A Montero se le han perdido 8.000 millones, habrá que ayudarla a encontrarlos

Al final, mi ministra favorita se va a terminar enfadando conmigo. Aunque no debería, porque lo único que hago es ayudarla a cubrir sus fallos de memoria y a que encuentre los gastos que le faltan por contabilizar en las cuentas públicas españolas.

Yo sé que está muy ocupada haciendo la pelota al jefe, que lo está pasando muy mal con lo de Begoña y lo de David. Y que Montero quiere ser el paño de lágrimas donde Pedro el Fangoso repose la cabeza y encuentre alguien que le entienda y que le cante una nana.

Se ve que eso le hace olvidarse de transferir el dinero que debe a las comunidades, tanto para pagos corriente como para pagos de inversiones. Pero claro como las comunidades si no reciben lo que necesitan resulta que no pueden pagar sus compromisos, lo que hace Montero es habilitar otra vez el Fondo de Liquidez Autonómica para hacerles préstamos que no se contabilizan como gastos, en lugar de transferirles lo que les corresponde que sí se convierten en gasto.

En el artículo de mañana les mostraré el truco que se ha montado la ministra, para paliar que no les está dando el dinero que les corresponde y así no sube el gasto corriente y de capital, a cambio de reactivar el FLA y que en mayo llevemos prestado a la comunidades el 83 % de lo que les prestamos en todo el 2023, o el 92 % de lo prestado en 2022.

Hay que reconocer a 'Trampas' Montero su habilidad para manejar situaciones complicadas con trucos de mano que demuestran que conoce la calle, las cartas y qué hacer con ellas para que nadie sepa dónde está la bolita.

La cara no es que la tenga dura es que es de cemento armado o incluso de hormigón a prueba de cataclismos.

Pero para ello es necesario que vean lo que he preparado para entender que es un auténtico genio y que ni uno sólo de los especialistas de la bancada de la oposición se han enterado de cómo las gasta la ministra.

Los datos proceden de la web del Ministerio de Hacienda, del banco de Datos Económicos y del apartado de Novedades, donde se analiza la Ejecución de la AGE.

A estas alturas del año, ni ella se cree que el equipo de Pedro Sánchez haya sido capaz de bajar los gastos de la Administración General del Estado en 4.388 millones de euros.

El año pasado la contabilidad nacional daba unos gastos contables de 52.981 millones, este año da 48.593 millones. En total 4.388 millones menos que en 2023.

La partida más importante, las transferencias corrientes, que fueron 31.273 millones en el primer cuatrimestre de 2023, han sido 28.164 millones en el mismo periodo de 2024.

Las Transferencias Corrientes tienen 3 destinos: las comunidades autónomas, las corporaciones locales y la Seguridad Social. Que esta se haya reducido en un 9,9 %, supone haber enviado 3.110 millones menos que en 2023.

Lo suyo es que esta cifra estuviese alrededor de los 33.300 millones, es decir, que hubiese sufrido una subida aproximadamente del 6,5 % y que, por lo tanto, le faltan por contabilizar, o mejor dicho, por transferir 5.140 millones de euros para los gastos corrientes de las comunidades y de las corporaciones locales. Porque a la Seguridad Social no se le ha olvidado de transferir nada y a la SEPI, para comprar acciones de Telefónica, tampoco.

Pero lo mismo que pasa en las transferencias corrientes, también pasa con las de capital, que en 2023 se contabilizaron 5.714 millones y este año 3.041. Partida que sirve para pagar inversiones y aquí deberían haber transferido casi 6.100 millones. Por lo tanto, les falta por contabilizar, o mejor dicho de nuevo, por transferir, 3.050 millones a los mismos que las transferencias corrientes.

Entre esas dos partidas suman 8.200 millones de euros, que es mucho dinero.

Todo ese dinero es un verdadero problema para las comunidades que están asfixiadas por las necesidades de pagar salarios y sus gastos corrientes, además de a proveedores y acreedores. Y lo que han hecho, para que además no tenga que endeudarse y cante la tarara, ha metido dinero en el Fondo de Liquidez Autonómica y desde ahí, como veremos, prestarles todo lo que necesitan y un poco más para que no estén en boca de alguien por no pagar.

Así matamos dos pájaros de un tiro, no contabilizo gasto porque no hago transferencias corrientes y de capital y me endeudo y les hago préstamos, para que aguanten. Por eso tenemos a la Administración General del Estado con 93.300 millones de euros de deuda en los últimos 12 meses, récord absoluto.

Definitivamente, mi ministra favorita tiene más peligro que un mono borracho con dos pistolas, pero sin duda ganaría el premio a la creatividad contable.