El déficit contable sube un 19,9 %, hasta alcanzar los 37.228 millones

Hoy es 26 de diciembre de 2024. Son las 5:35 de la mañana y la web del Ministerio de Hacienda lleva 10 minutos caída. Es la primera vez que veo en muchos años que no me puedo conectar. Sorprendente, como mínimo: el Ministerio mejor dotado de sistemas de información está parado en estos momentos.

Así que, en lugar de consultar lo que quería, tiro de los datos que casi siempre y afortunadamente almaceno en mi nube, porque como no tengo nada que ocultar, no me importa dejar huella, no como algún investigado por el Tribunal Supremo que tiene mucho que ocultar y borra sus mensajes.

En el artículo de ayer mostré que en octubre, según la Intervención General de la Administración del Estado, el déficit contable de la Administración del Estado, sin contar con los ayuntamientos ni las comunidades Autónomas, llegó a 26.385 millones de euros, con un incremento del 37,8 %, a pesar de que el mes de octubre había sido excepcional en ingresos y que se consiguió un superávit contable 7.905 millones.

En un solo mes vamos a ver que hemos generado un déficit equivalente a un 0,7 % del PIB. Si eso fuese lo habitual, nos llevaría a un déficit de más del 8 %

Pero, para desgracia de Hacienda, ha llegado noviembre y las cosas han tornado a la realidad. De nuevo, como vamos a ver, todo el sistema ha vuelto a entrar en una crisis propia de un Estado que va directo a la quiebra como no se le ponga freno al gasto, porque de nuevo volvemos a un mes en que el déficit contable se dispara y vuelve a dar una sensación de que esto no hay quien lo pare. En un solo mes vamos a ver que hemos generado un déficit equivalente a un 0,7 % del PIB. Si eso fuese lo habitual, nos llevaría a un déficit de más del 8 %. Es cierto que los meses de enero, abril, julio y octubre son meses de una gran recaudación, porque las pymes hacen sus declaraciones trimestrales de IVA e IRPF, que palían los efectos de los otros ocho meses del año.

Pero que en un solo mes la Contabilidad Nacional que, por otro lado, estoy convencido de que no está al día como demostraré en otro artículo en cuanto se publiquen los datos del mes, a pesar de quedarse gastos en el cajón o pendientes de contabilizar, genere un déficit del 0,71 %, nos debería dejar más que preocupados por el tema.

Es cierto que noviembre suele ser siempre un mes negro para la Administración General del Estado porque se tienen que afrontar gastos extraordinarios, como el pago de pensiones, y hay que empezar a ponerse al día para ir preparando el cierre del año, que suele ser el mes horribilis, sobre todo para el socialismo, porque hay que jugar con lo que realmente se ha gastado y ajustar con lo prometido a Bruselas para no dar el cante en el déficit y en la deuda.

Pero veamos los datos exactamente publicados por la IGAE en su informe que elabora mensualmente para explicar el superávit/déficit tanto contable como de caja.

En este informe lo primero que podemos ver es que, aunque los ingresos asignados a la Administración Central del Estado crecen un 0,7 %, los gastos contabilizados decrecen un 1,7 %. Por eso he dicho anteriormente que me es difícil creer que no falten gastos pendientes de contabilizar, aunque los gastos se hayan llevado a 29.838 millones, cuando la media contable del mes en lo que va de año es de 24.171 millones.

Este decrecimiento del gasto contabilizado hace que el déficit mensual decrezca en un 5,4 %, hasta quedarse en 11.232 millones, que suponen un déficit del 0,71 % en un solo mes con respecto al PIB estimado para final de 2024.

La situación en el acumulado del año no pinta bien. Aunque los ingresos totales crecen un 6,3 %, los gastos lo hacen al
7,8 %

Pero la situación en el acumulado del año no pinta tan bien, porque aunque los ingresos totales crecen un 6,3 %, los gastos están creciendo a ritmo del 7,8 % y, por tanto, el déficit acumulado de la Administración Central crece un 19,9 % y se va a 37.228 millones, suponiendo un déficit sobre el PIB del 2,35 %, cuando en el 2023 supuso un déficit del 2,08 %.

No tenemos que olvidar que, cuando la Administración Central en noviembre de 2023 dio un 2,07 % de déficit sobre el PIB en noviembre, cerró el año con un 3,7 % total cuando se contabilizó diciembre y se añadieron el resto de las administraciones del Estado. En el 2022 el déficit era de un 2,22 % en noviembre y el cierre consolidado lo llevó a un déficit total de un 4,59 %.

En noviembre de este año, como acabo de mostrar, estamos en un 2,35 %, y en diciembre se van a tener que añadir gastos extraordinarios, tanto por la Comunidad Valenciana como a nivel de la Administración Central para paliar el efecto de las riadas provocadas por las lluvias torrenciales que cayeron en esa comunidad.

Estos datos van a afectar al crecimiento del PIB, y al exceso de gastos que van a producir un efecto tremendo en el resultado final del año y que nos alejan, y mucho, del objetivo del cumplimiento del 3 % de déficit en 2024.