Educación
Radiografía de las mentiras del Gobierno vasco con el euskera: «Se basan en una sociedad que no existe»
Ricardo Arana, exmiembro de la Comisión Permanente del Consejo Escolar del País Vasco, ha explicado a El Debate el sorprendente contraste entre el ínfimo número de personas que hablan euskera en la región en comparación con la creciente imposición lingüística de la lengua en los colegios
La inmersión lingüística en el País Vasco sigue en continuo crecimiento cada día, con un 94 % de los alumnos escolarizados en centros cuya lengua vehicular es exclusivamente el euskera, relegando la lengua materna de una amplia mayoría de vascos —el español— a un lugar secundario. Como consecuencia de estas políticas orquestadas por los partidos nacionalistas vascos con fines ideológicos, el nivel educativo en la región está cayendo en picado, mientras que el fracaso escolar se multiplica.
Ricardo Arana, profesor y exmiembro de la Comisión Permanente del Consejo Escolar del País Vasco, atiende a El Debate por teléfono para hacer una radiografía completa de estas cuestiones y desenmascarar la realidad educativa de la región, que dista completamente del discurso triunfalista a favor del euskera de los dirigentes vascos.
A juicio de Arana, los problemas de la educación vasca se enmarcan en tres bloques diferentes. En primer lugar, «no queremos ver los problemas que tenemos y todos los datos de nuestras evaluaciones están sistemáticamente ocultados o retrasados en su conocimiento», relata. En segundo lugar, este profesor de origen vasco denuncia la alta segregación del sistema, y por último, «el grave problema en el tratamiento lingüístico en nuestro sistema».
Todos los datos están sistemáticamente ocultados
Sobre esta última cuestión relacionada con la imposición del euskera en los colegios, Arana incide en que «haciendo números redondos, en torno al 20 % de la población vasca habla euskera en su entorno más cercano y el 80 % restante es castellanohablante». Sin embargo, continúa, «a pesar de que solamente un 20 % de la población es vascohablante, se escolariza en euskera más del 80% de la población». «Están los porcentajes invertidos», añade.
El español, como idioma extranjero
Denuncia a los micrófonos de este medio que «la lengua que está en su entorno más cercano —el español— es sistemáticamente ignorada en el proceso de aprendizaje». Y ejemplifica esta cuestión: «Si un chaval vive en un entorno básicamente castellanohablante, está escolarizado en el 80 % de los casos únicamente en euskera, lo cual significa que no estudia su lengua materna, en el mejor de los casos, hasta los diez años de edad».
Explica, además, que «a partir de entonces solamente la ve como una asignatura más, como si fuera un idioma extranjero. Es decir, no vehicula ningún aprendizaje a través de esa lengua. Estos niños están viviendo una realidad difícil, porque es una realidad en la cual la lengua de tu entorno no existe».
Interés político de los nacionalistas
Respecto a las causas de este contraste entre la realidad social y educativa de los niños, Arana asegura que «no se da la opción de estudiar en castellano en los centros. Se ha ido relegando al español porque ha habido un proceso en ingeniería social». Además, explica una especie de oferta 2x1, en la que los dirigentes nacionalistas venden la educación en euskera como una forma de estudiar dos lenguas al precio de una: «Es una falacia, una mentira de origen», sentencia.
Por otro lado, el exmiembro del Consejo de Educación vasco confirma rotundamente la existencia de un interés político e ideológico en inflar el vasco y desterrar el castellano: «No se puede ignorar esta realidad. Llevamos diez años seguidos de rendimientos negativos y los políticos son los únicos 'beneficiados'», afirma.
Asimismo, relata que los dirigentes vascos son conscientes de las lacras de su sistema educativo, sin embargo, sacrifican el retroceso de los alumnos en este ámbito en favor del progreso del nacionalismo. «La educación es una herramienta para el desarrollo personal y social. Y no se está viendo eso. Lo que se está viendo es que ambos, el euskera y la educación, están sirviendo, o están utilizándose, para un sistema de construcción nacionalista identitaria».
Soluciones al problema vasco
Para Ricardo Arana es esencial «aceptar que existe otra lengua y trabajar también en español» para revertir el desastre educativo en el País Vasco, reflejado en el último informe PISA en el que se demostraba que los alumnos de la región llevan un curso de retraso respecto a otras comunidades autónomas sin políticas de inmersión lingüística.
Además, solicita a las autoridades que «hay que hacer caso a los datos, es decir, analizar lo que tenemos y trabajar en base a los datos, no a lo que nosotros queremos, sino a lo que nosotros tenemos, y a partir de ahí hacer las políticas». Denuncia, por último, que «se está trabajando en base a una sociedad que no existe, ignorando la diversidad sociolingüística del País Vasco».