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Feijóo, el pasado martes en un evento en Ifema, Madrid

Feijóo, el pasado martes en un evento en Ifema, MadridEFE

La crónica política

Pros y contras de la moción de censura que Feijóo no quiere pero Vox y Cs sí

Los populares creen que sería hacer un regalo a Sánchez en un momento de evidente debilidad del Gobierno, y argamasa para el bloque Frankenstein. Tres expertos opinan para El Debate

El rápido quiebro con el que Alberto Núñez Feijóo ha sorteado la moción de censura que le dio a morder Inés Arrimadas deja poco lugar a dudas. El presidente del PP fue sucinto y claro el lunes ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido: «Hemos venido a ganar. Y lo que tenemos que hacer es prepararnos para conseguirlo», afirmó en alusión a las próximas elecciones generales; cuando quiera que las convoque Pedro Sánchez. Ese mismo día comió con sus barones regionales y todos convinieron que presentarla sería un sinsentido.

«La verdadera moción de censura se presentará el 28 de mayo (jornada de elecciones municipales y autonómicas). Entonces, todos los españoles hablarán con su voto. Todo lo demás es calentar el circo a Sánchez», señaló el jueves el coordinador general de los populares, Elías Bendodo, de forma más gráfica.

Los dirigentes del PP lo tienen tan claro como su líder. Presentar una moción de censura contra el presidente del Gobierno, en este momento, sería hacerle un regalo en un momento de evidente debilidad –sostienen–; argamasa para el bloque Frankenstein. Aunque consiguieran retrasar el reloj parlamentario durante unas semanas, como afirman Cs y Vox, con el fin de hacer coincidir la aprobación de la reforma del Código Penal que derogará el delito de sedición con la precampaña electoral.

Es evidente que los números no dan. El PP sumaría, en el mejor de los casos, sus 88 diputados, los 52 de Vox, los nueve de Ciudadanos, los dos de los exdiputados de UPN Carlos García Adanero y Segio Sayas, el de Foro Asturias y el de Pablo Cambronero, ex diputado de Cs. En total 153, 23 menos de la mayoría absoluta.

Pero también es evidente que, salvo la moción de censura que el propio Sánchez presentó contra Mariano Rajoy en mayo de 2018, las demás estaban condenadas de antemano al fracaso numérico. Pero tenían otras motivaciones.

«Históricamente, la de Sánchez ha sido la única moción de censura que ha tenido relevancia, y porque la ganó. En aquel momento Cs era el líder en los sondeos, y automáticamente se produjo un subidón del PSOE y el vuelco», rememora el sociólogo de Target Point José Miguel Silva.

Sería darle oxígeno a un Gobierno divididoJosé Miguel SilvaSociólogo de Target Point

«La de Pablo Iglesias contra Rajoy (en junio de 2017) no tuvo mucha relevancia, ni en su partido ni en otros. La de Santiago Abascal contra Sánchez (en octubre de 2020), tampoco. Al contrario, sirvió para cohesionar al Gobierno y al electorado de izquierdas», continúa. Silva lo tiene claro: «Ahora sería darle oxígeno a un Gobierno dividido. Aunque Feijóo tendría relevancia en la tribuna del Congreso, donde no le hemos visto nunca (es senador no diputado)», añade.

En esto último incide el profesor de Historia del mundo actual de la Universidad CEU San Pablo y analista político Ricardo Ruiz de la Serna: en la imagen de presidenciable que proyectaría el líder de la oposición. «La moción permitiría a Feijóo presentarse como un líder con un proyecto político propio, que pueda suscitar entusiasmo. Y no solo como la alternativa de gestión frente a un Gobierno cuyo desgaste espera», argumenta.

En los dos grandes debates que Sánchez y Feijóo han mantenido este curso en el Senado, al líder de la oposición le ha penalizado mucho el desigual reparto de los tiempos, sin límite para el presidente del Gobierno. En el primero fueron 132 minutos para Sánchez y 27 para Feijóo. En el segundo, 108 minutos frente a 32.

Por el contrario, en una moción de censura Feijóo tendría barra libre. «Sin limitación de tiempo, podrá intervenir el candidato propuesto en la moción para la Presidencia del Gobierno, a efectos de exponer el programa político del Gobierno que pretende forma», estipula el Reglamento del Congreso.

Permitiría a Feijóo presentarse como un líder con un proyecto político propioRicardo Ruiz de la SernaProfesor de Historia del mundo actual de la Universidad CEU San Pablo

El profesor Ruiz de la Serna no tiene tan claro, al contrario que Silva, que una moción de censura fuera a fortalecer a Sánchez. «Dependería de la coyuntura de los días previos, pero si Feijóo lo desafía y se presenta como líder de una oposición unida puede debilitarlo», reflexiona.

Arrimadas fue la primera que pidió a Feijóo que presente una moción de censura

Arrimadas fue la primera que pidió a Feijóo que presente una moción de censuraEFE

Vox y Ciudadanos sí están juntos en esto. De hecho, Arrimadas desveló el miércoles en una entrevista que llamó a Abascal para hacer juntos presión sobre Feijóo. Una moción de censura debe ser propuesta, al menos por la décima parte de los diputados: 35. Cs por sí mismo no llegaría ni a la tercera parte de las firmas necesarias. Con Vox sí, pero de nada les sirve si Feijóo no acepta ser el candidato. Volvemos al Reglamento de la Cámara: «La moción (…) habrá de incluir un candidato a la Presidencia del Gobierno que haya aceptado la candidatura».

El PP no quiere pasos en falso

El PP no quiere dar ningún paso en falso. Y menos ahora que el ligero repunte que protagonizó Sánchez en las encuestas a comienzos de curso, tirando la casa y el gasto público por la ventana, se ha demostrado flor de un día. La media de las últimas 14 encuestas publicadas por la prensa refleja que el líder socialista vuelve a bajar, hasta el 25,13 % de intención de voto, y el PP sube al 31,99 %. Por su parte, Vox retrocede tres décimas, hasta situarse en el 14,36 %; y Unidas Podemos cae cuatro y se queda en el 10,85 %.

La estrategia de Feijóo es dotar de equilibrio y moderación al debate públicoMaría MartínDirectora de Comunicación de GAD3

«Feijóo hace bien en rechazar una moción ahora, porque su estrategia es la de dotar de equilibrio y moderación al debate público», opina la directora de Comunicación de la consultora GAD3, María Martín. «Las mociones de censura tienen sentido si son constructivas», añade.

A la vista está que, en este momento, el presidente de los populares no contempla presentarla. «Aunque les ha faltado explicar por qué no a su electorado», puntualiza el sociólogo de Target Point. Y el profesor Ruiz de la Serna, por su parte, advierte a Feijóo del riesgo de quedarse quieto: «Es posible que el Gobierno haya tocado suelo y ahora pueda remontar. Por ejemplo, por la incapacidad del PP de presentar un modelo alternativo».

Ahora no habrá moción de censura, pero… ¿y dentro de unos meses? No es descartable, sugiere Martín. «Tal vez en primavera, antes de las elecciones autonómicas y municipales, sí tenga más relevancia, puesto que eleva el debate local y regional a nivel nacional. Eso le interesa más a la derecha, porque unas elecciones municipales en clave nacional hacen más daño al PSOE: el Gobierno está más desgastado que sus barones», concluye. Así que conviene permanecer atentos a la pantalla, por lo que pueda pasar.

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