Entrevista al presidente de la Conferencia Española de Centros de Enseñanza
Alfonso Aguiló: «El 60 % de las familias piden Religión y no hay un partido que tenga esos porcentajes»
El próximo curso será el primero de aplicación de la Ley Celáa, una norma que nació con polémica y que no ha gustado en buena parte del sector educativo
El próximo curso será el primero de aplicación de la Ley Celáa, una norma que nació con polémica y que no ha gustado nada en buena parte del sector educativo. Sobre el futuro de la Educación en nuestro país hablamos con Alfonso Aguiló, presidente de la Conferencia Española de Centros de Enseñanza (CECE)
–¿Qué le parece la polémica entre los centros privados y concertados por las becas de Ayuso?
–Las tres redes que hay en Educación –la pública, la concertada y la privada– deben estar presentes en cualquier sistema democrático de libertades. Tiene que haber enseñanza concertada porque es la forma de que haya una pluralidad de oferta asequible. Dentro de ese equilibrio, me parece natural que aquellos que escojan la privada, al ahorrar el coste de un puesto escolar público, reciban un cierto retorno.
–¿Estará preparado el sector educativo para la Ley Celáa?
–Esta ley se aprobó en diciembre de 2020 y se ha tardado año y medio en aprobarse un proceso que podría haberse hecho con mucha más diligencia. Supone un atropello para las editoriales, para las comunidades, para los centros y para los profesores. Creo que se aplicará, pero los primeros pasos serán complejos.
–Los docentes se han quejado de que no han tenido tiempo para preparar el material.
–Muchos profesores en la práctica hará lo mismo que venían haciendo y que este cambio se producirá de manera paulatina a medida que puedan estudiar todos estos cambios para aplicarlos al aula.
–¿Ve adoctrinamiento en los decretos curriculares como denuncia la Comunidad de Madrid?
–El límite entre Educación y adoctrinamiento es siempre complejo de definir, porque no se trata de decir ‘no adoctrines tú, que voy a adoctrinar yo’, sino de tener respeto, afecto y amor por la pluralidad. Es importante que haya gente pendiente de que no haya adoctrinamiento en los programas o en las actividades complementarias. Educar no es hacer que las personas piensen como nosotros, sino que piensen por sí mismos.
Para que la Educación sea plural, necesita ser financiada
–¿Está en peligro esa pluralidad?
–Lleva en peligro muchísimo tiempo. El sistema de centros concertados es una idea que se generalizó tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Se pensó que era importante que la enseñanza fuera plural, que hubiera centros educativos de orígenes diversos de manera que los poderes públicos tuvieran lo más lejana posible la tentación de adoctrinar a través del sistema educativo. Los conciertos sirven básicamente para que la gente que no tiene recursos pueda acudir a un centro educativo según sus convicciones, que es lo que mantiene una sociedad plural. Pero para que la Educación sea plural, necesita ser financiada.
–Podemos hace unas semanas intentó integrar los centros concertados en la red pública.
–La concertada necesita ser financiada dignamente. Ahora recibe de media unos 3.000 euros por alumno, mientras que la pública cuesta unos 6.000 euros. Lógicamente, la infrafinanciación genera una serie de problemas y eso es lo que ha provocado que haya centros en una situación crítica y este acoso para pasar estos centros a la red pública. Hace falta más honestidad.
En España, casi un 60 % de las familias piden la asignatura de Religión
–¿Qué le parece cómo ha quedado la asignatura de Religión?
–En casi toda Europa, para la enseñanza de la Religión existe una oferta obligatoria por parte de los centros y una suscripción voluntaria por parte de las familias. Además, hay una idea de que la formación religiosa es importante para la formación general de la persona, igual que otros conocimientos. No hay que olvidar que en España, casi un 60 % de las familias piden la asignatura de Religión Católica y no hay un partido político ni movimiento social que tenga esos porcentajes. Hay que ser honesto con lo que los ciudadanos quieren, ignorar esa realidad es un error político muy grande.
–¿Existe una cruzada contra sectores católicos?
–Hay una hostilidad bastante importante contra la Iglesia y la asignatura de Religión. No soy amigo de hablar de cruzadas, pero cuando una asignatura la pide el 60 % de las familias cada año, no tiene justificación ninguna esta hostilidad. Los legisladores deberían respetar el sentir mayoritario de la población.