Renfe 'afrancesa' su plantilla para recuperar el AVE a Lyon y Marsella
La compañía ha ya superado las trabas administrativas interpuestas por los organismos franceses
Renfe está acelerando sus planes para volver a operar en Francia antes del verano y está ultimando la formación práctica de los maquinistas que conducirán los trenes que llegarán hasta Lyon y Marsella, después de haber superado las trabas administrativas interpuestas por los organismos franceses.
Desde que SNCF decidiera justo hace ahora un año, de manera unilateral, no renovar el acuerdo con Renfe para prestar conjuntamente el servicio de alta velocidad entre España y Francia, la compañía española empezó con urgencia a gestionar los permisos para poder volver a ofrecer sus trayectos.
El último viaje comercial se realizó el 10 de diciembre y todos los esfuerzos se están dirigiendo para recuperar los trayectos antes del verano, sin que se haya dado aún ninguna fecha concreta.
Esta será la primera ocasión en que Renfe operará en solitario en un país extranjero, un movimiento que espera replicar a continuación en otros mercados, con un foco especial en Europa, aunque también en otros más alejados.
De hecho, el plan estratégico de esta empresa pública se ha marcado como objetivo que el 10 % de los ingresos de la compañía provengan de mercados internacionales en 2028, tanto con proyectos de alta velocidad como de cercanías.
«A Francia volveremos antes del verano. Hemos conseguido todos los permisos en un tiempo récord, pese a las trabas francesas», ha explicado el gerente de operaciones de alta velocidad internacional de Renfe, Juan Ricardo Zambrana, en declaraciones a los periodistas, durante un viaje de pruebas en el trayecto Barcelona-Lyon.
Formación de maquinistas
En estos momentos, Renfe está acabando la formación práctica de los tres maquinistas que actuarán luego como formadores de otros.
Renfe prevé tener formados hasta 25 profesionales que se harán cargo de los trenes que unirán Barcelona con Lyon y Madrid con Marsella.
A partir del 6 de marzo empezará la formación de ese grupo ampliado de maquinistas, que está previsto dure varias semanas, en función de la práctica que necesiten, lo que dependerá de su nivel de experiencia actual, entre otras circunstancias. Además, se ha formado al personal de intervención, integrado por 21 personas.
«Nuestros maquinistas no habían conducido nunca más allá de Perpiñán. Ahora hay que enseñarles cómo es la ruta hasta Lyon y Marsella, donde se encontrarán con señalizaciones diferentes a las españolas, con pasos a nivel, apeaderos y con otros códigos de seguridad», ha explicado Zambrana.
Los maquinistas, todos españoles, han tenido que aprender el reglamento ferroviario francés convencional y el de alta velocidad y tienen que hablar francés.
Reproches a los franceses
El gerente de operaciones de alta velocidad internacional ha lamentado las trabas que la administración francesa ha puesto para que Renfe pueda volver a Francia alegando la necesidad de garantizar los estándares de seguridad. «En cambio, cuando ellos quisieron operar en España, nosotros les abrimos las puertas», ha dicho.
El representante de Renfe se ha mostrado convencido de que los trayectos que SNCF quiso abandonar «son viables económicamente», pese a que el operador francés afirmó que eran deficitarios, y ha asegurado que «los números salen», no a corto plazo, pero sí en un plazo de dos o tres años.
Los trenes en pruebas, conocido en el argot ferroviario como marchas en blanco, salen de Barcelona-Sants y hacen paradas en Girona, Figueres-Vilafant, Perpiñán, Narbonne, Montpellier, Nimes y Valence TGV hasta llegar a Lyon.
El tiempo del recorrido es de unas 5 horas en los dos sentidos, el mismo que cuando Renfe operaba el trayecto con SNCF.
De estos 500 kilómetros, el grueso del recorrido se hace en alta velocidad, pero hay un tramo de unos 200 kilómetros –entre Perpiñán y Nimes– de línea convencional.