Los barones del PSOE rechazan las presiones de Sánchez y acudirán a la cita con Feijóo

Ferraz ha perdido el pulso. El último intento de Pedro Sánchez de frenar a sus barones para que no acudiesen al encuentro sobre financiación autonómica organizada por Alberto Núñez-Feijóo, no ha dado resultado. El próximo 23 de noviembre, Santiago de Compostela será el escenario de la foto que reunirá al PP, PSOE y el Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Ángel Revilla.

El 40º Congreso socialista sólo tuvo dos baches: uno fueron las declaraciones del ex jefe militar de inteligencia venezolano, el ‘Pollo’ Carvajal y el otro el runrún provocado por el malestar de los presidentes autonómicos del partido sobre la desigualdad del reparto de la financiación.

La reunión planeada por el presidente de la Xunta aguó la fiesta a los socialistas cuya principal intención era la de mostrar una imagen unitaria que les diferenciase de aquel PSOE del 2017 caracterizado por los ataques internos y la desconfianza. El partido cumplió su objetivo, pero lo hizo a medias. La comidilla de los pasillos de la Feria de Valencia, donde se celebraron los actos, era el encuentro en Galicia. Además, la fecha fijada –y más tarde pospuesta– era apenas dos semanas después del cónclave socialista por lo que el reloj jugaba en su contra.

As en la manga

Sánchez guardaba, sin embargo, un as en la manga: una reunión presencial con sus barones para tratar el tema de la financiación. Si no conseguía evitar que aceptasen la proposición de Feijóo, al menos, intentaría suavizar la situación, e incidir en la importancia de que su asistencia no pareciese un ataque al Gobierno que él preside.

En cuanto a los presidentes autonómicos, estaban el de Aragón, Javier Lambán; el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la de Baleares, Francina Armengol; el de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig; el de Asturias, Adrián Barbón; la de La Rioja, Concha Andreu; y representantes de los gobiernos socialistas de Navarra y de Canarias, cuyos presidentes no han podido asistir. Finalmente, los barones viajarán a Galicia. 

Page, el más duro

A la salida de Ferraz, el presidente de Castilla-La Mancha lo ha dejado claro: «Hay veces que llamamos frente a una reunión de presidentes del PP del PSOE y, otras veces lo llamamos diálogo si la reunión es con independentistas. Pero es el mismo castellano. Hay que hablar, hay que hablar». La alusión a los nacionalistas refleja una de las principales críticas del presidente autonómico: la facilidad de Sánchez para inclinar la balanza de la financiación siempre a favor de ellos. 

Por lo tanto, Sánchez no ha podido evitar la fotografía que dejará el próximo día 23 y la batalla de sus barones por una financiación para sus comunidades más justa.