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Marc Puig toca la campana en la salida a bolsa de la compañía de perfumería

Marc Puig toca la campana en la salida a bolsa de la compañía de perfumeríaEuropa Press

El rally de Puig: del salto al parqué al Ibex en solo dos meses y con una revalorización de casi el 5 %

El gigante catalán de la perfumería protagonizó en mayo la mayor salida a Bolsa en una década

Puig pone el colofón a su salida a Bolsa. El gigante catalán de perfumería y moda entró este lunes a formar parte del Ibex 35, tras cumplir el criterio de capitalización bajo los requisitos del Comité Asesor Técnico (CAT) del selectivo español. Lo hace en sustitución de Meliá, la compañía que ha registrado volúmenes más bajos en los últimos meses.

El salto bursátil de la compañía se produjo el pasado 3 de mayo. Puig SA protagonizó la mayor salida a Bolsa desde 2015 en España y la mayor del año en Europa, debutando con un precio de 24,5 euros por acción. El mismo día de su estreno creció un 4,07 % alcanzando por acción los 25,54 euros. En el primer mes su valor se revalorizó en un 7,2 % hasta alcanzar los 26,26 euros por acción. A día de hoy la revalorización desde la OPA es del 4,65 %, situándose en 25,73 euros.

Como explican desde Santander, para que un valor sea posible candidato a formar parte del Ibex 35, debe superar unos filtros mínimos. Así, la capitalización media del futuro integrante debe ser superior al 0,30 % de la capitalización media del Ibex 35 durante el periodo de control (los seis meses que van de una reunión a otra). Esto implica excluir a los valores de pequeña capitalización.

El segundo filtro establece que el valor debe haber sido negociado en, al menos, un tercio de las sesiones del periodo de control. Si esto último no fuese así, este valor aún podría ser elegido si estuviera entre los 20 con mayor capitalización, que es el caso de la compañía de perfumería, dado el fuerte apetito de los inversores.

Desde 1914

Los orígenes de la empresa se remontan a 1914 cuando Antonio Puig Castelló fundó la compañía. En ese momento la empresa tomó el nombre de su fundador, denominándose Antonio Puig S.A. Desde entonces, la compañía orientó sus negocios al sector de los perfumes y aguas de colonia y en menor medida al de los cosméticos.

En 1922 la empresa comercializó Milady, el primer pintalabios fabricado en España. No tan sólo era el primer pintalabios fabricado en la España de los años 20, lo que suponía un fenómeno industrial de consumo, sino que, además fue el precursor de «La teoría del Pintalabios Rojo».

Con el pintalabios Milady, Puig dio ese espacio de libertad de consumo a las mujeres de la España de la crisis de los años 20 y de la preguerra civil, en la que ya fuera por no tener recursos económicos para compras de mayor envergadura o por ahorrar directamente, podían adquirir un producto que las hacía estar mejor con ellas mismas y paliaban esa sensación de precariedad que te embriaga cuando no dispones o tienes que hacer ahorro por que hay riesgo de no disponer.

El empresario adquirió los derechos para representar la famosa «4711 Eau de Colonia» al tiempo que se asociaba con uno de sus primos, Paco Castelló, para fabricar sus propios tubos metálicos de «Milady» y no tener que depender de proveedores externos. Nació así una empresa paralela, Industrias Metálicas Castelló, que también tiene su particular historia.

En la década de 1940, tras la Guerra Civil Española, y en directa competencia con otra empresa barcelonesa de fabricación de perfumes de reconocido prestigio internacional, Myrurgia fundada por Esteve Monegal, y comprada por Antonio Puig en julio de 2000, Puig comenzó a comercializar la fragancia Agua Lavanda Puig, que se convertiría en uno de los productos icónicos de la compañía. Antonio Puig tomó la decisión de trasladar la fábrica y las oficinas a un edificio situado en la calle Travesera de Gracia, en el barrio de Gracia de Barcelona.

En los años siguientes, los cuatro hijos del fundador se incorporaron a la compañía. Pese a que la transición se produjo de forma gradual, finalmente Antonio Puig delegó en sus hijos la toma de decisiones: Antonio y Mariano se centrarían en la perfumería, José María se dedicó a la diversificación y Enrique a las relaciones institucionales.

Nueva fábrica en los 60

En 1960, se inicia la construcción de una fábrica en el parque industrial de Besòs, para responder a la expansión internacional promovida por Mariano Puig. En 1962 Puig se establece en Estados Unidos, con este hito, Puig se enmarca nuevamente en un avanzado a su tiempo, ya que es de las primeras empresas de consumo que desembarcan en el continente con sede propia.

Durante los años 60 se van ampliando las gamas y referencias de perfumes, así como expansión al Reino Unido entre otros países, hasta que en 1969 nace el primer perfume de la mano del diseñador español afincado en París, Paco Rabanne, Calandre, que se convirtió en un longevo líder del mercado femenino.

La década de los 70 supone expansión, tanto a nivel industrial creando fábricas en Francia como ampliando porfolio con lanzamiento del primer perfume al mercado de la diseñadora Carolina Herrera. Una muestra más de visión de mercado, ya que mucha gente catalogaría el negociado de Puig en un simple fabricante de perfumes, y verdaderamente es una empresa de «cool hunting» del ámbito de la perfumería y dermocosmética.

En 2004, Marc Puig se convertiría en consejero delegado de la compañía y en 2007 en presidente, mientras que su primo Manuel era nombrado vicepresidente. Ellos han logrado trasladar las enseñanzas de su abuelo Antonio a la gestión de una empresa del siglo XXI. «Tuvimos que decidir cuál era nuestro principal objetivo comercial y concluimos que queríamos tomar el testigo de nuestros padres, multiplicar su talento y transmitirlo a la siguiente generación, perpetuando los valores de la familia».

Puig SA, en los últimos años, ha pasado de importar artículos diversos desde Londres a vender perfumes en 150 países, contar con filiales propias en 26 y cuatro fábricas, dos en Barcelona, una en Madrid y otra en Francia, empleando a 4.472 personas en todo el mundo. Puig cuenta actualmente con cinco plantas de producción, situadas cuatro de ellas en Europa y otra en México, produciendo 331 millones de unidades de perfume cada año.

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