Real Madrid 4-0 Espanyol
El Madrid conquista la Liga a la primera oportunidad y convierte el Santiago Bernabéu en una fiesta
El dominio en el campeonato de los blancos se certificó sin retrasos, con actuaciones destacadas de Rodrygo y Ceballos y la guinda de Vinicius y Benzema
Luego de que Nadal recibiera el fervor del madridismo en el saque de honor y del minuto de silencio por Freddy Rincón, el Madrid atípico preCity y proLiga se encaramó en los tres cuartos como para ver mejor el partido, asomado al balcón, la procesión de la 35º. Y ahí empezó a encontrar huecos, pasillos versallescos, en realidad. Mariano se entretenía en el chut, como deslumbrado por la luz de un campo de fútbol.
El Madrid entre líneas
Se metía el Madrid en las líneas de un Espanyol tranquilo. Parecía vivir el Madrid en la línea de fondo. El palo le sacó a Mariano un remate de cabeza tras una bombita en diagonal de Ceballos. Era Raúl de Tomás el protagonista españolista. Estaban los pericos como jugando sin centrocampismo, echando balones por encima de la tapia para ver si los cazaba RDT o Darder en sus tres cuartos.
Estaba un Modric adelantado en el empeño de hacer de Mariano un goleador
Se equivocó Lucas en una conducción peligrosa en los medios que enfadaba a Ancelotti. Y con razón: después de esto RDT lo probaba desde lejos con Courtois. Estaba un Modric adelantado en el empeño de hacer de Mariano un goleador cuyo buen remate a un mejor pase se marchó más allá de la escuadra de Diego López.
Le dejaba jugar el local al visitante. Pedía Carletto intensidad. Ceballos daba vueltas como un patinador con los calcetines bajos que parecían calentadores. El público le aplaudía y él se animaba en el caracoleo y en la defensa. Vallejo se aventuraba en el círculo central. Marcelo y Rodrygo, Rodrygo y Marcelo. Aguantó el veterano que la metió entre un bosque de piernas para la carrera de su compatriota que marcó el primero con un golpeo preciso, inteligente.
Rodrygo, el prodigio rematador
Algo sencillo y bonito. Importantísimo. Es un jugador de goles importantes el joven delantero. Un tesoro para el Madrid. Mariano recortó en una avanzadilla a punto de apostarse para disparar. Estaba Mariano protagonizándose en la presión. Una de ellas la volvió a aprovechar Rodrygo al filo del descanso, el prodigio rematador que engañó a Diego y que iba grabando en el trofeo de Liga el nombre de un Madrid lanzado para no elucubrar ni un ápice.
Ceballos deleitó con un caño andaluz, una cosa maestrante
Se hizo daño Marcelo en un ojo y los oftalmólogos Modric y Lucas le atendieron solícitos. El partido era una espera. Se disputaba en la siesta primaveral. Camavinga robó y el Madrid cabalgó para poner el 3 a 0 con gol de Asensio en carrera por la derecha. Ceballos deleitó con un caño andaluz, una cosa maestrante, y Ancelotti removió el banquillo. Se fue Modric, pero salió Benzema.
Ceballos y el 'moonwalker'
Estaba el partido para los detalles. Ceballos hacía el moonwalker con sombrero y todo en cada oportunidad. Benzema aparecía con tiento y con recorte para Isco, que marcó casi desde el penalti, pero el árbitro lo anuló tras comprobación en el monitor porque Rodrygo impedía ver a Diego López. Había salido Benzema para marcar a pase de Vinicius. Había salido Benzema, y Vinicius, para poner la guinda de la fiesta por una Liga 35 caída a plomo.
Ficha técnica:
Espanyol 0: Diego López; Aleix Vidal, Calero, Sergi, Cabrera; Melendo, Herrera (Mérida, m. 75), Darder, Vilhena (Morlanes, m. 64); Raúl de Tomás (Wu Lei, m. 64), Puado.
Goles: 1-0 (Rodrygo, m. 33). 2-0 (Rodrygo, m. 43). 3-0 (Asensio, m. 55). 4-0 (Benzema, m. 81).