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Análisis económicoJosé Ramón Riera

Mendigando por el mundo: hemos tenido que pedir prestados más de un cuarto de billón de euros

Desde enero hasta diciembre, el Tesoro ha hecho un trabajo ímprobo, saliendo semana tras semana a la busca y captura de dinero, sin alertar a los mercados, que ya están, y mucho, preocupados por la deuda de nuestros vecinos, los franceses

Actualizada 04:30

El Tesoro Público ya ha informado del cierre de sus gestiones para conseguir que el sistema se haya mantenido. Que el sistema se haya mantenido significa que hemos pagado a los empleados de la Administración Central del Estado, incluidos los cerca de 12.000 cargos nombrados a dedo por el gobierno de Pedro Sánchez. También que se haya pagado una buena parte, que no todo, de los gastos generales de la AGE (Administración General del Estado), que hayamos pagado una parte de los intereses de la deuda, que no todos, que hayamos pagado a los pensionistas —tanto a los de las pensiones contributivas como no contributivas—, que hayamos pagado a los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital y a los trabajadores en baja laboral de más de 15 días, que hayamos pagado el desempleo y que hayamos pedido dinero prestado para pagar la deuda que vencía.

Y para ello, desde enero hasta diciembre, el Tesoro ha hecho un trabajo ímprobo, saliendo semana tras semana a la busca y captura de dinero. Y lo ha hecho sin alertar a los mercados, que ya están, y mucho, preocupados por la deuda de nuestros vecinos, los franceses, y evitando que nuestra prima de riesgo haya superado nunca el 1 % con respecto al bono alemán a 10 años.

Que el Tesoro lo haya hecho bien no significa que España vaya bien.

España, sin contar a las comunidades autónomas y a los Ayuntamientos —alguno como el de Jaén, que la Ministra de Hacienda ha comprado para tener su cortijo andaluz y poner al frente del mismo a un amiguete—, y sin contar las otras Administraciones Públicas, ha tenido que salir a poner la mano. Lo ha hecho para pedir más de un cuarto de billón de euros, una cifra que puesta con sus ceros se escribe así: 259.366.000.000 y que, aunque dividido por 1.000.000, ya me gustaría a mí tener en la cuenta corriente.

Por otro lado, y ahora cuando vean las cifras mes a mes, se darán cuenta de que algo raro ha pasado. La Financiación Neta, que no es otra cosa que la deuda que se ha tenido que pedir para pagar todo menos las amortizaciones de deuda, ha sido negativa en el último trimestre del año en 14.768 millones, cuando hemos tenido que pagar las pagas extras de los pensionistas y de los empleados públicos y cuando sabíamos que físicamente quedaba a finales de noviembre menos de 12.000 millones en la cuenta corriente del Banco de España.

Eso solo ha sido posible dejando de pagar muchas cosas

Así que eso solo ha sido posible dejando de pagar muchas cosas que habrá que pagar en enero y febrero, donde veremos subir la deuda como la espuma y, si no, al tiempo, que ya en el primer trimestre de 2024 tuvimos que pedir 44.195 millones prestados para pagar.

Es cierto que la recaudación ha estado creciendo de forma sustancial y que estamos sometidos a una Dictadura fiscal, en la que la extorsión, salvo para David y Aldama y los amigos y familiares del jefe de la banda, no se le escapa ni un euro a la Agencia Tributaria, que pone un celo tremendo en que los asalariados, los autónomos y los empresarios suelten hasta su última gota de sangre fiscal, mientras, a la vez, vemos como otros tributan en Portugal o no tributan y defraudan, supuestamente, 182 millones a la Hacienda Pública.

Pero veamos lo que he preparado para mostrarles que hemos mendigado más de medio billón de euros:

La primera columna, Financiación Neta, es la deuda que ha contraído oficialmente el Tesoro para poder pagar parte de los compromisos adquiridos, que ya les aseguro que no todos. Porque, sabiendo que el primer trimestre tuvimos que financiarnos en 44.195 millones, en el segundo en 6.432 millones, en el tercero en 19.175 millones, es completamente imposible que hayamos devuelto 14.768 millones, cuando el mes de octubre en ingresos fue fabuloso, pero en noviembre el IRPF solo creció un 4,9 % por el efecto de la caída espectacular de la recaudación en la Comunidad Valenciana.

La segunda columna son las amortizaciones, que han vencido, y la tercera son las emisiones que ha tenido que mendigar el Tesoro para poder amortizar deuda.

La suma total de lo que hemos tenido que pedir ha llegado a 259.366 millones de euros, pero tranquilos, que en 2025 ya sabemos que se van a tener que amortizar otros 225.000 millones de euros, a los que habrá que añadir la deuda que tengamos que emitir para poder «comer».

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