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13 de septiembre de 2024

Kamala Harris y Donald Trump, candidatos a la presidencia de EE.UU.

Kamala Harris y Donald Trump, candidatos a la presidencia de EE.UU.Andrew Caballero-Reynolds, Brendan Smialowski / AFP

¿Kamala Harris o Donald Trump? ¿Quién es mejor para los negocios?

La subida de impuestos que propone la demócrata choca con la bajada que sugiere el republicano, y ya hay datos que demuestran qué ha ido mejor a la economía americana

Como recordarán algunos o muchos lectores, en su mandato como presidente de los Estados Unidos Donald Trump bajó en el año 2017 el Impuesto de Sociedades a las empresas del 35 % al 21 %, una medida que tuvo unos efectos muy positivos, como recuerda y explica muy bien el economista Juan Rallo basándose en un informe.

Entre esos efectos positivos estuvo, en primer lugar, que la inversión empresarial aumentó entre un 8 % y un 14 %, algo clave para el futuro y la prosperidad de la economía (el consumo gasta en el momento presente, y la inversión propicia que haya bienes consumibles a mayor plazo).

En segundo lugar, la bajada de impuestos se tradujo en que la economía estadounidense, su PIB, aumentó un 1 %. Teniendo en cuenta que la economía de EE.UU. son 28 billones de dólares, un 1 % son 280.000 millones de dólares, el 20 % del PIB español. Con este aumento, la economía americana sería capaz de producir 3 billones de dólares más en bienes y servicios de lo que hubiera sido sin la rebaja de impuestos.

Como consecuencia de este descenso fiscal, la economía estadounidense recaudó un 40 % menos por el Impuesto de Sociedades, un 0,65 % del PIB. Si como contábamos antes la rebaja del impuesto supuso un 1 % más de ingresos, la consecuencia es que la cuenta es positiva.

Además, como consecuencia del aumento del PIB, los salarios subieron en una media de 1.000 dólares por trabajador y la rentabilidad extra para los accionistas de las empresas a las que más afectaba esta rebaja fue de entre el 8 % y el 12 %.

Expresidente Donald Trump en un acto de campaña en Montana

Expresidente Donald Trump en un acto de campaña en MontanaMichael Ciaglo / AFP

En el debe de Trump hay que poner que no bajó el gasto público federal. Como consecuencia se disparó la deuda, pero eso no va a corregirlo la candidata demócrata, Kamala Harris.

La propuesta de Harris es gastar más, imprimir más dinero si hace falta, y eso es muy peligroso, teniendo en cuenta la evolución que ha tenido la economía estadounidense con el actual presidente, Joe Biden.

Como recuerda con mucho acierto en un vídeo el economista Daniel Lacalle, la economía de Estados Unidos ha acumulado un déficit de 1,5 billones de dólares en los diez últimos meses. La economía crece y crea empleo, pero en el último año suma 1,6 billones de dólares de déficit. Se endeuda a un ritmo de 5.000 millones de dólares diarios. Y las proyecciones para 2024 de la oficina presupuestaria del Congreso no son buenas: prevén un déficit de 1,9 billones que se superará si se sigue a este ritmo, un 99 % de deuda en manos del público sobre el PIB, 6,8 billones de dólares de gasto y 4,9 billones de ingresos. Se espera que el gasto aumente y que los ingresos se mantengan estables. No esperan recesión ni crisis. Se dispara el gasto obligatorio, y en concreto el coste de la deuda. El déficit con Biden ha alcanzado su máximo en periodo de paz desde el año 1970.

El programa de gasto de Harris supera los 1,7 billones de dólares, y con ello proyecta una deuda adicional de entre 22 y 25 billones de dólares en la próxima década en el mejor de los casos, si no hay recesión. Harris piensa que podrá financiarlo con los impuestos a los ricos y a las grandes empresas, pero Lacalle aclara que está muy equivocada: sus estimaciones son muy optimistas, y no hay ninguna manera de sacar dos billones de dólares anuales adicionales en ingresos fiscales a los ricos y a las grandes empresas.

El aumento del déficit, de la inflación, la posibilidad de imprimir más dinero, repercuten en la pérdida de poder adquisitivo del dólar, tanto en el propio país como en quienes lo tienen como moneda de reserva, y por eso en buena medida se está invirtiendo más en oro, que está viendo subir su valor.

Aunque las políticas económicas de ambos candidatos entran en muchos más detalles, esta comparación puede ser suficiente para concluir que las medidas de Trump han funcionado mejor que las de Biden y Harris para la economía americana. Por supuesto la intención de los demócratas es volver a subir el impuesto de sociedades al 35 %.

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