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Vista general de la Manolo Santana, pista central de la Caja Mágica

La Caja Mágica es el único gran complejo tenístico que cuenta con techo retráctil en caso de lluviaMutua Madrid Open

El tenis se queda anclado en el siglo XX: colección de chapuzas por no adaptarse a los nuevos tiempos

El tenis es uno de los deportes con más historia, uno de los más apasionantes y con una gran tradición. Para encontrar sus orígenes, hay que retroceder hasta el año 1873, cuando el mayor Walter Clopton Wingfield inventó un juego llamado 'sphairistike', considerada la versión precursora del tenis moderno.

Eso fue en el siglo XIX y no había demasiados medios para practicarlo. Todo era muy precario y ese deporte se jugaba únicamente con una raqueta de madera con el mango largo y con una pelota de goma inflada cubierta con tela. Sin embargo, los tiempos han cambiado y en la actualidad el tenis se ha convertido en una disciplina deportiva mucho más tecnológica que se juega de una manera bastante distinta a la que se hacía en Inglaterra, el país bautizado como el creador del tenis.

Hoy en día, los torneos de la ATP cuentan con las mejores infraestructuras posibles y los tenistas suelen jugar en escenarios modernos y cargados de tecnología, en los que se puede disfrutar de un gran espectáculo. No obstante, existe un problema que hace pensar que el tenis es un deporte que sigue anclado en el siglo XX y que se viene repitiendo en más de un torneo.

Es de sobra conocido que no se puede jugar al tenis cuando está lloviendo o cuando se dan condiciones climatológicas adversas. Y ese es, precisamente, el gran inconveniente que tienen bastantes torneos de la ATP. Para poner en contexto este problema no hace falta ir muy lejos. Basta con comprobar que de los nueve Masters 1000 que figuran en el calendario, tan solo dos cuentan con pistas cubiertas o con techos retráctiles que se pueden poner en funcionamiento cuando se pone a llover en medio de un partido.

Los únicos torneos de esta categoría que tienen estadios o pistas cubiertas son el Masters 1000 de Madrid y el Masters 1000 de Shanghái. El resto no cuenta con esos medios que garanticen la práctica del tenis sin sobresaltos. Y esta polémica también se puede extrapolar perfectamente tanto a los Grand Slams como los torneos de categoría 250 o 500.

La inmensa Philippe Chatrier de París

La Philippe Chatrier de París también cuenta con techo retráctilEFE

Hasta hace no mucho, Roland Garros, uno de los torneos más prestigiosos del tenis, no tenía instalados techos retráctiles, pero la organización del torneo se dio cuenta a tiempo de que había que instalarlos y los puso en las pistas Philippe Chatrier y Suzanne-Lenglen, las dos más importantes del complejo tenístico parisino. Unos años atrás, se pudo ver cómo Rafa Nadal tuvo que acabar alguno de sus partidos al día siguiente porque la lluvia en París no cesaba y no había manera de reanudarlos. Este ejemplo se produjo en el encuentro que disputaron el tenista balear y el argentino Diego Schwartzman el 6 de junio de 2018, en los cuartos de final del grande parisino.

La medida de colocar techos retráctiles en las pistas principales de los grandes torneos es necesaria. Lo contrario se entiende como una chapuza en toda regla. Esto ya se ha visto en el reciente Masters 1000 de Shanghái. La incesante lluvia que cayó sobre la ciudad más poblada de China obligó a trasladar algunos partidos a pistas de entrenamiento anexas y se vieron imágenes más propias del siglo XX, en la que el tenis era un deporte austero, que del año 2024, donde hay todo tipo de tecnologías y en el que es mucho más fácil invertir en grandes infraestructuras que garanticen la práctica del tenis.

Para paliar este déficit, algunos torneos ya se han puesto manos a la obra y ya tienen planeados la construcción de nuevos estadios con cubiertas. No obstante, en el resto todo apunta a que va a seguir igual. El Masters 1000 de Montecarlo, por ejemplo, sabe que incluir cubiertas en sus pistas rompería la belleza urbanística de la ciudad y afearía uno de los torneos más elitistas del circuito ATP.

En resumidas cuentas, las escenas que se viven en algunos torneos por culpa de las condiciones meteorológicas no hacen más que dejar al tenis en un mal lugar. Por eso mismo, se entiende como urgente que la inmensa mayoría de los torneos incluyan techos retráctiles en sus pistas para poder garantizar la disputa de los partidos por mucho que haga mal tiempo de puertas para afuera.

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