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Pedro Sánchez y Joe Biden en la Casa Blanca

Pedro Sánchez y Joe Biden en la Casa BlancaEFE

Su debut en el Despacho Oval

Sánchez sale de la Casa Blanca con un cupo de inmigrantes pero sin acuerdo cerrado sobre Palomares

El presidente español describe su reunión con Biden como «satisfactoria para ambas partes», pero en realidad lo ha sido sobre todo para una. Su anfitrión le agradece su implicación con Ucrania

En dos años, Pedro Sánchez ha conseguido pasar de asaltar a Joe Biden en un pasillo de una cumbre de la OTAN durante apenas 20 segundos a reunirse con él en la Casa Blanca. El presidente español pisó este viernes por primera vez, y después de casi cuatro años en la Moncloa, el Despacho Oval. En un encuentro que no pudo ser más oportuno para Sánchez, aunque fuera el Gobierno de Estados Unidos el que puso la fecha: en el primer día de la campaña electoral.

«La agenda internacional no debería utilizarse para tapar asuntos domésticos y tampoco simplemente para una foto. Debe servir para algo más y espero que sirva para algo más», señaló Alberto Núñez Feijóo desde Toledo. Pero el líder del PP ya puede ir acostumbrándose, porque Sánchez está decidido a exprimir la Presidencia española de turno de la UE en el segundo semestre del año, que coincidirá con los últimos meses de la legislatura.

La felicidad habría sido completa para el presidente español si su anfitrión se hubiera prestado a una pequeña comparecencia conjunta, como hizo con el francés Emmanuel Macron en diciembre. En lugar de eso efectuó unas declaraciones a la prensa desde los jardines de la Casa Blanca. No obstante, cabe recordar que el canciller alemán, Olaf Scholz, visitó a Biden en marzo y tampoco hubo comparecencia a dúo.

Antes de entrar a la reunión, y ante las cámaras, el presidente norteamericano agradeció a Sánchez su implicación contra Vladimir Putin. «Juntos ayudamos a Ucrania, no puedo agradecértelo suficiente». Y su invitado le respondió: «Somos aliados, amigos».

Al término de la conversación, Sánchez destacó que había sido «muy satisfactoria para ambas partes». Aunque dos de los asuntos que llevaba España en la agenda no han quedado cerrados. Sobre la limpieza de Palomares, el presidente español sostuvo que ha habido «un avance», pero hasta ahí. «Hemos quedado en mostrar nuestra voluntad de resolver este problema, los equipos técnicos se reunirán», añadió. De hecho, el comunicado enviado por el Gobierno norteamericano solo señala: «Los dos presidentes han encargado a sus equipos que prosigan las negociaciones sobre un acuerdo relacionado con la realización de labores adicionales de limpieza en el lugar del accidente aéreo de 1966 en Palomares (España)». Sobre los aranceles del 35 % a la aceituna negra española, Sánchez reconoció que es «un elemento de fricción en unas relaciones extraordinarias».

La inmigración, asunto clave

El presidente tampoco fue capaz de detallar los acuerdos a los que ha llegado con Biden en materia migratoria, porque España se ha comprometido con Estados Unidos en una doble vía: a potenciar la contratación en origen en los países en los que ya tiene programas de la llamada migración circular -Honduras, Guatemala, Colombia, República Dominicana y Ecuador- y ampliarla a otros. Y, sobre todo, a poner en marcha un «programa de reasentamiento» de inmigrantes que reciban el estatus de refugiado en Estados Unidos y sean derivados a España.

Según Sánchez, es imposible poner cifras a esto último, porque el cupo dependerá siempre de las «necesidades» del mercado laboral español. También explicó que los ministros del Interior y de la Seguridad Social ya están trabajando en ello. «Desde el Gobierno de España estamos satisfechos porque estamos dando una respuesta innovadora», subrayó. «Ambos gobiernos tenemos una visión semejante para afrontar la lucha contra la migración irregular», se felicitó.

Ambos presidentes se reafirmaron, según Sánchez, en su apoyo a Ucrania, la transformación energética y la lucha contra el cambio climático. Y acordaron la incorporación de España al Programa Artemis (un programa internacional de vuelo espacial tripulado) y un refuerzo de la colaboración entre la NASA y la Agencia Aeroespacial Española.

El encuentro se produjo un mes y medio después de que Sánchez se reuniera con el presidente chino, Xi Jinping, en Pekín. Aunque desde la Moncloa no confirman si, ya por aquel entonces, el líder del Ejecutivo español tenía la cita cerrada con Biden.

Pedro Sánchez y Xi Jinping, en Pekín

Pedro Sánchez y Xi Jinping, en PekínMoncloa

Sánchez ha tenido que trabajarse mucho a su homólogo estadounidense durante los dos últimos años. El punto de inflexión se produjo en junio del año pasado, cuando Madrid acogió la Cumbre de la OTAN, en el contexto de la guerra en Ucrania.

Entonces Biden visitó al presidente español en la Moncloa, donde su anfitrión se comprometió con él a aumentar la inversión de España en Defensa hasta el 2 % en el horizonte de 2029. También aceptó que Estados Unidos enviara dos destructores más a la base naval de Rota, hasta elevar el número a seis. Un compromiso que la ministra de Defensa y la embajadora de EEUU en España materializaron el lunes, en vísperas del viaje de Sánchez a Washington.

También en 2022, Sánchez cambió unilateralmente la postura española respecto al Sáhara, en consonancia con Estados Unidos, que tiene a Marruecos como su gran aliado en el norte de África. Y en este 2023 llegó la ansiada foto.

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