La Agencia Tributaria recauda hasta noviembre 2.000 millones más que en todo 2023
En solo tres años el incremento a noviembre ha sido de 67.123 millones, que ha servido para pagar muy bien a las amigas de exministros, a viajes de los Falcon a Santo Domingo, a fugados a Waterloo y mucho gasto político inútil
Está claro que el espíritu depredador de la Agencia Tributaria ha alcanzado ya el nivel máximo de competencia en aquello que le da la gana. Todos los que no forman parte del conjunto del gobierno, sus amigos o familiares, están incluidos en el punto de mira de este organismo.
Vemos cómo David Azagra, también conocido como David Sánchez Pérez Castejón, se mofa del resto de los españoles diciendo que se le investiga por ser hermano, y es cierto, porque está cobrando de los impuestos que pagamos todos, pero, en cambio, no tributa en España porque a la Agencia Tributaria no le da la gana y se lo permite, mientras a los demás nos persigue con saña ante cualquier error que cometamos.
O tenemos el caso del tenor Víctor de Aldama, que supuestamente ha defraudado 182 millones de euros, que nadie sabe dónde están, todo ello por la negligencia de una Agencia que solo hace su trabajo cuando quiere y contra quien quiere.
Ya Hacienda no somos todos, cuando supuestamente el jefe del Gabinete de la máxima autoridad del Ministerio de Hacienda no manda investigar a la Agencia, ni esta lo hace de motu proprio, con el enriquecimiento de este personaje que, supuestamente, ha pasado de una vivienda a tres desde que se relaciona con Koldo y Víctor de Aldama.
Así podríamos seguir y llenar folios con ejemplos de cómo una Agencia que fue ejemplar en el pasado hoy es una burda imagen de lo que fue. Y funciona exclusivamente como un grupo muy bien pagado, con objetivos muy claros de mirar para otro lado cuando es necesario y apretar el acelerador de la recaudación cuando se les dice que miren al frente. Esto, a mí, me parece que supuestamente es un delito de prevaricación.
Creo que en mi vida he puesto tantos «supuestamente» para evitar que me empapelen por mis opiniones. Tal como funciona hoy esta Agencia, se asemeja más a un modelo mafioso que a un modelo de Estado moderno, por supuesto supuestamente.
Si no, miren qué bien lo hacen para el Estado y para cobrar sus incentivos, comisiones y bonos, que les hacen ser los funcionarios mejor pagados del Estado gracias a esos 575 millones que se reparten entre todos por hacer solo su trabajo y dejar de hacer lo que les ordenan.
La Agencia Tributaria recaudó en todo el año 2023 la impresionante cantidad de 271.935 millones. Pues bien, a cierre de noviembre de 2024 lleva recaudados 273.993 millones, es decir, 2.058 millones más que en todo el año pasado, y todo esto sin incluir a todos los amigos de la Moncloa y de los ministros miembros del gobierno.
Veamos qué ha pasado en el mes de noviembre, donde de nuevo se ha vuelto a crecer un 9 % en recaudación sobre noviembre de 2023, a pesar de que en el IRPF solo se ha crecido un 4,9 %, lo cual llama un poco la atención.
Los Impuestos directos en noviembre crecen casi en 1.000 millones, gracias a los 534 millones que se recaudan de más en el IRPF y a los 469 millones de más que se recaudan en impuestos medioambientales. Dado que en 2023 se recaudaron en este mes 15 millones, este año el palo ha sido de 484 millones.
Los impuestos indirectos crecen en 600 millones gracias a la subida de recaudación del IVA, que lo hace en un 7,7 %, y a los impuestos especiales, donde destaca el incremento del 740 % en la recaudación por el Impuesto sobre la electricidad. Total, un incremento sin importancia.
Todo esto lleva a pasar de 17.535 millones recaudados en el mes de noviembre de 2023 a 19.120 millones, que suponen una subida del 9 %.
Desde el punto de vista acumulado, el IRPF ha llegado a 121.069 millones, cuando en diciembre del año pasado (el año completo) habían recaudado 120.280 millones. La recaudación acumulada a noviembre crece un 7,5 % con respecto al año anterior, mientras el Impuesto de Sociedades crece un 13,5 % y los impuestos medioambientales suman 1.039 millones y crecen un 558 %. Esto se llama atraco a mano armada y que los cauces de los ríos de la cuenca del Júcar no se limpiasen y tengamos 230 muertos.
En los indirectos, el IVA crece un 7,4 % y también ha recaudado ya más que en todo el año 2023; los impuestos especiales crecen un 6,2 %, donde el impuesto a la electricidad se dispara en los 11 primeros meses del año a una cifra de 991 millones y un crecimiento del 476 %.
La recaudación total se va a 273.993 millones y crece un 8,3 % frente a los 252.927 millones que se recaudaron en este mismo período de tiempo. Es decir, los cuerpos de élite de inspección se han apropiado legalmente de 21.066 millones de más, cuando el año pasado, a esta misma fecha, ya se habían apropiado de 13.138 millones de más y en 2022 lo hicieron en 32.919 millones de euros.
En solo tres años, el incremento a noviembre ha sido de 67.123 millones, que ha servido para pagar muy bien a las amigas de exministros, a viajes de los Falcon a Santo Domingo, a fugados a Waterloo y mucho gasto político inútil.