronaldo ganó la Décima en Portugal. Bale la Duodécima en Gales. Benzema la Decimocuarta en Francia. Y Bellingham es inglés y juega la final en Inglaterra. Parece que la UEFA diseñó un plan a su medida para finalizar esta Champions y que los blancos ocuparan el centro de Londres.

A la orilla del Támesis, en los bajos del London Eye, la afición del Real Madrid se iba concentrando para aguantar los nervios antes de la final. En compañía la espera se pasa mejor y se ameniza con los Beatles de fondo. No con cualquier tema, sino con el Hey Jude que se ha convertido en himno del madridismo.

Se juntan los que tienen entrada para la final y los que no. Un grupo de cuatro amigos llevan años viajando al destino el fin de semana de la final, tengan o no sitio en el estadio. Esta vez se quedaron sin asientos pero no les impide acudir a la fan zone para disfrutar con el resto. Ya tienen su billete sacado para Múnich el año que viene y su apartamento reservado. Confían en Mbappé aunque irán juegue quien juegue.

Después de comer la gran mayoría tomarán rumbo a Wembley. Una hora de camino y de jolgorio en un metro de Londres que ya por la mañana daba muestras de lo que esperaba el día. El 'Cómo no te voy a querer' sonaba una y otra vez en los vagones mientras los oriundos dejaban escapar una sonrisa. «¡Hala Madrid!», decía alguno. Otros se refugiaban en sus cascos intentando aislarse. Lo tenían complicado porque la afición blanca ha tomado Londres con ganas de llevarse la 15ª a casa. Ninguna Champions se ganó en Londres y esta puede ser la primera.