Simone Biles compite en la prueba de barra de equilibrio

Simone Biles compite en la prueba de barra de equilibrioAFP

Juegos Olímpicos

La reina de la gimnasia Simone Biles desata la polémica con la gastronomía francesa

Los comentarios de la superestrella sobre la cocina del país anfitrión hieren sensibilidades, en unos Juegos que reivindican la excelencia culinaria gala

Con su actuación de ayer, la gimnasta norteamericana Simone Biles se ganó un lugar en la historia y un hueco en las portadas de la prensa de hoy. Tras su retirada en las Olimpiadas de Tokio por problemas de salud mental, renace en París y su brillante actuación de estos días es unánimemente aplaudida y las imágenes de sus espectaculares movimientos destacan hoy en las portadas de la prensa francesa. Y lo que aún queda.

Sin embargo, lleva días en boca de todos el criterio de sus papilas gustativas. La comida que se sirve en la villa y en otros lugares de la ciudad está dando mucho que hablar y lo que está en juego no es otra cosa que la reputación de Francia en esta modalidad no olímpica pero igualmente competitiva.

Las gimnastas estadounidenses, que ganaron el oro por equipos el martes por la noche y ayer se enfrentaron a la rueda de prensa, respondieron rotundamente a la pregunta culinaria planteada por un periodista: «No creo que sea una cocina francesa como la que se come fuera de la villa olímpica. La comida francesa se supone que es muy buena», respondió de una manera un tanto diplomática la medallista Simone Biles.

En otra frase un tanto ambigua, hay quien afirma que de ese comentario se colige que la comida de Estados Unidos es más saludable que la francesa, lo que, obviamente ha abierto la caja de los truenos. Su compañera Hezly Rivera fue todavía más contundente con su opinión. «No creo que la comida sea muy buena, al menos lo que hay en el comedor, la que comemos allí no es de lo mejor, aunque nos vale», sentenció.

«Pensé que la pizza estaría buena», bromeó Biles para tratar de ponerle un toque de humor a la situación. Cécile Landi, entrenadora de Biles, lo dejó más claro: «Es cierto que están decepcionadas y falta stock. Nos dicen «vuelva en diez minutos, habrá más de esto o de aquello», pero para los atletas, ¡esperar diez minutos lo cambia todo! En cuanto a los menús de los chefs estrella, «no sé dónde están», sonrío el entrenador. Ayer en el partido de tenis de dobles, los padres de una gimnasta inglesa que se aloja en la villa se quejaban de la cantidad. «No están pasando hambre, pero la cantidad es insuficiente», declararon a El Debate uniéndose a los numerosos testimonios en este sentido.

Días antes de competir y ya en París, Biles subió a su cuenta de TikTok un video que ya ha sido visto por 11 millones de personas y que ha sido tildado de «sacrílego» en las redes sociales francesas. En él se ve a la campeona norteamericana rendida al hechizo de una pieza de bollería típica francesa, un pain au chocolat industrial, comprado en el supermercado de la villa olímpica. La peor parte de toda esta historia, a tenor de los cientos de miles de comentarios que ha cosechado la pieza de 7 segundos, es que la gimnasta elogia en ella los méritos de este bollo, calificándolo de «espectacular», y dice que desearía querer comer «catorce» más.

Simone Biles en el ejercicio de barra

Simone Biles en el ejercicio de barraEFE

La tormenta se desató horas antes de su debut en el Bercy Arena. Fue suficiente para enojar a los franceses, que considera el hojaldre artesano con el que está hecho el mencionado pain au chocolat así como el croissant, una especie de tesoro nacional de los que se declaran verdaderos maestros mundiales. En los comentarios, todos le imploran que vaya a una panadería «real» para poder probar la verdadera pieza de bollería, «ese que cruje en la boca y se derrite con el chocolate y que carece de envoltorio» como el que ella muestra en TikTok.

«Vaya a una panadería de verdad por favor», pide otro usuario que le recomienda algunas que están cercan de la villa o le sugieren grandes pasteleros, como el de Cédric Grolet, el Simone Biles de la repostería francesa. Así las cosas, su entrenadora Cécile Canqueteau-Landi, ha tenido que salir al rescate en un contexto donde es fundamental la tranquilidad mental de Biles. Su entrenadora ha acudido a una panadería parisina a comprar varios «pain au chocolat, recién salidos del horno, que luego ha entregado a la gimnasta estrella de estos juegos.

Naturalmente todo se ha visto reflejado en Instagram para evitar males mayores y especialmente una grada francesa en contra de la estrella norteamericana por «la guerra del pan con chocolate». «Todos pueden calmarse, esta mañana le entregaron a Simone un bollo de chocolate recién horneado», afirmó su entrenadora.

Los peligros de la bollería industrial y de 7 segundos en TikTok tras años de entrenamiento y sacrificio. Pero no parece que todo esté en calma tras las declaraciones de ayer sobre como la gastronomía francesa. «Tras elogiar un bollo industrial no creo que sea la persona con el paladar adecuado para hablar de la comida francesa. En todo caso, en la Villa Olímpica no hay más remedio que utilizar cocinas industrias por razones logísticas», señala a El Debate Laurent Pierrugues, parisina apasionada de la comida de su país. «No hay que quedarse con este escaparate. La gastronomía francesa continua en el podio mundial», concluye con orgullo.

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