Verdades y mentiras detrás del crecimiento del PIB: el 46 % viene de la Administración Pública
España, incluso con el turismo, solo crece realmente muy poco más que la Unión Europea. Concretamente una décima, porque el resto se sostiene con la deuda que pedimos prestada
Hace unas semanas, FUNCAS –la Fundación De las Cajas de Ahorros y uno de los tres grupos de estudio e información económica independientes de nuestro país, junto a BBVA Research y FEDEA– publicó un estudio en el que explicaba que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) registrado desde la pandemia se debía, en un 59 %, gracias al crecimiento del Consumo Público.
En este artículo voy a analizar el crecimiento del PIB desde el punto de vista de la oferta, que no es otra cosa que ver que sectores de la economía española están incrementando este valor y que sectores son lo que influyen en el crecimiento económico de España.
La economía, desde el punto de vista de la oferta, se divide en tres grandes sectores económicos: la agricultura, o sector primario; la industria y la construcción –el también llamado sector secundario–; y el sector servicios, que a su vez se subdivide en siete sectores económicos, que son el comercio, la información y las comunicaciones, las actividades financieras y de seguros, las actividades inmobiliarias, las actividades profesionales, la administración pública y las actividades artísticas y recreativas. A este resultado se le suma los impuestos sobre el valor añadido y los impuestos especiales, para que se refleje el valor total de la producción.
El Instituto Nacional de Estadística (INE), publica todos estos datos y, obviamente, tienen que coincidir y coinciden con el cálculo visto desde el punto de vista de la demanda. La composición del PIB, a precios corrientes, del tercer trimestre, comparado con el del segundo trimestre de 2024 queda así:
Primer punto a destacar: el crecimiento del PIB, en total, en tercer trimestre ha sido de 4.681 millones, que supone un incremento del 1,2 % en términos nominales.
La agricultura, que está en fase completamente terminal, crece en generación de valor 124 millones, mientras que la industria lo hace en 1.669 millones y supone una aportación de valor del 35,7 % del total del incremento del PIB. Por su parte, la construcción también va como la agricultura, incluso reduce su valor en 261 millones.
Los servicios, que son los que realmente suman en nuestro país, aportan 2.714 millones y supone el 58 % del incremento, con un comercio con la marcha atrás puesta y una caída de 775 millones. El resto de los sectores crecen, pero las actividades financieras y las actividades inmobiliarias lo hacen muy por debajo de la media, un 0,6 % y un 0,4 % respectivamente.
Quien realmente aporta y mucho valor es, efectivamente, la Administración Pública que crece un 3,5 %. Suma 2.130 millones al incremento y representa el 45,5 % del total de los 4.681 millones que crece la economía española. El día que se pare el incremento del gasto público nuestra economía se parará.
Si el valor añadido hubiera sido cero, la economía española hubiese crecido 2.551 millones, lo que hubiese hecho que nuestro PIB en términos nominales hubiese crecido solo un 0,6 %. Esto, a su vez, hubiese provocado que nuestro PIB real creciese un 0,4 %, una décima más que el crecimiento del PIB real en la Unión Europea.
Así que, tranquilamente, podemos decir que España, incluso con el turismo, solo crece realmente muy poco más que la Unión Europea. Concretamente una décima, porque el resto se sostiene con la deuda que pedimos prestada.
Los economistas pagados por el Gobierno se soliviantan cuando ven análisis de este estilo, disparan a dar en los medios de comunicación afines al Gobierno y tratan de denostar a todos aquellos que no comulgamos con su modelo de gasto público. No comulgamos porque todos los meses hay que pedir casi 7.000 millones prestados para poder vivir y esto, antes o después, se acaba y como llevamos muchos años así, estamos ya muy cerca de que se nos acabe.