El Gobierno catalán fomenta que los colegios prioricen la cocina musulmana mientras persigue el uso del español

La Generalitat de Cataluña está tan preocupada por conseguir que los menús escolares reflejen el respeto a otro tipo de cocinas, como la hebrea y la musulmana, como de que la lengua que se utilice en el comedor no sea el español.

El Departamento de Gobernación y Relaciones Institucionales ha editado una guía «para el respeto a la diversidad de creencias en los centros educativos» de esta comunidad autónoma.

Así, los departamentos de la Generalitat se han encargado de facilitar a los centros educativos diferentes recomendaciones para que se puedan diseñar los menús de cada centro, tanto los habituales del comedor escolar, como los que se sirvan en los campamentos o excursiones , y que deben recoger «las tradicionales culturales de la zona y en la medida de lo posible, de los alumnos provenientes de otros contextos culturales y religiosos».

El texto insiste en que el comedor escolar supone una responsabilidad nutricional pero también educativa y que unos buenos hábitos alimentarios ayudan a «conocer, respetar y estimar la diversidad de costumbres y creencias».

Rodillo contra el español

El nuevo decreto sobre el Régimen lingüístico del sistema educativo supuso la consolidación de una política de ofensiva contra el español desde las instituciones catalanas.

Como si fuera un rodillo contra el castellano, el departamento de Educación envió instrucciones a los colegios e institutos donde se les instaba a que el catalán sea la legua de uso en todos los ámbitos de la escuela.

Mediante la fiscalización de los cocineros, monitores o conserjes, el gobierno autonómico busca que los alumnos no se ‘contaminen’, preservando el uso del catalán durante el momento de estar en el comedor.

Hamburguesas de lentejas y menú sin cerdo

Tal y como denunció la AEB, la Escuela Arquitecto Gaudí de San Feliú de Llobregat aplica a la perfección estos postulados anteriormente mencionados.

Así, este centro barcelonés oferta varios menús alternativos que se adapten a esas recomendaciones no solo de salud o dietéticas sino también religiosas, como el 'menú sin cerdo', donde el plato estrella es la hamburguesa de lentejas.

Es en este mismo colegio donde la Asamblea por la Escuela Bilingüe denunció que mientras se ponía tanto cuidado en atender los hábitos alimenticios de algunos alumnos provenientes de otras culturas o creencias religiosas, la dirección del centro criticaba que la cocinera «utilizara el catalán como lengua habitual» mientras que su ayudante usase el español. En su proyecto educativo, la escuela aseguraba que el comedor «era atendido por monitores que utilizan el catalán como lengua vehicular, pero si los alumnos se dirigían (a este ayudante) en castellano, los monitores acababan dirigiéndose a ellos en esta lengua».