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El tenista murciano cumplió el sueño de su vida y superó al alemán Alexander Zverev en una final que duró más de cuatro horas

El tenista murciano cumplió el sueño de su vida consiguiendo el título de Roland GarrosGTRES

El 2024 de Carlos Alcaraz: de conquistar París por primera vez a defender la corona de Wimbledon

Después de un 2023 en el que Carlos Alcaraz dejó claro que había venido para quedarse, su 2024 tampoco se ha quedado corto y ha servido para confirmar que el chico está tocado por una varita y que tiene lo necesario para convertirse en uno de los mejores tenistas de la historia y, por qué no, de todos los tiempos. Tiene pleno convencimiento de que puede hacerlo y está haciendo las cosas francamente bien.

Los éxitos que resumen el 2024 de Carlos Alcaraz son su segunda corona de Wimbledon y su primera conquista en Roland Garros, un torneo que Rafa Nadal, su ídolo, ganó un total de 14 veces. Pero sería un error quedarse sólo con estos dos logros porque a lo largo de todo este año, el jugador de El Palmar consiguió otras cosas importantes que merecen la pena ser recordadas y puestas por escrito.

Alcaraz ha acabado el año 2024 en el tercer escalón del ranking ATP, justo por detrás de Alexander Zverev (nº2) y el inabordable Jannik Sinner. Esto es algo que está muy bien, pero también es necesario recalcar que este curso le ha servido a Carlitos para aprender y para darse cuenta de que cuando vienen tramos algo más dubitativos debe de tener más paciencia y que debe de mejorar su actitud tanto dentro como fuera de la pista, así como su regularidad. Todavía es joven y sabe que tiene muchos años por delante para corregirlo.

Volvamos al principio. El español llegó a Melbourne con la ilusión y las ganas de conseguir el único Grand Slam que le faltaba por añadir a su palmarés. El Open de Australia es un torneo peculiar y su periplo en las Antípodas llegó a su fin en los cuartos de final del torneo, donde perdió contra Zverev en un partido en el que pagó caro su inicio errático y cuando se quiso dar cuenta ya era demasiado tarde.

Tras caer en Australia, su siguiente parada en el calendario fue el Open de Argentina. En Buenos Aires, Carlitos tuvo la intención de defender el título que logró en 2023. Sin embargo, en semifinales se encontró con una versión imperial del chileno Nicolás Jarry y acabó cediendo en la penúltima ronda del torneo bonaerense.

Carlos Alcaraz con el trofeo del Indian Wells

Carlos Alcaraz con el trofeo del Indian WellsEFE

Al no haber conseguido revalidar la corona de campeón en Buenos Aires, Alcaraz se fue a Río. El problema es que en su primer partido contra Thiago Monteiro, su tobillo le falló y no le quedó otra que abandonar al haberse hecho un esguince que le sentó como un jarro de agua fría.

Después de una gira iberoamericana dubitativa, Carlitos aterrizó en el Valle de Coachella para intentar llevarse su segunda corona en Indian Wells. En California, el murciano demostró que en pista dura (outdoor) es un ciclón y logró alzarse con el trofeo de campeón en un torneo en el que en cuartos de final fue atacado por un enjambre de abejas que bien le pudo haber costado un disgusto físico.

En Miami, el español pagó su sobreesfuerzo en Indian Wells y se despidió del segundo Masters 1000 de la temporada en cuartos de final, donde cayó contra el búlgaro Dimitrov en un encuentro en el que fue claramente superado.

De la lesión en el antebrazo al título de Roland Garros

Se llegó al mes de abril y su primera parada en la gira de tierra batida europea iba a ser el Masters de Montecarlo. Sin embargo, la mala suerte se volvió a cebar con él y no pudo disputar el torneo en el Principado de Mónaco por unas molestias en el antebrazo derecho que acabaron derivando en una lesión en el pronador redondo de su brazo.

Esas molestias persistieron y Carlitos se vio obligado a renunciar al Conde de Godó, donde también defendía la corona de campeón. La gira de tierra había arrancado con más sobresaltos de los que el murciano hubiera querido. Con todo eso, Alcaraz se centró en su recuperación y reapareció en el Masters 1000 de Madrid, donde consiguió dejar atrás las molestias. Sin embargo, un fuerte resfriado la noche antes de jugar su duelo de cuartos contra Rublev le acabó mermando y cayó derrotado en la antepenúltima ronda del torneo español.

Carlos Alcaraz celebra su victoria en Roland Garros

Carlos Alcaraz celebra su victoria en Roland GarrosGTRES

Después de Madrid, la intención de Carlos fue la de viajar a Roma. No obstante, el dichoso pronador redondo le volvió a golpear y no pudo jugar en la capital de Italia. Por lo tanto, el objetivo pasó a ser Roland Garros. La cita de París aparecía marcada en rojo en su calendario y se metió en la cabeza que iba a ganar su cuarto Grand Slam.

El 9 de junio se confirmó esa idea y Carlitos consiguió su primer Roland Garros con tan solo 21 años. Y lo hizo tras superar al alemán Zverev (que le había negado el sueño de ganar en Melbourne) en una agónica final que se fue hasta los cinco sets y que duró más de cuatro horas. La Chatrier saludó al nuevo rey de París.

Segunda corona en Wimbledon

Tras el éxito conseguido en Roland Garros, Alcaraz cambió la tierra batida por la hierba, superficie en la que había triunfado doblemente en 2023 y en la que había demostrado una adaptación perfecta. Jugó el ATP 500 de Queen's, el cual no pudo revalidar, ya que Jack Draper fue el encargado de negarle esa posibilidad en los octavos de final.

Por lo tanto, el murciano sabía que en Wimbledon no podía volver a fallar. La 'Catedral' del tenis le trajo muy buenos recuerdos y sacó su mejor juego para ir avanzando rondas y plantarse en la final contra Novak Djokovic, a quien había vencido en 2023.

Carlos Alcaraz no acudirá con los jugadores a celebrar la Eurocopa

Carlos Alcaraz celebra su segundo WimbledonAFP

El encuentro frente al serbio no se pareció en nada al del año pasado. Básicamente, porque Carlos Alcaraz pasó el rodillo y se impuso con claridad al de Belgrado en la final. Otro 'major' más para el bueno del murciano, el quinto en su palmarés.

La 'desilusión' de los Juegos Olímpicos

El 2024 fue también año olímpico y Carlos Alcaraz tuvo el inmenso privilegio de representar a España en la cita más importante que puede disputar un deportista en cualquier disciplina. Es decir, los Juegos Olímpicos.

Alcaraz regresó a París casi dos meses después de haber logrado su primer Roland Garros y su objetivo era volver a irse de la capital gala con el máximo reconocimiento, que no era otro que la medalla de oro.

Carlos Alcaraz, en los JJOO de 2024

Carlos Alcaraz, en los JJOO de 2024AFP

La andadura olímpica de Carlitos fue muy buena. Avanzó rondas sin demasiados problemas y se plantó en la final, donde le esperaba (otra vez) Djokovic. El serbio aprendió la lección y le negó al español la posibilidad de conseguir la medalla de oro con 21 años. Alcaraz se llevó una gran desilusión y, en primera instancia, no le dio el valor que le tendría que haber dado a la medalla de plata.

Un final con más dudas que certezas

Después de la cita olímpica, Alcaraz se dio de bruces con la realidad y su gira estadounidense de verano no fue buena. No disputó Montreal para descansar y en Cincinnati se le vio perdido y ausente. El 'palo' olímpico le había matado mentalmente y Gael Monfils le mandó para casa a las primeras de cambio. En el partido contra el galo, Alcaraz reventó la raqueta y dejó una imagen poco propia en él.

Las malas sensaciones que había dejado en Ohio se confirmaron en el último Grand Slam de la temporada. En segunda ronda del US Open, Alcaraz cayó derrotado contra el neerlandés Botic Van de Zandschulp y puso fin a una andadura por tierras norteamericanas en las que estuvo lejos de su mejor nivel.

Carlos Alcaraz rompió la raqueta en el duelo ante el francés Gael Monfils

Carlos Alcaraz rompió la raqueta en el duelo ante el francés Gael MonfilsGTRES

Tras Nueva York, Carlos recuperó la sonrisa en la Laver Cup de Berlín y le dio al equipo europeo la victoria en el partido definitivo. Esa alegría le dio alas y en su reaparición en un torneo de la ATP (Pekín) se acabó llevando la copa para casa tras superar en una emocionante final a Jannik Sinner, una máquina que le llevó hasta el límite y a la que sólo pudo vencer en el tie-break del tercer parcial.

La mente de Alcaraz se quedó en Pekín. Porque en Shanghái se la volvió a pegar cayendo en cuartos contra el checo Tomas Machac y en París-Bercy pasó sin pena ni gloria y evidenció que jugar en pista dura indoor no se le daba nada bien.

En las ATP Finals, Alcaraz no pudo rendir al máximo y un fuerte resfriado le acabó pasando factura. Adiós en la fase de grupos y a intentar llevar a España al título de Copa Davis, donde jugó dos partidos en la eliminatoria contra Países Bajos (una victoria y una derrota) que acabó perdiendo el equipo español en Málaga.

En la Costa del Sol, Carlos Alcaraz cerró el 2024 de manera definitiva, un año que tuvo de todo y que estuvo marcado por su primera corona en Roland Garros y por su segundo título en Wimbledon. De cara al 2025, el español necesita buscar una regularidad que le permita ser lo suficientemente competitivo durante toda la temporada.

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