Un año de la lesión de Alaba: el calvario que ha vivido para cumplir su objetivo de jugar de nuevo al fútbol

El 17 de diciembre de 2023, en el partido entre el Real Madrid y el Villarreal disputado en el Bernabéu, la rodilla de David Alaba dijo basta. El defensa austríaco tuvo que abandonar el terreno de juego pasada la media hora de encuentro y en el madridismo se temían lo peor. Era una sensación que ya habían vivido con Courtois y Militao y empezaron a asumir que el '4' blanco había dicho adiós a su temporada.

Las pruebas confirmaron los peores presagios. Alaba se había roto el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y la defensa del Real Madrid se quedó en cuadro. Rüdiger y Nacho eran los únicos centrales sanos en el conjunto blanco y a Carlo Ancelotti le tocó recomponer el esquema.

Los primeros pronósticos hacían indicar que Alaba iba a estar listo para la pretemporada blanca en Estados Unidos. Sin embargo, todo se complicó bastante cuando se supo que el austríaco tenía el cartílago reducido, algo que le provocó muchísimo dolor y una preocupante rozadura en los huesos de su rodilla. En definitiva, su lesión era bastante más grave de lo que se había previsto en un principio.

Esa complicación llevó a David Alaba a buscar otro tipo de soluciones. Los plazos de recuperación se habían alargado y esa reducción de cartílago le impedía hacer vida normal sin sentir dolor. En el Real Madrid empezaron a asumir que no iban a poder contar con el central austríaco hasta 2025 y Ancelotti iba a tener que hacer encaje de bolillos para tener una defensa lo suficientemente competitiva. Porque cabe recordar que en todo este tiempo, Militao se volvió a romper el cruzado y dejó a Rüdiger como único central sano.

Los días seguían pasando y nadie en los servicios médicos del club blanco se atrevía a dar una fecha de vuelta. La mejor decisión era esperar a ver cómo evolucionaba el futbolista, no adelantar acontecimientos y apoyar al jugador en su proceso de recuperación. El factor psicológico se torna en vital cuando se producen lesiones de este tipo y no todos consiguen superarlo.

Alaba llegó a asumir que no iba a volver a jugar al fútbol al más alto nivel. La recuperación se había convertido en un auténtico calvario. Sin embargo, el austríaco se fue sintiendo mejor con el tiempo y, poco a poco, empezó a tocar balón sobre el césped de la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Había empezado a ver la luz al final del túnel y su vuelta estaba cada vez más cerca.

Ancelotti confirmó el 6 de diciembre en rueda de prensa que Alaba iba a estar de vuelta en 2025, lo cual provocó una gran alegría entre los seguidores madridistas. La rodilla del central austríaco había mejorado, pero existía la duda de cómo iba a volver. A fin de cuentas, Alaba está cerca de cumplir 33 años y no siempre es fácil regresar al máximo nivel cuando un futbolista supera la treintena.

De esta forma, Alaba podría reaparecer en enero. Es decir, 13 meses después de esa fatídica noche de diciembre del 2023 en el que la rodilla del austríaco se rompió y en la que el Bernabéu se quedó helado. El '4' madridista tiene motivos para sentirse orgulloso. Porque ha superado un calvario que le ha dado la posibilidad de cumplir su objetivo, que no era otro que jugar de nuevo al fútbol.