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Robo en el Hotel Atrio

Robo en el Hotel AtrioPolicía Nacional / El Debate / Atrio

Piden cuatro años y medio de prisión por uno de los robos del siglo, el del restaurante Atrio

La Fiscalía pide una responsabilidad civil de 1,6 millones de euros pese a que las botellas continúan sin aparecer

La Fiscalía pide cuatro años y medio de prisión para cada una de las dos personas inculpadas por uno de los robos más importantes y mediáticos de los últimos años en España, el de las 45 botellas del restaurante Atrio de Cáceres que, hace ahora algo más de un año, supuso un robo de 1,6 millones de euros.

Sin embargo, aunque en su escrito la Fiscalía destaca que es un robo «de especial gravedad por la elevada cuantía de los objetos robados», lo cierto es que no pide la pena máxima que para estos robos el Código Penal establece un máximo de 6 años de prisión.

A los dos encausados, Constantin Dumitru y Priscila Lara Guevara, tampoco les hará gracia la responsabilidad civil que les pide la parte acusatoria. De resultar culpables, deberían hacer frente a un pago de los 1,6 millones de euros en que están valoradas las botellas y que la compañía aseguradora ya ha abonado al restaurante.

Ni rastro de las botellas

Y no les hará gracia porque las investigaciones, que continúan, parecen indicar que se trató de un robo por encargo, es decir, que los dos presuntos ladrones no son quienes se quedaron con las botellas y tan solo recibieron un pago por acometerlo. De hecho, las botellas continúan sin aparecer. Dicen los investigadores que especialmente la botella Chateau d’Yquem, valorada en 350.000 euros, es prácticamente imposible de vender dado su valor y que ya se ha extendido la noticia de que ha sido objeto de un robo, por lo que si alguien intentara venderla, enseguida levantaría las sospechas del posible comprador.

El relato de los hechos que recoge el escrito de la Fiscalía viene a ratificar lo que ya se sabía y que había narrado la Policía Nacional. Los dos presuntos ladrones, Constantin Dumitru y Priscila Lara Guevara, se habían coordinado para cometer el robo. Reservaron cena y noche en el hotel del restaurante Atrio. En un momento dado, hacia las 2:10 de la madrugada, ella pidió algo de comer al empleado de recepción, que se encontraba solo por lo que tuvo que abandonar su puesto para acudir a la cocina en su empeño por hacer el mejor servicio. Esta ausencia fue aprovechada por Constantin para hacerse con una llave electrónica que pensaba que era de la bodega.

Bajó dos veces a por las botellas

La novedad que aporta este escrito es que en su primer intento, Constantin se equivocó y no pudo abrir la bodega. Así pues, Priscila tuvo que volver a llamar a recepción y pedir postre. Así que el rumano volvió a bajar y, esta vez sí, se hizo con una llave maestra, por lo que pudo abrir la puerta de la bodega y, ayudado por dos bolsos, hacerse con las 45 botellas que robaron del restaurante Atrio.

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