Cómo parar a Djokovic en la hierba de Wimbledon: los tenistas que le pueden quitar el Grand Slam 24

Una vez superados los dos primeros Grand Slams de la temporada, el espectáculo del tenis llega al All England Lawn Tennis Club, más conocido como Wimbledon. Y es en la hierba londinense donde puede haber más de una sorpresa, sobre todo en las primeras rondas.

El principal objetivo de todos los tenistas que participen en Wimbledon no es otro que derrocar a Novak Djokovic, que podría conseguir su Grand Slam número 24 y además igualar a Roger Federer en el número de títulos conseguidos en la capital inglesa.

Y es que Wimbledon es un torneo diferente. El hecho de jugar en hierba lo hace muy impredecible y todos los jugadores tienen que adaptarse a una superficie muy exigente en la que las rodillas juegan un papel muy importante.

Ahora bien, no todos los jugadores son buenos sobre hierba. Sin embargo, hay algunos que sí son especialistas y que podrían ganar al tenista de Belgrado. Estos son los principales candidatos:

Nick Kyrgios

El tenista australiano tiene un idilio especial en la hierba londinense. Siempre que juega en Wimbledon lo hace bien, pero sus 'idas de olla' le han pasado factura muchas veces. Kyrgios es un gran tenista y, jugando bien, es un jugador muy a tener en cuenta.

La temporada pasada llegó a la final del Grand Slam británico, pero no pudo superar al tenista de Belgrado. Su buen saque es la principal amenaza, pero le hace falta mayor concentración para conseguir ese gran título que tanto anhela.

Carlos Alcaraz

El tenista de El Palmar es todo un novato sobre hierba, pero es un jugador muy a tener en cuenta en Wimbledon. Tanto como que ya es el número 1 del mundo. «Mi estilo de juego puede ir bastante bien en hierba porque soy agresivo, voy a la red, pego fuerte, y eso en hierba es lo que hay que hacer», comentó Carlitos.

Sin embargo, su inexperiencia sobre esta superficie le podría perjudicar: «En hierba es cierto que es más complicado. Igual no tengo tanta experiencia y en los partidos que he jugado me ha costado un poquito, así que va a ser complicado, pero siempre he dicho que puedo ganar en cada torneo al que voy», explicó en la rueda de prensa previa a Queens, torneo que acabó ganando.

Stefanos Tsitsipas

El ateniense es un buen jugador en cualquier superficie, pero en hierba es un tenista peligroso gracias a la rapidez de sus golpes y a su buen movimiento. El griego jugará algunos torneos previos para ser lo más competitivo posible en Londres.

Se le resiste jugar bien en Londres, pero sobre hierba sí ha ganado varios partidos e incluso un torneo: el Mallorca Championship. Si Stefanos está inspirado puede poner en aprietos a Novak Djokovic.

Daniil Medvedev

Después del veto del año pasado a los tenistas rusos y bielorrusos, Daniil Medvedev regresará a la catedral del tenis para intentar sorprender a Djokovic. El moscovita ya sabe lo que es ganar sobre hierba y su estilo de juego le beneficia sobre esta superficie.

A Medvedev le pasa lo mismo que a Tsitsipas. Sabe lo que es ganar en hierba, pero cuando llega Wimbledon le entra el miedo a ganar y suele ser eliminado en las primeras rondas.

Andy Murray

Dentro de este selecto club, también hay que añadir a Sir Andy Murray. El de Dunblane es el ídolo local, ya sabe lo que es ganar en Wimbledon (2013 y 2016), puede ser una amenaza para los grandes desde las primeras rondas y considera que todavía tiene tenis para rato.

«Quiero retirarme en la pista, en mis propios términos. Todavía creo que me estoy haciendo justicia. Aún puedo jugar al más alto nivel, siento que puedo así al menos dos años más», dijo el británico, que jugará en casa.

Jugadores tapados

Wimbledon es el torneo de las sorpresas. Y si no que se lo digan a Matteo Berrettini, Kevin Anderson, Milos Raonic, Denis Shapovalov, que llegaron a las rondas finales cuando nadie contaba con ellos.

Sin embargo, el tenis ha cambiado mucho y, actualmente, jugadores como Jannik Sinner, Felix Auger-Aliassime, Holger Rune, Taylor Fritz o el sorprendente Ben Shelton pueden llegar lejos en Londres. Wimbledon es, junto al US Open, el Grand Slam más imprevisible. La emoción está servida.