España es el cuarto país en la UE con mayor tasa de deuda sobre el PIB

Sabíamos, desde el mes de mayo oficialmente, que nuestra tasa de deuda sobre el PIB era del 108,9 % al cierre del primer trimestre. Había pasado del 107,7 %, que era la tasa que teníamos a 31 de diciembre y que la pifia era monumental. Y más cuando sabemos que hemos declarado un déficit oficial de 6.111 millones de euros que sólo representa el 1,7 % del PIB, eso sí, ese déficit crece un 78 % con respecto al mismo trimestre del 2023.

La verdad es que cada vez se hace más difícil entender como la ministra de Hacienda cuadra las cifras. Nos dice el INE que crecemos en términos reales un 0,8 %, que para un solo trimestre si esto fuese verdad, sería espectacular. Lo malo es que ya he demostrado que no era verdad. La deuda se dispara hasta los 1,613 billones, creciendo en 40.000 millones la deuda, pero el déficit se queda en el 1,7 % del PIB, repito, que si fuese cierto sería maravilloso, pero difícil de entender con un incremento de deuda que hace pasar del 107,7 % al 108,9 % nuestro porcentaje de deuda sobre un PIB que crece muy por encima de la media europea en términos reales y, por lo tanto, mucho más en términos nominales.

Lo que todavía no sabíamos era como quedábamos en la foto de la Unión Europea y ahora sí lo sabemos. La foto me imagino que se le habrá atragantado al Gobierno, aunque a este Gobierno es difícil que se le atraganta algo.

El dato nos coloca en la cuarta posición como país más endeudado de toda la Unión Europea, a 26,9 puntos de la media y a 48,9 puntos del objetivo de la Unión Europea.

Veamos el cuadro que he preparado al efecto:

La Unión Europea y sus 27 países tienen a cierre del primer trimestre del 2024 un 82 % de deuda sobre el PIB.

Sólo hay seis países por encima de la media, pero por desgracia para la Unión es que tres de ellos forman parte de los cuatro más grandes, otros dos fueron los que necesitaron de la intervención por parte de la UE y el FMI y el sexto es Bélgica que ha entrado en una vorágine de descontrol muy peligrosa.

Grecia, que es el país que tienen mayor porcentaje de deuda, pero no para de bajarla y en sus peores momentos rozó el 200 %. El segundo país es Italia y desde que llegó Meloni y a pesar de que le queda mucho trabajo, la deuda empieza a estar controlada y ha ido bajando desde un 148 %.

La tercera economía con más deuda en porcentaje sobre el PIB es Francia, que está en el punto de mira de los mercados, porque el crecimiento del gasto público se ha disparado, el déficit acumula subidas muy peligrosas y la deuda no para de subir más de lo que sube el PIB

Y la cuarta economía es España, que está siguiendo los mismos pasos que Francia, con la única diferencia que en volumen tenemos algo más de la mitad de deuda que los franceses, pero que si estos sufren alguna tensión, nosotros seguiremos detrás.

La quinta es Bélgica, que ya he comentado, y la sexta Portugal, que lo mismo que Grecia, aprendió la lección y no para de bajar su porcentaje sobre el PIB y ya está a punto de quitarse los tres dígitos.

Toda la demás economía de la Unión está por debajo de media, pero lo más importante es que hay 14 economías que están igual o mejor que el objetivo de convergencia del 60 % y tenemos 4 países incluso que están igual a por debajo del 30 %: Suecia con un 30,8 %, Luxemburgo con un 27,2 %, Estonia con un 23,6 % y Bulgaria con un 22,6 %, son países pequeños, pero que demuestran que si se quiere se puede.

El trabajo de Grecia, Italia y Portugal debe de seguir porque está muy lejos de la media y del objetivo final, pero el gran problema se llaman Francia y España y en este club puede entrar, en cualquier momento, Bélgica.

El problema lo tiene la Comisión Europea, que tiene que ponerle freno a la segunda y a la cuarta economía de la Unión Europea y la Comisión además sabe, que la Unión no tienen suficientes recursos, como para salvar a uno de los dos países y por lo tanto mucho menos para salvar a los dos.

Una caída de alguno de ellos se puede llevar por delante al euro y a la Unión Europea, así que sería bueno que en Bruselas se pongan de forma inmediata manos a la obra para evitar el colapso financiero del euro.