Alcaraz arrasa a Auger-Aliassime y vuela a los octavos de Indian Wells
El tenista murciano no dio una sola opción al canadiense y se enfrentará al húngaro Marozsan por un puesto en los cuartos del torneo californiano
Con una exhibición impecable para despejar cualquier duda, Carlos Alcaraz se sacó este domingo el billete para los octavos de final de Indian Wells pasando por encima del canadiense Felix Auger-Aliassime.
El número dos del mundo, con un tenis apabullante y sin rastro de problemas en el tobillo, se llevó este duelo de la tercera ronda del torneo del desierto californiano por 6-2 y 6-3, en una hora y 17 minutos frente al número 31 del ranking ATP.
Vigente campeón de Indian Wells, el español se enfrentará en octavos al húngaro Fabian Marozsan, que ocupa la posición 58 del ranking y que dio la sorpresa en segunda ronda contra el chileno Nicolás Jarry y que este domingo se deshizo del brasileño Thiago Seyboth Wild.
Solo hay un precedente entre Alcaraz y Marozsan que favorece al húngaro. En el Masters 1000 de Roma, el nacido en Budapest sorprendió al de El Palmar en la tercera ronda del torneo.
No dio ni una sola opción a Aliassime
Llamado a ser uno de los jóvenes tenistas que tomen el relevo de la era dorada de Rafa Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer, Auger-Aliassime, de 23 años, dio un paso atrás en su rendimiento en 2023.
Así, frente a un 2022 sensacional en el que consiguió cuatro títulos y ganó 60 partidos, en 2023 solo se llevó 30 encuentros y tan solo conquistó un torneo (Basilea). Sin embargo, el de Montreal fue un rival muy complicado de descifrar hace no tanto para Alcaraz, que perdió contra él sus primeros tres duelos. Tan solo Alexander Zverev (cinco victorias) y Jannik Sinner (cuatro) han ganado más veces al español en su carrera profesional.
No obstante, Alcaraz se quitó la espina frente a Auger-Aliassime el año pasado y lo hizo precisamente en Indian Wells, donde superó al canadiense en cuartos de final por 6-4 y 6-4 en dos horas. Alcaraz llegó a este nuevo enfrentamiento con Auger-Aliassime tras un susto en su estreno ante el italiano Matteo Arnaldi, quien le ganó el primer set 6-7(5), seguido de una remontada brillante en las dos siguientes mangas 6-0 y 6-1.
Quizá con muchas ganas de enmendar su dubitativo arranque del viernes, Alcaraz empezó su partido de este domingo al mediodía pisando el acelerador desde el principio y con una fantástica solidez tanto en su saque como en el juego desde el fondo de la pista.
Auger-Aliassime respondió de primeras a esa gran exigencia y arriesgó con su servicio: a ratos le fue bien con cañonazos en su saque pero también empezó a enredarse en dobles faltas. Alcaraz no tuvo compasión. Vio la ocasión con 2-2 y servicio para su rival, se puso con un 15-40 mientras se gritaba «sí, sí» y remató el 'break' frente a un Auger-Aliassime al que le empezó a temblar la mano (3-2).
Con la inercia a favor y una movilidad perfecta (su lesión de tobillo en Río parece ya cosa del pasado), Alcaraz sacó el rodillo y sacudió a su contrincante con un nuevo 'break' (5-2). Auger-Aliassime, venido a menos y lastrado por errores que no dejaban de acumularse, llegó a tener un 0-30 y un 30-40 cuando Alcaraz servía para cerrar el primer set.
No se puso nada nervioso el pupilo de Juan Carlos Ferrero: con un saque abierto y una perfecta paralela solventó esa bola de 'break' en contra, recurrió a la dejada para castigar aún más al canadiense y finiquitó el primer set con descomunal autoridad y tras solo 32 minutos.
Cinco juegos seguidos había ganado Alcaraz y el sexto consecutivo llegó en el inicio de la segunda manga. El murciano no dio respiro a su rival y le rompió el saque para descorchar el set.
Auger-Aliassime, a veces incrédulo pero también abatido ante el huracán que le venía del otro lado de la red, sufrió la versión más dominante de Alcaraz y no podía lidiar con la potencia de las derechas del español ni tampoco con sus cambios de ritmo ya fuera con globos o dejadas.
Decidido a acabar por la vía rápida, Alcaraz, que no perdió su servicio en toda la tarde, remató el partido con un nuevo 'break' y camina con paso firme en el primer Masters 1.000 de la temporada