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Sánchez y Lastra durante la sesión de control

Sánchez y Lastra durante la sesión de controlEfe

Sesión de control 

El PSOE exprime y amplifica la disputa entre Casado y Ayuso: «Es un filón»

En La Moncloa se frotan las manos: «Mientras el presidente pisa el barro y está preocupado por los problemas de la gente, el PP está ocupado en su pulso interno», señalan

A pesar de la cercanía del día 24 de diciembre, no ha habido ni rastro del espíritu navideño en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de este miércoles, la primera para Pedro Sánchez desde hace cuatro semanas. Al contrario. El cara a cara entre éste y Pablo Casado ha sido tan virulento que las formas han tapado el fondo.

Al «qué coño tiene que pasar en España para que usted asuma alguna responsabilidad» del líder del PP, el presidente ha respondido que cuántos cafés se había tomado ya esta mañana.

Al término, desde la dirección del PP se felicitaban: «Brutal repaso de Casado a Sánchez. Sánchez, tocado y hundido. Hay alternativa a este desgobierno». Sin embargo, no se percibía tal preocupación en las filas socialistas.

Más bien satisfacción porque tienen a punto de caramelo un acuerdo con ERC en torno a la Ley Audiovisual que supondrá, también, el plácet definitivo de los de Gabriel Rufián a los Presupuestos. A cambio de que el Gobierno cree un fondo para subvencionar la producción y doblaje de series al catalán y el resto de lenguas cooficiales, como adelantaba este miércoles El País.

Lo cierto es que en La Moncloa y Ferraz se frotan las manos con la guerra interna que libran Casado, Isabel Díaz Ayuso y sus entornos; y que este martes rebasó otra línea roja cuando el presidente del PP llegó a cuestionar el modelo aperturista de la presidenta madrileña -que hasta ahora había defendido y del que había presumido- para justificar que se suspendan las cenas y otros actos de Navidad en el partido.

En el Gobierno y el PSOE han visto un «filón» -en palabras de un dirigente socialista-, ya que la pelea está incluso penalizando al PP en las encuestas, y no van a dudar en explotarlo. «Mientras el presidente pisa el barro y está preocupado por los problemas de la gente, el PP está ocupado en su pulso interno», se encargaban de destacar desde el entorno del presidente en los pasillos del Congreso.

Las mismas fuentes ponían el acento en el «nerviosismo» de Casado por el enconamiento de la disputa con Díaz Ayuso, a propósito de la beligerancia del popular durante la sesión de control. «Nosotros vamos a lo nuestro», insistían.

Mientras, a Casado le preguntaban a la salida por Ayuso y nada más, sin que éste se parara a contestar. Y su secretario general, Teodoro García Egea, ha apostillado un simple «feliz Navidad, espíritu navideño» como única respuesta.

Desde el Ejecutivo tratan de trasladar una imagen de misión cumplida en este final de año, y de hecho los ministros han estado muy activos en los corrillos con la prensa durante la sesión parlamentaria, una imagen no demasiado habitual.

Afirman que los Presupuestos están hechos, que la negociación con los empresarios por la reforma laboral está bien encaminada -«el mejor de los acuerdos con el mayor de los consensos», sostienen- y que la vacunación a los menores de 11 años que ha comenzado este miércoles servirá para aplacar la sexta ola.

Del incumplimiento de sentencia del 25% del castellano por parte de la Generalitat no hablan. De la posible vuelta del Rey emérito, tampoco. De la curva desbocada del precio de electricidad, que ha dinamitado todas las previsiones del Gobierno y obligado a prorrogar cuatro meses el torniquete fiscal al recibo, menos aún.

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