España es el segundo país con mayor déficit de la balanza comercial de la Unión Europea
El Gobierno no solo se enorgullece de que el sector exterior sea el que les arregle el PIB, sino que además se creen sus propias mentiras de que el empleo va como un cohete
Esta semana hemos conocido los datos de crecimiento del PIB. Como el ministro de Economía y la Factoría de Noticias Fake de la Moncloa han dicho que el crecimiento de nuestra economía viene inducido por una aportación muy positiva de nuestro sector exterior, he pensado que antes de ponerme a analizar el PIB, es mejor empezar a analizar el sector que parece que ha inducido un mayor crecimiento del PIB.
La demanda externa ha aportado, según el comunicado del ministerio, 0,5 puntos del crecimiento del 0,8%, mientras que la demanda interna lo ha hecho en 0,3%, siendo por lo tanto nada, cero, la Formación Bruta de Capital.
No solo se enorgullecen de que el sector exterior sea el que les arregle el PIB, sino que además se creen sus propias mentiras de que el empleo va como un cohete, cuando llevan ya dos años sin proporcionar cuantos parados hay entre los «parados-discontinuos» y donde, además, destacan el buen comportamiento de todas las ramas de actividad.
La verdad es que son unos auténticos fenómenos de la comunicación y que hacen de cualquier pequeña cosa un monumento equivalente a la Estatua de la Libertad, de la Puerta de Brandeburgo o del Coliseo Romano.
Así que, para que veamos que una parte de la demanda externa, que dicen que ha crecido sobre el primer trimestre aportando un 0,5% de crecimiento, la balanza comercial de productos, que no es otra cosa que la diferencia entre exportaciones e importaciones, es negativa y es la segunda más negativa de los 27 miembros de la Unión Europea.
Así que poco a poco iremos desgranando toda la información para, como siempre, mostrar las incoherencias que hay en el cálculo del PIB, que es uno de los temas con los que más disfruto dando cera y puliendo cera.
De momento, veamos que ha pasado con nuestra Balanza Comercial, que ha publicado Eurostat y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresas, en los cinco primeros meses. Pues seguimos a la espera de saber que ha pasado en junio y que datos les ha proporcionado el ministro Cuerpo a la Sra. Manzanera para ese mes, que siguen ocultos a la mayoría de los mortales que estudiamos estos temas.
La balanza comercial de la Unión Europea es positiva y tiene un superávit de 78.969 millones de euros y la de la Eurozona es más positiva todavía con un superávit de 90.026 millones.
Hay 12 países con superávit y, por lo tanto, 15 con déficit.
Los 3 países con mayor superávit son Alemania, con una cifra espectacular de 111.468 millones, esto sí que suena a música celestial y permite creer que van a crecer gracias a su balanza comercial. La segunda economía es la de los Países Bajos con 41.997 millones, otros que tienen buena música para su crecimiento y los terceros son los irlandeses, con un superávit de 35.964 millones.
El cuarto país es Italia, con 25.425 millones. Y ya tenemos 3 grandes entre los 4 primeros puestos en el ránking de cifras positivas entre exportaciones e importaciones de productos.
Polonia ocupa el puesto número 9 con un superávit también de 3.580 millones y ya nos vamos al puesto 26 donde está España, con un déficit de 18.089 millones de euros y el último puesto lo ocupa Francia con un saldo negativo de 42.991 millones, 2,4 veces más que España.
Portugal y Grecia son otros dos países con serios problemas de balanza comercial con 10.900 millones y 14.353 millones respectivamente en negativo que lastrarán su crecimiento.
En el próximo artículo analizaremos la composición del crecimiento del PIB nominal que nos va a dar una información muy clara de lo que ha pasado en la economía española antes de corregir la inflación, para a continuación revisar el segundo trimestre a través de los índices encadenados, para saber cómo se ha comportado la economía en términos reales.
Y ya voy poniendo una cervecita en la nevera para enfriar y que me tomaré en cuanto encuentre todos los «errores no forzados» de un crecimiento que no se creería ni Maduro, perdón, ni el Gobierno.