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Entre enero y noviembre de 2021 se produjeron 1.051.872 accidentes de trabajo, de los que 527.448 causaron baja laboral

Entre enero y noviembre de 2021 se produjeron 1.051.872 accidentes de trabajo, de los que 527.448 causaron baja laboralEuropa Press

Empleo

Los casos en los que tu empresa puede despedirte mientras cobras la baja

Todos los trabajadores tienen derecho a disfrutar de una baja con su consiguiente prestación de incapacidad temporal cuando sufren una enfermedad o lesión

Tal y como establece la ley, todos los trabajadores en España tienen el derecho de disfrutar de una baja y cobrar, por tanto, la prestación de incapacidad temporal correspondiente cuando sufren algún tipo de enfermedad o lesión que les incapacita. Eso sí. Los trabajadores deben disfrutar de dicho derecho de forma honesta, sin tratar de 'engañar' y perjudicar a la empresa.

Para que una baja sea legal, esta debe atender a una razón médica y debe utilizarse con la finalidad de recuperarse de la dolencia diagnosticada. Nunca puede obtenerse de forma fraudulenta, con exageraciones o engaños y debe ajustarse siempre a la realidad en la medida de lo posible.

En el caso de que no se cumpla con alguno de los requisitos expuestos en el párrafo anterior, la empresa puede emprender acciones legales contra el trabajador reuniendo pruebas que acrediten que este está disfrutando de una baja médica de forma ilegal. También sería motivo de represalias utilizar dicha baja para desempeñar un nuevo trabajo o disfrutar de unas vacaciones y viajar a otro lugar.

Así, si el trabajador estuviera disfrutando de una baja que no le corresponde podría ser despedido (despido disciplinario) tal y como establece el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores. Este tipo de despidos pueden ser originados por los siguientes motivos:

  • Las faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad.
  • La indisciplina o desobediencia.
  • La transgresión de la buena fe contractual y el abuso de confianza.

En estos casos, la empresa siempre debe comunicar el despido por escrito, explicando las causas del mismo, y atender a cualquier exigencia extra que pudiera incluir el convenio colectivo o el propio contrato firmado por el trabajador.

Cabe destacar que, como establece la guía laboral del Ministerio de Trabajo, solo serán válidos los despidos disciplinarios en los que el hecho causante tuviese lugar como máximo seis meses atrás y dos meses después de que la empresa tenga conocimiento de esos hechos.

Cómo puede actuar el trabajador

Los trabajadores tienen la posibilidad de recurrir la decisión de la empresa para que un Juez de lo Social considere si el despido disciplinario se ha llevado o no de la forma correcta.

El trabajador tiene un plazo de 20 días hábiles desde la recepción de la carta de despido para recurrir y lo primero que debe hacer es solicitar un acta de conciliación con la empresa para tratar de llegar a un acuerdo.

Si la empresa no acude al acto de conciliación o no se llega a un acuerdo se abre la puerta a interponer una demanda en el Juzgado de lo Social. El Juez decidirá si el despido disciplinario es procedente, es decir, le da la razón a la empresa, si este se considera nulo, ya que se podrían haber vulnerado los derechos fundamentales del trabajador, lo que conllevaría la readmisión del mismo y el pago de los salarios atrasados; o si el despido es improcedente al no quedar acreditadas las causas esgrimidas por la empresa. En este último caso la empresa tiene un plazo de cinco días para readmitir al trabajador o para pagarle las indemnizaciones del despido improcedente. Si el trabajador es el representante legal de sus compañeros o el delegado sindical, puede elegir él mismo una de las dos opciones.

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