La Audiencia Nacional devuelve a los etarras a prisión mientras Interior favorece su salida
El pasado miércoles el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria revocó el quinto tercer grado de un terrorista
El 5 de octubre de 2020 fueron detenidas tres personas por su presunta relación con un zulo localizado año y medio antes en Arraia (Álava) con dos bidones que contenían explosivos, detonadores, temporizadores y cordón detonante entre otros elementos para la fabricación de bombas. Fueron los tres últimos miembros de ETA detenidos. No ha vuelto a haber más. De hecho, la última actualización del informe de la ‘Lucha contra el terrorismo de ETA’ que mantiene el Ministerio del Interior en su página web data del 23 de noviembre de 2020.
Desde ese mes de octubre solo han ingresado en prisión los etarras cuyos terceros grados concedidos por el Gobierno vasco con la connivencia del Gobierno de Pedro Sánchez han sido revocados por la Audiencia Nacional y los terroristas que han sido entregados por Francia bien tras cumplir la condena en el país vecino o, permaneciendo bajo condena francesa, para ser juzgados en España por los distintos delitos de los que se les acusa.
Cinco regresiones en cuatro meses
El pasado miércoles, el etarra Aitor Esnaola regresó a prisión después de que el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria revocase el tercer grado concedido por el Gobierno vasco. Se trata del quinto revocamiento que decreta la Audiencia Nacional y, por lo tanto, el quinto etarra que es detenido e ingresado en prisión en los últimos meses. Los únicos que han entrado en las cárceles desde 2020.
El pasado 27 de junio se conoció el revocamiento de los primeros dos terceros grados concedidos por el Gobierno Vasco, los de Iñaki Bilbao Gaubeca y Gorka Martínez Ahedo. En ambos casos el motivo es el mismo: presentan una evolución positiva pero no cumplen todos los requisitos para acceder a este beneficio penitenciario, al considerar que en los textos en los que han mostrado su arrepentimiento no personalizan su petición de perdón en las víctimas concretas de sus atentados.
Esa misma razón es la que ha llevado a otros tres integrantes de ETA en tercer grado a regresar a la prisión solo en las últimas dos semanas. Concretamente se trata de Xabier Atristain, quien ha tenido que ingresar en prisión en dos ocasiones este año, Mikel San Argimiro, cuyo regreso a prisión se conoció en martes y el ya mencionado Aitor Esnaola.
Todo un proceso
De esta forma, la Audiencia Nacional revoca las excarcelaciones que dicta el Gobierno vasco con la connivencia del Gobierno de Pedro Sánchez. De hecho, los terceros grados son concedidos por el Gobierno vasco después de que hace ahora un año el Gobierno central entregara al País Vasco las competencias de política penitenciaria. Y lo hizo como parte de la estrategia PSOE-PNV-Bildu para sacar cuanto antes a los presos etarras de las cárceles.
El pasado mes de febrero ya se conocieron los contactos entre Instituciones Penitenciarias y el entorno de los presos de ETA a través de la plataforma ciudadana Sare. Se produjeron en pleno proceso de acercamiento de los etarras a cárceles próximas al País Vasco. Posteriormente, y coincidiendo con la entrega de las competencias de Política Penitenciaria al Gobierno de Íñigo Urkullu, estos presos fueron trasladados a las cárceles vascas para que dependieran del Ejecutivo del PNV-PSOE y así fuera más fácil concederles el tercer grado.
Se trataba, en definitiva, de hacer efectivas las palabras que Arnaldo Otegi pronunció en las negociaciones, como se están desarrollando ahora, de los Presupuestos Generales del Estado: «tenemos 200 presos. Si para que salgan de la cárcel tenemos que votar a favor de los Presupuestos, los votaremos».
Y ahora es la Audiencia Nacional a quien le toca revisar los recursos presentados contra muchas de estas concesiones de terceros grados.