La encerrona de Calviño a los bancos para presentarles el nuevo impuesto que ya los ha arruinado

Aseguran desde el Gobierno que la cita será «al más alto nivel». Desde los bancos asumen que son parte de una encerrona a la que tienen que acudir. Ya saben cómo funciona el Gobierno de Sánchez cuando tiene que exprimir a las empresas.

El pasado mes de mayo Pedro Sánchez aprovechaba un foro con empresarios para lanzar su subida de impuestos y ahora será Nadia Calviño la que cite a las tres patronales bancarias –AEB, CECA y Unacc–, al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y a los máximos ejecutivos del Banco Santander, BBVA, CaixaBank y el Banco Sabadell, para explicarles en qué va a consistir el impuesto al sector.

La «improvisación», como califican los bancos al tributo ya les costó en bolsa 9.000 millones de euros en capitalización nada más hacerse público.

Sin oposición

Calviño quiere que los bancos acepten este impuesto sin rechistar y que no lo repercutan sobre sus clientes. Esa es la orden que no acepta negociación. «Yo creo que cualquier empresa con responsabilidad social, y me consta que las entidades financieras de nuestro país tienen un fuerte compromiso público desde el punto de vista de la responsabilidad social, están interesadas en arrimar el hombro y contribuir a ese doble objetivo y por tanto no tiene sentido que haya un planteamiento en el que esta nueva medida se vea repercutida sobre los clientes», aseguró la ministra.

Otra de las necesidades de Calviño es que los representantes de los bancos y de la patronal se comprometan a no buscar resquicios legales a la tasa porque el articulado se hará rápido y sin muchos matices. El Gobierno necesita aprobarlo antes de finales de año para evitar la retroactividad y más problemas jurídicos.

El Gobierno ya ha lanzado hace días el globo sonda sobre un posible IVA a las comisiones que cobran los bancos. Esta nueva tasa será una de las claves sobre las que pivote lo que el Gobierno ha llamado negociación cuando, en realidad, es una exigencia en toda regla ante la que los bancos poco pueden hacer además de empezar a subir las comisiones como ya han anunciado.

La excusa de Pedro Sánchez fue que con la subida de tipos del BCE los bancos van a ganar más dinero y eso tiene que gravarse convenientemente, aunque los bancos ya han avisado de que los beneficios tardarán un año en llegar.

La foto de Calviño con la banca española intentará serenar la respuesta social al impuestazo de Sánchez. Las críticas han llegado desde la calle porque los clientes saben que son víctimas involuntarias de este fuego cruzado.

Vía oscura

La tramitación será por la vía más oscura y menos transparente que permite la ley. PSOE y Podemos presentaran la propuesta de ley. Se aprobará sin pérdida de tiempo para recortar plazos y empezará a funcionar antes de final de año. Se evita la vergüenza pública de auditarlo por diferentes sectores, los informes de organismos y, sobre todo, que el BCE haga un dictamen contrario. Al ser propuesta de partido y no de Gobierno no debería opinar, pero lo hará para avisar del peligro de este tipo de maniobras.