Nueve partidos cambiados con plazos menores a diez días: el caos de la Liga y cómo descuida a los aficionados

Sale un horario para el partido de tu equipo en fin de semana y te organizas en función de ello. Tanto si vas a ir al estadio, planeando viajes, horarios de transporte y cualquier cosa, como simplemente para estructurar el calendario mejor y posponer o adelantar planes con el fin de ver a tu equipo tranquilamente. Y luego llega la Liga y, con pocas horas de antelación, cambian el horario del choque, lo mueven a otro día y todos esos planes e ideas previas son en vano. Esto, que no debería pasar, o al menos limitarlo lo máximo posible, viene siendo frecuente en la liga española.

A raíz de los cuartos de final de copa, cinco partidos, es decir, media jornada, han visto modificados sus horarios. Obviamente no se podía saber con antelación qué equipos se clasificarían, pero son modificaciones bruscas del calendario que afectan a miles de aficionados. Las Palmas - Real Madrid se iba a disputar el domingo 28 a las 18:30, pero finalmente será el sábado 27 a las 16:15. El caso contrario para el partido entre Sevilla y Osasuna: se iba a disputar el sábado pero ahora será el domingo.

Ambos encuentros suponen, además, viajes kilométricos para las aficiones visitantes, no son ante rivales cercanos. Si alguien tenía pensado viajar para ver a su club, ahora deberá replantearse todo el plan.

Además de esos dos partidos, el campeonato ha cambiado el horario de Atlético-Valencia y el Cádiz-Athletic del domingo 28 de enero. El duelo entre colchoneros y valencianistas se retrasa de las 16:15 a las 21:00. El de gaditanos y bilbaínos toma el camino contrario: en vez de a las 21:00, se disputará a las 16:15.

El Barcelona-Osasuna, aplazado en su día por la disputa de la Supercopa de España, también ha visto modificado su horario. Al cambiar el Sevilla-Osasuna al domingo, ya no se puede jugar el martes. La solución adaptada por la organización es pasarlo al miércoles 31 de enero a las 19:00, una hora complicada para los aficionados debido a que se trata de un día laborable.

Hace unos pocos días, se cambió también el horario del partido entre el Granada y el Atlético Madrid. De estar previsto un sábado a las 16:15 a un lunes a las 21. El Villarreal - Mallorca tomó el camino inverso, de lunes a sábado. Y a última hora otros dos partidos más se han visto afectados para la jornada 23: Osasuna - Celta y Granada - Las Palmas han intercambiado sus horarios; de sábado a domingo y viceversa. Todo un caos.

Es todo esto una chapuza que no es la primera vez que ocurre. Bien es verdad que los horarios están pendientes al sumarse competiciones (en este caso la Copa), pero se debe tener una previsión para estas cosas. Que el Barcelona por poner un ejemplo, pudiera estar en la ronda de cuartos de Copa era previsible. No echaremos aquí la culpa a un organismo (o Liga o RFEF) en su guerra del fútbol español. La culpa es de los dos sin pensar en el aficionado.