
El aguerrido presidente del Grupo Prisa, Joseph Oughourlian.
Perfil
Oughourlian: el 'killer' que no se achanta ante Sánchez
El Gobierno sigue empeñado en quitar de en medio al principal accionista del Grupo Prisa, pero no lo conseguirá si no recupera buena parte de su inversión
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Pedro Sánchez se ha encontrado en el Grupo Prisa con un hueso muy duro de roer. El francés Joseph Oughourlian (París, 15 de febrero de 1972) puede acabar dejando la empresa propietaria de El País y la Cadena SER, pero no lo hará sin dar mucha guerra y luchar por recuperar todo lo que pueda de su inversión.
Como hemos contado en otras ocasiones en este periódico, el francés ha invertido alrededor de 300 millones de euros en Prisa desde que entró en la compañía en el año 2015. Compró cuando la acción estaba alrededor de los 5 euros y ahora está en torno a los 0,5. Ha perdido hasta la camisa, y algo querrá recuperar. En parte lo hará con su inversión en Indra, en donde tiene el 7,2 % de las acciones gracias a que se lo facilitó el Gobierno.
Oughourlian es, ante todo, un financiero que defiende sus intereses y los de quienes invierten con él. Tiene el carácter guerrillero en su ADN.
Su familia paterna es de origen armenio del oeste. Fallecieron casi todos los miembros en el genocidio practicado por los turcos tras la I Guerra Mundial. Los que sobrevivieron se fueron a vivir al Líbano. Entre ellos estuvo su abuelo, que acabó siendo el gobernador del banco central del país.Tiene un carácter aguerrido que le viene de familia. Su abuelo se negó a dar el oro del Líbano a los palestinos
Su abuelo tiene una anécdota que ayuda a entender el carácter aguerrido del nieto. El banco central del Líbano que dirigía era muy ortodoxo. Seguía las directrices del banco central suizo y acumulaba unas reservas de oro muy importantes para mantener la estabilidad de la libra libanesa. Cuando la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se hizo con el poder, se dirigió al banco para hacerse con el oro y encontró al abuelo de Oughourlian en su despacho. Era quien tenía las claves para acceder a él y les dijo que no se las daba, y si le mataban, tampoco las tendrían. Era el único que las conocía.
Influido o no por él, el hecho es que Oughourlian estudió Economía en La Sorbona después de haberse licenciado en Ciencias Políticas en la Politécnica de París. El actual presidente de Prisa nació allí después de que su padre se desplazara para estudiar Medicina al país galo, que entonces ejercía su protectorado sobre el Líbano. Conoció a una inglesa, y de su matrimonio nació Joseph Oughourlian.
Tras estudiar Economía en La Sorbona, Oughourlian empezó su carrera profesional en Sociéte Générale en París en el año 1994. En 1996 se trasladó a Nueva York. Allí permaneció veinte años. En octubre fundó con capital inicial de Sociéte Générale el fondo Amber Capital, al que representa como accionista en Prisa desde el año 2015. Tras sus veinte años en Nueva York, pasó los diez siguientes en Londres. Allí vive con su mujer y sus tres hijos.
Ya el Gobierno francés se le puso en contra cuando hizo pinza con Vivendi en Lagardere, pero le dio lo mismo. No es nada chantajeable.
Oughourlian tiene una filosofía de los negocios en la que defiende sus intereses y los de sus socios, y trata de obtener la mayor rentabilidad posible. Su posicionamiento y estrategia se centra en negocios europeos. Quienes le conocen dicen que es muy leal y defensor de sus socios, y nada chantajeable. Cuando se embarcó hace unos años con Vivendi en la batalla por el control del grupo editorial Lagardere en Francia, el Gobierno defendió a sus opositores (el propio Lagardere, fundador del grupo, y su aliado, el potente empresario Bernard Arnault, propietario del imperio LVMH). A Oughourlian le dio igual. Pelearon y ganaron, incluso después de que les llevaran a los tribunales. Vivendi es ahora su principal socio en Prisa; el segundo accionista, con el 11,8 %, tan solo por detrás del 29,6 % de Oughourlian y Amber.
En el plano del pensamiento económico, Oughourlian es un liberal radical, aunque ha invertido en un grupo con medios de comunicación de centro izquierda como Prisa. Ahí se olvida de sus convicciones y juega en ese terreno tratando de obtener la máxima rentabilidad. Siempre ha tenido inversiones en España: en el Santander, en Telefónica... El mundo de los medios de comunicación le ha interesado toda la vida. Pensó que El País estaba mal administrado y podía ser un buen negocio si se gestionaba bien. Muchos le dijeron que se equivocaba, pero no hizo caso. Eso sí: él es que manda. No le tembló el pulso para expulsar a Juan Luis Cebrián, un histórico de El País, ni ahora a José Miguel Contreras, el principal ideólogo de Sánchez en el mundo de los medios de comunicación tras el fallecimiento de Miguel Barroso.
De carácter dicen que es encantador, transparente, y ante todo defensor de sus intereses y de los de sus socios. En sus inversiones va a por todas: es un auténtico killer. Sabe que su reputación depende de responder a la gente que invierte, y no puede fallarles. Es un gran amante de la ópera y buen aficionado al fútbol (invierte en los Millonarios de Colombia, el Padua italiano y en el Zaragoza). Es uno de los supervivientes de una familia que lo pasó muy mal, y no parece que Sánchez y sus amigos vayan a asustarle.