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Broncano, el diputado Figaredo y la presión fiscal

Durante el mandato de Sánchez, el incremento de la presión fiscal alcanza los 3 puntos sobre el PIB

Actualizada 04:10

Siempre le ha gustado a la vicepresidenta María Jesús Montero escudarse en el dato de la presión fiscal cada vez que se le afea la asfixia tributaria que sufrimos los españoles. La razón es que hasta ahora siempre hemos estado por debajo de la media de la Unión Europea, de manera que la también ministra de Hacienda podía venirse arriba y decir eso de que todavía hay recorrido para subir los impuestos en aras de la solidaridad de los más vulnerables y bla, bla. Lo que pasa es que está a punto de acabársele el chollo.

En 2002, en un momento de gran incertidumbre porque todavía salíamos de la pandemia y a Vladimir Putin se le ocurrió atacar Ucrania, la presión fiscal media de los Veintisiete alcanzó el 40,2 % mientras que en España nos quedamos en el 37,7 %, según Eurostat.

Pero es que en 2023, con el mismo conflicto bélico de fondo más la guerra en Gaza, el Gobierno la elevó hasta prácticamente el 39 %, como vaticina el Instituto de Estudios Económicos.

Durante el mandato de Sánchez, el incremento de la presión fiscal alcanza los 3 puntos sobre el PIB

Y abandonemos cualquier esperanza de que ese porcentaje deje de subir mientras Pedro Sánchez permanezca en la Moncloa. Durante su mandato el incremento de la presión fiscal alcanza los 3 puntos de PIB, 30 veces más que la subida media de la UE en el mismo periodo, que se sitúa apenas en el 0,1%. Porque la economía no da para más y porque el horno geopolítico no está para bollos. Lo hemos constatado este mismo fin de semana con la agresión indiscriminada del régimen iraní contra Israel.

El dato de los 3 puntos de PIB del IEE coincide con el que proporcionaba días antes un informe del Instituto Juan de Mariana, donde se asegura que entre pitos y flautas, el sanchismo ha subido 69 impuestos. Los pitos y las flautas son el IRPF, el IVA, las cotizaciones sociales y otros tributos que impiden llegar a fin de mes a buena parte de los españoles.

Los medios afines al Gobierno, con los gurús del fact-checking a la cabeza –a ver quién verifica al verificador–, se apresuraron a decir que no saben de dónde salen esos 69 impuestos. Opinan que se trata de un cálculo «difícil», pero se muestran incapaces de aportar una cifra alternativa, con lo que vienen a reforzar el trabajo de los economistas del Juan de Mariana muy a su pesar.

Figaredo y el esfuerzo fiscal

Un diputado de Vox, José María Figaredo, le reprochó la semana pasada a la vicepresidenta Montero en la sesión de control al Gobierno que «un español que hoy perciba 15.876 euros, el Salario Mínimo Interprofesional que llega a su bolsillo, Hacienda y el Estado se llevan 8.400 euros, un 54% del salario de aquellos españoles que menos cobran».

Se entiende lo que quería decir el parlamentario de Abascal, pero quizá se confundió a la hora de elegir el ejemplo del SMI porque la número dos del PSOE tergiversó sus palabras para aferrarse únicamente al Impuesto sobre la Renta y así, dejarle en evidencia: «¿Pero quién le ha dado ese dato, señor Figaredo? Le digo más, esa renta está exenta del pago del IRPF con las modificaciones que hemos hecho».

Podría haber argumentado también el diputado asturiano, que el esfuerzo fiscal –no confundir con la presión– que tienen que hacer los españoles para contribuir a las cuentas públicas, es ya un 17,8 % superior al de la Unión Europea. O que nuestro país se encuentra entre las economías de la OCDE con peor competitividad fiscal, según el índice de la Tax Foundation. En concreto, el año pasado nos situamos en la posición 31 del total de los 38 países analizados, ocho puestos más abajo que en 2019.

Así que no es de extrañar que el Día de la Liberación Fiscal no llegara hasta el 29 de julio en 2023 con la posibilidad más que cierta de que en 2024 nos vayamos a agosto como quien no quiere la cosa. Este indicador, que calcula los días que debemos trabajar al año para pagar todos los impuestos, nació en el Reino Unido bajo el nombre de Tax Freedom Day a principios de la década de los 70 del siglo pasado y el think tank Civismo es el encargado de adaptarlo a la economía española en estos momentos. En aras del rigor, sus responsables recuerdan que los 209 días correspondientes al último cálculo son sólo una media, ya que hay ciudadanos que soportan una carga tributaria más elevada que otros.

Los 28 millones de Broncano

La progresividad del sistema garantiza que la factura de la Agencia Tributaria a pagar por David Broncano no se parezca en nada a la de un mileurista, claro. De los 28 millones de euros que cobrará el presentador las dos próximas temporadas de TVE a cargo de todos los españoles, Hacienda se llevará un buen pico. Porque tendrá que hacer frente además, al Impuesto temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, la nueva figura tributaria del Gobierno que establece un gravamen del 1,7 % para los patrimonios de entre 3 y 5 millones de euros; del 2,1 % para los que van de los 5 a los 10 millones; y del 3,5 % para aquellos patrimonios superiores a los 10 millones de euros.

A Broncano le toca el máximo, aunque para el común de los contribuyentes no sea consuelo. Al menos podían haber tenido la delicadeza de ahorrarnos el disgusto en plena campaña de la Renta, que ya son ganas de tocar las narices por no decir otra cosa.

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