Medidas
Bruselas decide la hoja de ruta que marcará el duro invierno en Europa
El tope al gas que ha impuesto España no es una medida que sopesen en Europa
Los países de la Unión Europea (UE) cuentan con acordar un ahorro generalizado del 10 % del consumo eléctrico, un impuesto a los beneficios extraordinarios de las petroleras y un tope de precio a las renovables, como medidas de emergencia para aliviar los disparatados precios de la energía.
Temporales
Ese paquete de medidas –temporales y de aplicación inmediata– es la primera reacción comunitaria de envergadura tras más de un año de crisis energética, salvo por el ahorro voluntario de gas del 15 % acordado antes del verano y el llenado de los depósitos de cara al invierno, que están ya a una media del 88,17 % de capacidad.
En paralelo, se siguen desarrollando otros debates sobre posibles compras conjuntas de gas o límites de precio a las importaciones en la UE y, en un horizonte más lejano, se fraguará una reforma de calado del mercado eléctrico.
Según los documentos preparatorios de la reunión, las tres medidas basadas en una propuesta formal de la Comisión Europea que se pactarán mañana, pasan por gravar los «beneficios caídos del cielo» de las empresas de hidrocarburos a la altura del 33 %, fijar un tope de 180 euros el megavatio-hora de origen inframarginal (nuclear, lignito y renovables) y reducir el consumo eléctrico un 10 % de media.
España
En principio, a España sólo le afectaría directamente la medida sobre el ahorro eléctrico, pues Madrid pelea por poder mantener su propias medidas, algunas de ellas aplicadas ya desde hace un año y similares a las que ahora quieren el resto de socios comunitarios.
«Va por buen camino», señalan fuentes diplomáticas, sobre la intención de preservar intacto el sistema español de minoración de renovables (que captura el 90 % a partir de 67 euros MWh y no el 100 % a partir de 180 euros que ultima la UE) y su propio impuesto del 1,2 % sobre los ingresos de las grandes compañías energéticas (no el 33 % sobre los beneficios extraordinarios sólo de todas las empresas de combustibles fósiles de Bruselas).
Además, España y Portugal podrán seguir usando, al menos hasta mayo, el «mecanismo ibérico» que limita el contagio del precio del gas a la electricidad en el mercado mayorista y que cada vez resulta más atractivo para sus vecinos.
Electricidad
En cuanto a la rebaja del consumo de electricidad, distintas fuentes europeas y diplomáticas coinciden en que hay acuerdo sobre el fondo y que los países simplemente quieren flexibilidad para calcular cómo ejecutarla «sin rebajar el objetivo» del 10 % de media planteado por Bruselas.
«Se mantiene la ambición de un objetivo vinculante pero con elementos que se puedan modular», razona un diplomático.
Tope al gas
La cita –que empezará a las 9.00, se celebrará a puerta cerrada y se espera concluya a las 14.00 hora local– también servirá para debatir medidas adicionales sobre cómo abaratar el gas, que Europa paga más caro que en ningún lugar del mundo, especialmente desde la invasión de Rusia sobre Ucrania, y que marcó un récord en agosto de 346 euros MWh frente a los cerca de 30 euros de un año antes, aunque ahora se sitúa en torno a los 200 euros.
Más de la mitad de los socios comunitarios quieren imponer un tope de precio a todo el gas que importe la UE, medida que secundan Bélgica, España, Francia, Italia, Polonia, Eslovenia o Grecia, pero no los llamados «halcones», como Alemania, Países Bajos, Austria o los nórdicos, caracterizados por tener altas rentas y ser alérgicos a intervenir en los mercados.
«Varios Estados miembros (...) se están poniendo más y más nerviosos por el hecho de que la Comisión no reaccione», reconoce una fuente europea.
Tope a las importaciones
Bruselas, que se inclina por fijar un tope de precio sólo a las importaciones de gas ruso por gasoducto, se espera que el próximo martes presente una propuesta, teniendo en cuenta el debate de los países.
La Comisión también ha abierto la puerta por primera vez a extender la «excepción ibérica» al conjunto de la UE, como reclaman entre otros Francia, hecho que ha celebrado la vicepresidenta española Teresa Ribera, quien en una entrevista con EFE ha celebrado que Bruselas estudie ahora generalizar las medidas energéticas que aplica España, circunstancia que «ha acallado muchas tonterías».
Nordstream
Los ministros de energía también abordarán las fugas detectadas en los gasoductos Nord Stream que unen Rusia con Alemania, que todos tratan ya abiertamente de sabotaje pero que nadie atribuye aún.
«Todo el mundo está profundamente preocupado» sobre «cómo de segura es nuestra infraestructura» energética, dice un alto funcionario europeo.