El PP presiona para que el Gobierno deje de aprovechar la subida de la inflación para recaudar más

hace un mes hablábamos en El Debate de la facultad que tiene el Ministerio de Hacienda de deflactar el IRPF; es decir: de evitar que los salarios paguen más impuestos si suben en la misma medida que la inflación. En el artículo que puede leerse debajo se explica que el Estado ingresa 800 millones de euros más por cada punto que suba la inflación sin que se deflacte el IRPF, según los cálculos del Instituto de Estudios Económicos (IEE). Si los salarios hubieran crecido a final de 2021 en la misma medida que lo hizo la inflación, el Estado hubiera ingresado 4.000 millones más (800 millones de recaudación extra por punto de subida multiplicado por los casi cinco puntos de diferencia entre la subida de salarios que efectivamente hubo a final de 2021 (1,7 %) y el aumento de la inflación (6,5 %).

Aunque podría hacerlo, el Ministerio de momento no toma esa medida que supondría para los ciudadanos pagar menos y para el Estado ingresar una cantidad inferior. El PP le anima a que lo haga en una proposición de ley que se envió a la Mesa del Congreso el pasado 24 de marzo.

Al principal partido de la oposición le sorprende que en todos los países de nuestro entorno –Alemania, Francia o Italia– se hayan bajado los impuestos a las familias, los autónomos o las pymes y en nuestro país se hayan aumentado en los años 2021 y 2022. A ello se une el impuesto «invisible y silencioso» que es la inflación, «que cerró 2021 en niveles máximos de los últimos treinta años (6,5 %), empobreciendo a los españoles y enriqueciendo al Estado, ya que ha permitido acabar el año con un récord histórico de recaudación tributaria, 223.000 millones de euros, a pesar de que estamos todavía muy lejos de recuperar los niveles de PIB previos a la pandemia», indican en la propuesta.

Adaptar el IRPF a la inflación

Este es el contexto en el que el PP plantea la proposición de ley: «Tiene como objetivo deflactar el IRPF para evitar que aumente la recaudación tributaria exclusivamente por el alza de precios y no por el crecimiento real de la economía», indican.

La inflación llevaba meses subiendo, pero el aumento se ha acelerado con la invasión de Ucrania. Al alza descontrolada de los precios energéticos (electricidad, + 80,5 %, butano, + 33,4 %, gasolina, +25,1 %), se ha unido el de la cesta de la compra (aceite de oliva, + 30,5 %, pastas, + 20%, arroz, + 9,4 %...) antes de la salida del IPC de hoy. Por este motivo es importante que los ciudadanos no paguen dos veces: una en la cesta de la compra y otra cuando hacen la declaración de la renta.

La última vez que se ajustó el IRPF fue en 2014. «Desde entonces, según el INE, la inflación ha subido un 12,8 % (dato de enero de 2015 a diciembre de 2021). Este es el nivel que se utiliza para deflactar el IRPF», indican en la proposición de ley.

Cómo se concreta

La proposición se desarrolla en 22 páginas y actualiza no sólo los importes de cada tramo: también los mínimos personales y el resto de deducciones para que el ajuste por la inflación sea efectivo, incluso cuando los ingresos no hagan que se pase de un tramo a otro de renta.

Para que el efecto en el bolsillo de los ciudadanos sea inmediato, incluye la actualización de las retenciones a cuenta, por lo que –si se aprobara– se notaría automáticamente en la siguiente nómina mensual que reciben los trabajadores.