El Atlético suma un punto amargo ante el Espanyol y dice el adiós definitivo a la Liga

El Atlético sigue sin levantar cabeza y este sábado ha dicho el adiós definitivo a la Liga después de sumar su tercer partido consecutivo sin ganar. Los del Cholo Simeone desaprovecharon un 0-1 favorable y perdieron dos puntos que le alejan más si cabe de su pelea por el título liguero (1-1).

El Atlético de Madrid saltó al terreno de juego del RCDE Stadium de Barcelona sabiendo de la importancia que tenía el duelo. Después de dos derrotas ligueras consecutivas, que le alejaron del liderato, una victoria frente al Espanyol le vendría de perlas al equipo del Cholo y así se tomó el encuentro.

Para buscar la victoria frente a los pericos, Simeone sacó un once reconocible, aunque con alguna rotación, ya que en el horizonte estaba la vuelta de semifinales de Copa del próximo miércoles frente al Barcelona, uno de esos partidos que aparecen marcados en rojo en el calendario colchonero.

En clave futbolística, el Atleti salió mandón. Se hizo con la posesión desde el principio, le dejó claro al Espanyol cuáles iban a ser sus intenciones en el partido y acumuló alguna que otra llegada a la portería de Joan García, el salvador del conjunto perico a lo largo de toda la temporada y uno de los mejores porteros españoles de la actualidad, si no el más destacado.

Pasaban los minutos y el encuentro pasó a ser bastante igualado. Ninguno de los dos equipos conseguía encontrar el camino del gol, que al final es la esencia del fútbol. Y fue entonces cuando tanto Espanyol como Atlético decidieron bajar las revoluciones y esperar al momento perfecto para tratar de irse con ventaja al descanso.

Fue entonces cuando llegó el 0-1 del Atlético. En una jugada en la que Sorloth y Kumbulla pelearon por un balón aéreo, el rebote le cayó a Azpilicueta que, desde su casa, se sacó de la manga un zapatazo de volea ante el que Joan García no pudo hacer nada. Golazo del Atleti y primer tanto del central navarro en la liga española.

Después del 0-1 no se jugó mucho más. Antes del descanso, el Espanyol reclamó penalti por una disputa entre Lino y Jofre que acabó con el extremo perico en el suelo. Alberola Rojas no consideró suficiente el contacto y mandó seguir. Así se llegó al descanso.

El Atlético controla el duelo

Tras el paso por vestuarios, el Cholo Simeone metió a De Paul en lugar de Samu Lino y Manolo González optó por dejar en la caseta a Pol Lozano para dar entrada a Alejo Véliz y reforzar la línea de ataque y pasar a jugar con dos puntas.

El Atlético, con ventaja en el marcador, no tenía prisa y en los primeros minutos de la segunda mitad optó por jugar con un punto extra de tranquilidad, la que no tuvo en el primer acto cuando el electrónico reflejaba el 0-0. Algo normal. El que tenía que apretar era el Espanyol si quería sacar algo positivo.

A partir del minuto 65, el cuadro perico empezó a buscar con más ahínco el tanto del empate. Los pupilos de Manolo González se activaron, llevaron a cabo una circulación de balón exquisita y se acercaron con peligro al área de Jan Oblak. Y en una de esas llegadas, Lenglet agarró a Cabrera dentro del área y Alberola Rojas (esta vez sí) pitó penalti a favor del Espanyol.

Javi Puado cogió el balón, mantuvo la calma, no se dejó intimidar por las maniobras de distracción de Griezmann y superó a Jan Oblak con un penalti perfecto que fue directo a la escuadra. Minuto 70 y la afición perica volvió a creer.

Partido nuevo en busca del +3

Con 1-1, se inició un partido completamente nuevo en el que cualquiera de los dos equipos podía llevarse la victoria. Los tres puntos se los iba a llevar el que fuera más perseverante, el que insistiera más.

El Atlético sabía que un pinchazo más le dejaría en la cuerda floja y para tratar de evitar el batacazo, Simeone cambió toda la banda izquierda. Riquelme y Reinildo para dentro; Conor Gallagher y Azpilicueta al banquillo. El técnico argentino tenía clara la fórmula para llevarse la victoria de Cornellá.

El problema es que el tiempo se le empezaba a acabar a los dos equipos y todo estaba bastante cerrado. Aun así, el Atleti lo intentó hasta el final y trató de evitar el empate, pero no le dio para más y se tuvo que conformar con un resultado que le deja un sabor de boca bastante amargo.