¿Queda alguien serio en el Gobierno?

Sé que el título del artículo es muy fuerte, pero tengo la sensación de que algo se está cociendo en el backstage del Ministerio de Hacienda y de la Intervención General de la Administración del Estado.

En uno de los apartados más recónditos de la web de la IGAE, se publica el informe FMI Proyecto NEDD/SDDS Datos del Sector Fiscal sobre Operaciones no financieras. Incluye información que corresponde «a las operaciones no financieras realizadas por el conjunto del sector de las Administraciones Públicas (S.13) y por el agente Estado, de acuerdo a los criterios de delimitación institucional y de imputación y valoración de operaciones establecidos por el Sistema Europeo de Cuentas Nacionales de la Unión Europea (SEC 2010). Revisión Estadística 2019. Los datos están adaptados a las especificaciones del National Summary Data Page (NSDP), aprobados por el Consejo Ejecutivo del FMI, normas obligatorias para todos los países que colaboran en el proyecto NEDD (Normas Especiales para la Divulgación de Datos)».

En definitiva, son los datos consolidados de las Administraciones Públicas que recogen los ingresos del Estado, que en el informe se llaman recursos y todos los gasto del Estado, que el informe se llaman empleos y que al cierre del ejercicio es el dato oficial de recaudación e ingresos de todas las Administraciones Públicas (la Administración General, incluida la Seguridad Social y los organismos autónomos, las comunidades autónomas y las corporaciones locales), los gastos totales consolidados y, por lo tanto, del déficit que oficialmente se reporta tanto a la Comisión Europea, a Eurostat como al Fondo Monetario Internacional.

En este informe es justo donde Hacienda informa, primero provisional y posteriormente de forma definitiva, del déficit que ha generado el país en su conjunto y por el que nos miden en Bruselas. Dicho esto, algo se está cociendo y la verdad es que no sé muy bien el qué.

El dato enviado a Bruselas y al FMI es de 18.709 millones de euros, que supone subir el déficit con respecto al mismo período del 2023 en un 100,7 %, lo cual quiere decir que, si extrapolamos los datos manteniendo esta situación a finales del 2024, el déficit estimado saldría en 107.222 millones de euros, que sería la quiebra de nuestro sistema. Por eso digo que no entiendo que se está cociendo detrás. Pero veamos los datos que he sacado del informe Proyecto NEDD/SDDS

Según estos datos, la Contabilidad Nacional, según el Sistema Europeo Contable del 2010 (SEC 2010), revisado estadísticamente en 2019, los ingresos o recursos han pasado de 99.089 millones de euros a 131.890 millones, que supone un incremento de los ingresos en los seis primeros meses del año de un 33,1 %, pero los empleos o gastos de las administraciones que están en este informe crecen un 39,0 % llegando a los 150.689 millones. Todo parece indicar que en este informe no están incluidas las corporaciones locales.

Estos datos nos llevan a que el déficit contable generado es de 18.799 millones de euros. Hay que recordar que el cierre contable de 2023 fue de 625.661 millones de ingresos y 678.820 millones de gastos y que, por lo tanto, el dato de déficit oficial generado en el 2023 fue de 53.159 millones de euros.

Esto quiere decir que en el 2023, a cierre del primer semestre se llevaban sólo contabilizados el 16 % de los ingresos, el 16 % de los gastos y el 18 % del déficit.

Para estimar que es lo que puede pasar de aquí a final del ejercicio tenemos dos vías: la primera suponer que el crecimiento de gastos e ingresos se va a mantener a cierre del ejercicio y la segunda es que la proporción pendiente de contabilizar a cierre del 2024 es la misma que teníamos al cierre del primer semestre del 2023.

Los datos que salen dan resultados muy similares, pero a la vez difíciles de digerir, porque de ser así nos encontraríamos en un crackde nuestro sistema económico financiero.

Nos iríamos, a cierre de 2024, a 832.129 millones de ingresos que no tengo ni idea de donde pueden llegar a salir, y a 943.560 millones de gasto, que tampoco creo posible que nos gastemos, pero que son las tendencias que tienen hoy la Contabilidad Nacional que nos llevaría a un déficit de 107.222 millones, un 6,9 % de déficit y obligaría a Bruselas a tener que intervenir la economía española.

Pero la otra hipótesis es que también este año se lleve contabilizado sólo el 16 % de los ingresos y de los gastos y que queda el 84 % pendiente de contabilizar, lo mismo que en 2023 y que nos lleva a cifras muy similares:

Ingresos y gastos son ligeramente inferiores y se parecen mucho y el déficit en lugar del 6,9 %, sube al 7,5 %, que es peor y que hoy no hay ningún país que se lo pueda permitir.

Por esto es por lo que no me cuadran en absoluto los datos presentados y enviados a Bruselas, no son creíbles y habrá que seguirlos en los próximos meses con mucho cuidado, hasta conocer el resultado final.