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Educación

La vuelta al cole, más cara y marcada por el sesgo ideológico de la Ley Celaá

Los estudiantes españoles vuelven esta semana a las aulas en un curso marcado por la 'nueva normalidad', ya que el Ministerio de Sanidad ha eliminado las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus, pero también por la aplicación de la LOMLOE y el aumento de la inflación que ha encarecido el material escolar.

En Cataluña ya han comenzado las clases de Infantil y Primaria este mismo lunes y el 7 lo harán los de Secundaria y Bachillerato. Madrid dará inicio el 7 mientras que otras comunidades, como País Vasco, Galicia o Cantabria, lo harán el 8. Andalucía, Asturias, Baleares y Extremadura serán las que más retrasen la vuelta empezando el 12 de septiembre.

Este curso se eliminarán las restricciones por el coronavirus tras dos años de protocolos. No será necesaria la ventilación permanente ni la limpieza intensiva tras cada clase, así como las medidas relativas al aforo y la limitación de mezclar grupos.

Pero este año será crucial para los estudiantes españoles por la aplicación de la Ley Celaá en los cursos impares. La LOMLOE ha sido duramente criticada por el sesgo ideológico introducido en los decretos curriculares que desarrollan los contenidos.

Las referencias a la perspectiva de género son constantes en todos los ciclos, pero hay cuestiones especialmente sangrantes. En Infantil –de 0 a 6–, el texto explica que a esta edad «se inicia la construcción sexual y de género, sin distinción entre ambas».

En Primaria se abordan las matemáticas «desde una perspectiva de género» o la lengua que permita «identificar y rechazar los abusos de poder a través de la palabra, fomentar la igualdad desde una perspectiva de género y las conductas no sexistas».

En Secundaria y Bachillerato existen infinidad de ejemplos, pero es el decreto sobre promoción y titulación el que más ha irritado al sector. Esta norma permitirá a los estudiantes pasar de curso y titular sin límite de suspensos en Secundaria, y obtener el título de Bachillerato con hasta dos materias pendientes. Será el equipo docente el encargado de decidir si el alumno pasa de curso siempre y cuando haya adquirido las competencias necesarias.

Se disparan los gastos

Fuera ya de los contenidos, la LOMLOE obligará a un aumento de gasto en nuevos libros justo en un momento de inflación disparada. «Durante dos años –este y el próximo–, las familias van a tener que hacer una inversión extra», comenta Pedro Caballero, presidente de CONCAPA.

Según una encuesta de la OCU, las familias gastarán una media de 2.186 euros por hijo para este curso, aunque las diferencias entre comunidades son enormes. «Esta cifra supera la de años anteriores, lo que no es una sorpresa ya que todo está subiendo de precio, y la escolaridad y los gastos que ello conlleva no son una excepción», señalan desde esta institución.

«Este año todo ha subido, tanto los costes del papel, que han encarecido los libros de texto, como los de la ropa, que hacen que las tiendas y colegios también aumenten el precio de los uniformes», asegura Antonio Gallardo, experto de Banqmi. Este comparador financiero ha realizado un estudio concluyendo que, solo la «vuelta al cole» supondrá un desembolso de 400 euros de media por alumno.

Este gasto se notará especialmente en las comunidades con lenguas cooficiales. «El material de lengua propia es más extenso y más caro, además de que hay que sumarlo al resto», añade Gallardo.

Jaque a la asignatura de Religión

La Ley Celaá establece que serán los padres de los alumnos los que decidirán si sus hijos reciben enseñanzas de Religión. Sin embargo, también señala que las calificaciones obtenidas «no se computarán» en el expediente y que los que elijan no cursar esta asignatura deberán recibir «la debida atención educativa».
«Esta atención se planificará y programará por los centros de modo que se dirijan al desarrollo de los elementos transversales de las competencias a través de la realización de proyectos significativos y relevantes y de la resolución colaborativa de problemas, reforzando la autoestima, la autonomía, la reflexión y la responsabilidad. En todo caso, las actividades propuestas irán dirigidas a reforzar los aspectos más transversales del currículo, favoreciendo la interdisciplinariedad y la conexión entre los diferentes saberes», establece el currículo de Secundaria.
En la práctica, la desaparición de la «asignatura espejo» dejaba la opción a los padres de apuntar a sus hijos a una asignatura sin ningún efecto sobre el expediente de su hijo o a otra que no le va a ayudar a reforzar aspectos del currículo. Es decir, un jaque a la asignatura de Religión en toda regla.
Para compensarlo, algunas comunidades han incluido en su porcentaje correspondiente asignaturas espejo mientras que, en las que no lo han hecho, la decisión corresponderá a cada centro.
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