Wimbledon
Rafa Nadal, eterno y con molestias, llega a semifinales de Wimbledon de forma épica ante Fritz
Escribe otra página dorada en la historia del tenis al eliminar al estadounidense en un durísimo partido de más de cuatro horas que se decidió en un super tie-break (6-3, 5-7, 6-3, 5-7 y 6-7) y en el que arrastró molestias desde el segundo set
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El gesto del padre de Nadal pidiéndole a Rafa que se retire de Wimbledon
Rafa Nadal es eterno. Es historia del deporte mundial. Nadal es la viva imagen de la lucha deportiva, de la competitividad sobre la pista. Es el deporte en una persona. El partido que ganó este miércoles en Londres se recordará por el ejemplo de pundonor. Con molestias y ante un rival durísimo, el tenista español se clasificó para semifinales de Wimbledon tras ganar en cinco sets -decidido el último en el super tie-break- a Taylor Fritz (6-3, 5-7, 6-3, 5-7 y 6-7).
Nadal alcanza la semifinal tras remontar a un gran rival y tras remontar también a su cuerpo. En el segundo set tuvo que parar por problemas en el abdomen, algo que le obligó a estar unos 10 minutos en el vestuario. Todo ello se sumó a la dureza con la que le jugó Fritz en un partido en el que Rafa consiguió superar los cuartos en una lucha interna y externa. Es un deportista descomunal que jamás se rinde.
Tropiezo en el primer set
En el primer juego, con servicio de Fritz, Nadal hizo el primer break, enseñando ya cómo iba a luchar en un partido clave para meterse ya en las semifinales de un torneo en el que no competía desde 2019. En la primera oportunidad que tuvo, nada más comenzar el partido, le rompió el saque al estadounidense (0-1). El break fue refrendado por un gran juego a su servicio (0-2) sin dar opciones a un Fritz que sí se hizo fuerte con su segundo saque (1-2).
La respuesta de Nadal fue la de seguir con confianza y ganar su servicio sin complicaciones (1-3) e incluso amagar con otra rotura en el siguiente que evitó el estadounidense (2-3). Sin embargo se descuidó por un momento Rafa y Fritz le hizo tres puntos seguidos en el sexto juego del set y se puso 0-40, con tres bolas de break. Las tres las salvó Nadal, la segunda con un precioso revés paralelo, pero no pudo con la cuarta, ya en el deuce, y su rival puso el break (3-3).
Jugó Nadal agresivo, al ataque, con rabia. Dejó grandes puntos y tuvo otra bola de break, salvada por Fritz que se hizo fuerte al saque (4-3). Fue este el momento clave del set, una victoria psicológica del estadounidense, porque al siguiente juego le quitó el saque al español, que cedió el 5-3 con una doble falta. Fritz, al saque, cerró con un juego en blanco una primera manga más igualada que lo que mostró el resultado (6-3).
Nadal resurge tras las molestias
Este sorprendente cambio de guion dejó con cara de preocupación a un Nadal que cogió oxígeno con los errores no forzados de Fritz, que le 'regaló' el primer juego (0-1). Con un resbalón de por medio aprovechó Nadal la indecisión del estadounidense y le hizo el primer break del set (0-2), que comenzó de la misma forma que el primero. Rafa firmó el 0-3, pero se vino abajo de forma inexplicable.
Fritz ganó su saque (1-3), hasta ahí todo normal, pero después le hizo un break a Nadal aprovechando la segunda de las dos bolas que tuvo (2-3). Volvieron las dudas, los fantasmas. Se repetían los malos recuerdos del primer set, en este caso con tres juegos de ventaja. El joven de 24 años se puso 40-0 y Nadal le llevó al deuce, pero Fritz estaba inmenso al saque y con dos potentísimos servicios se llevó el juego (3-3). En dos sets hizo siete aces el estadounidense, 19 en total.
Nadal, contra las cuerdas, salvó una bola de break de Fritz para acabar ganando el juego (3-4). Sin embargo, paró en ese momento el partido ante las molestias que sufría en el abdomen. Se fue al vestuario y estuvo aproximadamente 10 minutos fuera. Regresó con la duda entre el público de si anunciaría su adiós, algo que no hizo. Cogió la raqueta para seguir jugando ante la ovación de la gente que se dio cita en la central de Wimbledon.
Tras ello perdió Nadal de forma contundente el siguiente juego (4-4) pero ganó con pundonor sus dos saques mientras Fritz se llevó el suyo dándole guerra el español (5-6). Fue Rafa un ejemplo de lucha y de deportista que no quiere irse de la competición ni aún cuando su físico está ya al límite. Y obró el milagro: ganó el set rompiendo el saque de Fritz (5-7) cuando todo parecía perdido por sus molestias.
El tercer set, para Fritz
La tercera manga arrancó con los dos tenistas defendiendo con tranquilidad su saque hasta que Nadal cedió el suyo ante la insistencia de Fritz (2-1). El partido era durísimo, largo y muy exigente. Iba ya por las dos horas y Nadal estaba con esas molestias que en todo momento preocupaban. Ambos volvieron a ganar sus servicios sin que se llegara nunca al deuce (5-3) hasta que el estadounidense, más fresco y con un juego más directo, alcanzó el break definitivo y consiguió la tercera manga (6-3), decantando más el partido a su favor.
Había muchas dudas sobre la continuidad de Nadal, que cada vez que se acercaba a su asiento existía el miedo a que anunciara al juez de silla que abandonaba. Él explicó, en voz alta, que seguiría hasta donde pudiera. Ejemplo de profesionalidad.
Cuarto set: Nadal es eterno
El cuarto set empezó con juegos larguísimos y un mano a mano para disfrutar del mejor tenis. Nadal seguía haciendo lo imposible con puntos increíbles y Fritz estaba mentalmente muy fuerte. A diferencia de los anteriores sets aquí hubo menos fiabilidad al saque y en los tres primeros juegos hubo tres breaks, con 1-2 para Nadal. Para firmar el cuarto juego (1-3) el español inventó tres dejadas que fueron la delicia de los presentes. Todo en contra y Rafa seguía impresionando sobre la central de Wimbledon.
Recuperando ya la seguridad ante sus saques (3-4), Nadal cedió el suyo (4-4). Hasta ese momento había estado el español bien, con fuerza, respondiendo a la dureza del estadounidense. No fue problema para que siguiera así. Se quedó Rafa al borde de hacer él una rotura -llegó a tener bola para ella- (5-4), pero empató el set con garra y su segundo ace del partido (5-5) y aprovechó el momento clave para, ahora sí, hacer el break en un juego agónico (5-6). Y a su saque 'mató' el set para llevar el partido al quinto (5-7).
Nadal se corona en el super tie-break
Si agónico fueron los cuatro sets anteriores, qué decir del último. Fue no apto para cardiacos. Los dos tenistas, enormes con la raqueta, se defendieron con el saque, sin que nadie lo cediera en una lucha eterna, grandiosa, digna de un Grand Slam. Con 3-3 llegó el momento de la verdad, con Nadal haciendo el break tras cuatro deuce tras haber desperdiciado tres bolas de break, una de ellas salvada por Fritz con un golpe de suerte, el que le dio la red para que la pelota botara en el lado del español. Pero al final consiguió la rotura (3-4) en ese juego larguísimo.
Sin embargo, Fritz, rocoso y sin caerse en ningún momento, le devolvió el break a Rafa (4-4) cuando el encuentro ya cogió el camino de la angustia. El estadounidense se defendió de las amenazas de Nadal con su saque (5-4), el manacorí le devolvió el juego (5-5) y Fritz con contundencia se aseguró el super tie-break (6-5). Lo llevó allí Nadal con un juego en blanco (6-6) y la emoción no pudo ser más grande.
Al mejor de diez puntos, Nadal se puso 5-0 en el momento de más diferencia de todo el partido entre uno y otro. Y era ya el final de todo. Recortó Fritz, que llegó al 5-3, pero Nadal se llevó el punto interminable, ese que dejó al estadounidense en el suelo (7-3). Tres puntos más consiguió Nadal (10-4) y logró el pase a semifinales en una lucha épica, un brindis al tenis. En la última ronda antes de la final espera el polémico Kyrgios, todo un reto profesional y mental.