Fundado en 1910
Análisis económicoJosé Ramón Riera

Llega Escrivá y la deuda baja en 8.900 millones: ¿casualidad o mucha suerte?

Por primera vez en mucho tiempo, el déficit contable, que ha sido en julio 42.010 millones de euros, se parece a la deuda que ha sido de 42.212 millones y al déficit de caja que se ha quedado en 43.237

Actualizada 04:30

José Luis Escrivá acaba de aterrizar en el Banco de España como gobernador y, ese mismo mes, la deuda que publica este organismo siguiendo el Protocolo de Déficit Excesivo que nos exige la Unión Europea, y la deuda consolidada se mete el mayor bajón en los últimos 12 meses y se coloca en el cierre de julio al mismo nivel que el déficit contable publicado por la IGAE cuando siempre anda muy por encima.

En estadística no creo en las casualidades y sí en las causalidades, pero esta vez me voy a tragar el sapo porque, si en ocho días ha sido capaz de cocinar la deuda es, sin duda, un genio. Como creo que no es un genio, voy a hacer un acto de fe y creerme que no ha habido cocina. Así, el Tesoro publicó que la Administración General del Estado redujo en julio 3.000 millones de deuda –otro tanto viene por las comunidades autónomas– a los que hay que restar 2.000 millones por la consolidación.

Pero ya estoy ansioso por ver qué pasa en agosto, donde ya sabemos que el Tesoro ha informado que la deuda de la Administración General ha crecido en 9.000 millones y nos deberíamos ir otra vez alrededor de los 1,625 billones de euros.

Así que, aunque el exministro Escrivá no es santo de mi devoción, no por ello debo de dejar de darle una oportunidad, exactamente lo mismo que hice con Carlos Cuerpo, que poco a poco se ha ido diluyendo como un azucarillo en agua caliente y hoy es otro más de los pelotas que, con tal de mantener el puesto, hace lo que haga falta.

Así que mejor vamos a lo que nos ha pasado con la deuda desde el 31 de diciembre de 2023 hasta el cierre de julio de 2024 y como se ha distribuido el crecimiento de los 42.172 millones que tenemos de deuda nueva en lo que va de año.

Realmente nos hemos endeudado en 58.195 millones, pero como la Administración Central se ha tenido que endeudar en nombre de otros, como pueden ser los organismos autónomos que ya no pueden pedir deuda por ellos mismos y lo tiene que hacer el Tesoro es su representación, resulta que oficialmente están bajando mes a mes su deuda cuando esta vence, pero es la Administración Central la que asume esa deuda.

Lo que está claro es que hemos tenido que pedir prestados 58.195 millones y a la Administración Central, le han pedido prestados 16.023 millones para dejar un neto de 42.1725 millones.

Las comunidades autónomas han pedido, en lo que va de año, 9.460 millones y ya están endeudadas en 334.694 millones de euros. Los ayuntamientos y las diputaciones lo han hecho en 562 millones y su deuda está controlada pues solo supone el 1,2 % del total de la deuda sin consolidar, mientras las Comunidades ya representan el 16.9%.

Está claro que julio ha sido un buen mes porque el Estado español ha conseguido bajar oficialmente su deuda en 8.900 millones, pero hace un año la bajada fue de 11.200 millones.

Por lo tanto, esto quiere decir que a pesar del crecimiento de las cotizaciones sociales de un 7,1 % y de que los impuestos recaudados en julio por la Agencia Tributaria han crecido un 8,2 %, hemos podido solo reducir la deuda un 20 % menos que en julio de 2023.

Por primera vez en mucho tiempo, el déficit contable, que ha sido en julio 42.010 millones de euros, se parece a la deuda que ha sido de 42.212 millones y al déficit de caja que se ha quedado en 43.237.

Y aunque ya he dicho que en la estadística no creo en las casualidades, sino en las causalidades, aquí tenemos otra casualidad que casi podríamos decir histórica porque esto no va a volver a suceder con este gobierno, posiblemente nunca más.

De todas maneras, Escrivá ha entrado con una flor en el culo, expresión que viene del juego de las tabas, donde en el culo de la taba se tallaba una flor para que diese suerte.

comentarios
tracking