
Josep Oliu y César González-Bueno
Junta de Accionistas
Sabadell apela al Gobierno para que vele «por el bien común de España» y haga descarrilar la opa de BBVA
La entidad celebra una Junta de Accionistas clave, la primera en su localidad de origen en más de siete años tras el retorno a Cataluña
Jornada clave para Banco Sabadell. La entidad vallesana ha convocado a sus más de 200.000 accionistas con la prioridad de defender las virtudes de continuar en solitario, con la opa hostil de BBVA de fondo. Un objetivo para el cual el banco que preside Josep Oliú ha puesto toda la carne en el asador, con entre otras cosas una mejora de la retribución a sus accionistas de 0,1244 euros por acción.
Este dividendo extraordinario será uno de los puntos que se vote en la Junta de Accionistas convocada para esta tarde, a partir de las 17 horas. También deberá decidir sobre renovar por cuatro años más el mandato de su consejero delegado, César González-Bueno, quién este miércoles, en unas jornadas financieras de Morgan Stanley en Londres, expresó serias dudas sobre la promesa de BBVA de que la operación mejorará un 3,5 % el beneficio por acción.
«Los accionistas de banco Sabadell tienen mucho más futuro en solitario, y también los accionistas de BBVA», trasladó González-Bueno en un encuentro posterior con periodistas. Desde el banco consideran que «la operación ha descarrilado hace tiempo» dada su evolución, al pasar de oferta amistosa a opa hostil que además se ha ido dilatando en el tiempo.
«Ahora la situación es muy distinta, con un alto consumo de capital y menos eficiencias», traslada González-Bueno. Desde el banco resaltan además la evolución de su acción en bolsa, que ha llevado a la entidad a cotizar esta semana por primera vez por encima de los 15.000 millones de euros, cuando hace cinco años rondaba los 2.000.BBVA, que celebra a su vez su propia junta este viernes, considera que el período de aceptación de la opa se iniciará al final el segundo trimestre, más de un año después de que se filtrara la operación. El banco ya ha conseguido todas las autoridades solicitadas a reguladores internacionales, después de obtener este miércoles la de Marruecos.
Queda por tanto únicamente que la CNMC española haga públicas las condiciones que impone para que la operación de comienzo. A este respecto, González-Bueno anticipó que las filtraciones que se han ido conociendo de la decisión del regulador apuntan a que impondrá a BBVA «soluciones insuficientes» para continuar con la operación, pese a que desde el banco consideran que «verdaderamente hay un problema de competencia» en el sector si prosperara.
Tras el dictamen de Competencia y el de la CNMV -que únicamente revisará si el folleto contiene errores-, será el turno del Consejo de Ministros, que decidirá si la autoriza o expresa a su vez sus propias preocupaciones y condicionalidades, después de que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, haya reiterado en los últimos días que teme un impacto sobre la competencia en el sector financiero si finalmente sigue adelante.
Finalmente, serán los accionistas de Sabadell quienes en última instancia tengan la última palabra. «Nuestros accionistas están muchísimo mejor con los dividendos del Sabadell y no solo los históricos de 2024. Nuestros dividendos son superiores a los que puede proporcionar BBVA», reitera González-Bueno, que insiste en que la operación «no es buena para los accionistas ni para las pymes», un mercado este último en el que Sabadell ocupa una posición de liderazgo.
«Los clientes rechazan la operación»
«Nuestros clientes rechazan mayoritariamente la operación. Nos lo dicen las empresas pequeñas y las grandes. Nos dicen que sin el Sabadell no tendrán el servicio que tenemos ahora. Este rechazo de los clientes implica que en caso de producirse la operación haya sinergias negativas de ingresos por la pérdida de clientes», traslada por su parte el presidente de Sabadell, Josep Oliú.
A ello habría que sumarse que, según estima, «durante dos o tres años el nuevo banco debería dedicarse a la fusión, mientras que otros se dedican al caladero» entre su clientela. Una situación que, afirma, ya se produjo en anteriores operaciones de concentración y que dinamitaría, al menos en parte, los 750 millones en ahorro de costes que estiman desde BBVA.
Por ello, y por si la pelota acaba llegando, como parece, al tejado del Consejo de Ministros, Oliú considera que el gobierno «tendría que ser claro sobre sus intenciones al respecto sobre si debe o no haber fusión y en caso de no haber fusión en que condiciones de gobierno corporativo se debería dar». Y, sobre todo, considera que el Ejecutivo -quién no podría tumbar la opa pero sí establecer duras condicionalidades, salvo en materia de competencia-, «tiene que velar por el bien común y el futuro de España».
Mientras tanto, el banco ya prepara la celebración de un Capital Markets Day, previsiblemente en mayo, en el que presentarán un nuevo plan estratégico con el escenario de que continúa su andadura en solitario.
Resultado histórico en 2024
González-Bueno y Oliú llegan a la junta con el aval de los últimos resultados anuales de la entidad. El grupo logró un beneficio récord de 1.827 millones de euros en 2024, un 37,1 % más, impulsado por el buen desempeño de Sabadell en España pero también de su filial TSB en Reino Unido. Fue dicho resultado el que permite a la directiva proponer ahora un incremento de la retribución al accionista desde los 2.900 millones anunciados el pasado mes de julio hasta 3.300 millones de euros.
La cita se celebrará por primera vez en Sabadell en más de siete años, después de que el banco decidiera retornar la sede social a su localidad de origen el pasado mes de enero, abriendo camino para que Criteria y Fundación La Caixa siguieran su estela pocas semanas después. Un traslado que, según Oliú, tenía en la cabeza «desde hacía tiempo», y que se ha producido ahora porque «hacian falta circunstancias que pudieran hacer a nuestros clientes volver a la sede histórica y se han dado».