Al Real Madrid le molesta mucho la Liga y pierde sin alma en San Sebastián

Al Real Madrid la Liga le molesta mucho. Muchísimo. Se le está haciendo muy larga y aún quedan cinco jornadas. El equipo blanco está ya a 14 puntos (quedan 15 en juego) del Barcelona tras caer en San Sebastián ante la Real Sociedad (2-0). Este miércoles puede perder la intrascendente segunda plaza –todo un título para el Atlético– y la situación en Liga a buen seguro irá a peor.

Con la final de Copa el próximo sábado y la ida de semifinales de Champions en una semana, ir ahora a San Sebastián era una gran molestia. No pintaba nada a nivel competitivo en el exigente calendario del Madrid. El problema del equipo de Ancelotti es que a veces ni compite. Su imagen liguera se diluye sin fin. Da igual, es un torneo que ya hasta cansa jugarlo.

El partido en Anoeta fue trepidante desde el inicio. Y eso que el Madrid ya no se juega nada, aunque últimamente a domicilio repite guiones en Liga: sale muy bien, tiene ocasiones y acaba recibiendo el primer gol. Así fue en Anoeta ante el éxtasis de una Real Sociedad que ve ya de cerca jugar la próxima Champions.

Remiro, portero vasco, sacó dos buenas manos, una primero a disparo seco de Tchouaméni y otra a un portentoso cabezazo de Militao, que después de igual forma mandó otro pegado al palo. No fue un dominio del Madrid porque enfrente tuvo a una valiente Real Sociedad que se estrelló ante el palo (Zubimendi) y ante Courtois, que con el pie hizo un paradón a David Silva.

En la alineación de Ancelotti estuvo Mariano. Sí, Mariano, ese delantero que hace años pensamos que iba a ser el '9' del futuro. Ahora queda para ser un fijo en el banquillo que apenas juega minutos y de repente es titular. Verle en el once inicial fue como decir que el partido poco importaba. Carletto le acabó quitando al inicio de la segunda parte, justo después del gol vasco.

Grave error de Militao

La desconexión de Militao en Liga es curiosa. Ya le pasó en Gerona y una semana después lo repitió en San Sebastián. Nada más salir de vestuarios tras el descanso y a la mínima que le presionó Sorloth se puso en su área a regatear y llegó a un punto que no sabía que hacer. Y a lo que recurrió fue a mandar el balón en forma de zambombazo a Courtois a un metro de la portería. Ese balón le cogió Kubo, que remató a placer. Un fallo de Militao enorme. Un regalo que decide un partido.

El Madrid salió muy nervioso de vestuarios. Nada salió. Y encima expulsaron a Carvajal en una de esas acciones que dejan a nuestra Liga a la altura del surrealismo. Qué arbitraje estamos sufriendo en nuestro fútbol, el peor que recordamos. El nivel es muy pobre.

Al lateral madridista el árbitro Pulido Santana primero le sacó una amarilla por hablar (en España ni se puede gesticular) y la segunda se la sacó por una falta en la que primero toca el balón y además en que el árbitro negó que fuera amarilla y a los 15 segundos –a saber qué ocurrió– cambió de criterio y enseñó la roja.

El encuentro en Anoeta quedó sentenciado con una jugada que fue el perfecto ejemplo de este Madrid liguero. Para defender una jugada ya no había ni lateral sin Carvajal ni había orden y Barrenetxea cogió el balón, entró al área y con un fuerte disparo puso el 2-0. La segunda parte fue un desastre del Madrid.

Enésimo partido de un equipo al que le molesta la Liga, que no quiere jugarla y de la que se va ya a 14 puntos del Barcelona. Es un martirio jugar este torneo para los de Ancelotti. Si en la próxima jornada (dentro de diez días) el Barcelona gana su partido (derbi ante el Espanyol) ya los de Xavi serán campeones.