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La exministra de Vivienda María Antonia Trujillo

La exministra de Vivienda María Antonia TrujilloJosé Oliva / Europa Press

Un 'think tank' avisa del peligro para Ceuta y Melilla de los «guiños» a Marruecos de la socialista Trujillo

Un informe de Europa Ciudadana señala que el giro de la postura española sobre el Sáhara no ha conllevado un reconocimiento de la españolidad de las ciudades autónomas por parte de Marruecos

España tiene algunos caballos de troya que defienden la marroquinidad de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Uno de ellos no es otro que la exministra socialista de Vivienda María Antonia Trujillo, casada con un marroquí y que desde hace tiempo viene haciendo declaraciones públicas favorables a las tesis anexionistas de Rabat.

Hace unos meses apuntó a que la reivindicación de Marruecos por estos dos territorios españoles, pertenecientes a nuestro país desde siglos antes del origen nacional del país alauita, estaba «plenamente justificada». Poco después, en una entrevista, aseguraba que «si España ha cambiado su posición tradicional sobre el Sáhara, ¿por qué no puede cambiar su posición sobre Ceuta, Melilla y las Islas Chafarinas?».

Unas palabras que no han pasado inadvertidas para algunos expertos geoestratégicos, como el think tank Europa Ciudadana, que indica en un informe que «los constantes guiños a Marruecos por parte de ex figuras políticas con intereses en Marruecos, como es el caso de la exministra socialista de Vivienda María Antonio Trujillo no dan pie a garantizar que la atención sobre Ceuta y Melilla vaya a decaer en el futuro inmediato».

La instrumentalización de Ceuta y Melilla que ha venido ejerciendo Marruecos en su relación con España en los últimos años ha puesto a ambas ciudades autónomas en la agenda global, generando un mayor interés sobre ellas que debería mantenerse dado que Rabat no ha reconocido aún explícitamente la españolidad de las mismas pese al giro de España respecto al Sáhara, según alerta Europa Ciudadana.

Este think tank ha elaborado el informe El papel de Ceuta y Melilla en la agenda global en el que repasa cómo distintas actuaciones por parte del reino alauí han generado un interés renovado dentro de la UE por la seguridad de ambos enclaves españoles en el norte de África y también a que la OTAN reconozca que se implicaría en la defensa de estas ciudades españolas en caso de que su seguridad se viera amenazada.

A su juicio, el asalto ocurrido en Ceuta el 17 y 18 de mayo de 2021, cuando hasta 10.000 migrantes cruzaron desde Marruecos ante la impasividad de las fuerzas de seguridad marroquíes supuso un «punto de inflexión en la percepción internacional de Ceuta y Melilla como el límite de la frontera sur de Europa».

Prueba de ello fueron las reacciones en este sentido tanto de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, como del presidente del Consejo, Charles Michel, dejando claro a Rabat que ambas ciudades españolas constituían también la frontera europea. También la Eurocámara aprobó una resolución en este mismo sentido con un amplio respaldo.

En realidad, Marruecos hacía tiempo que había venido instrumentalizando a ambas ciudades autónomas con la vista puesta en provocar un cambio de postura en España respecto a su tradicional postura sobre el Sáhara, animado por la decisión en diciembre de 2020 del entonces presidente estadounidense Donald Trump de reconocer la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española, señala el documento, al que ha tenido acceso Europa Press.

Así, primero optó por el cierre fronterizo con ambas ciudades autónomas en el arranque de la pandemia y luego aprovechó la acogida en abril de 2021 en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, aunque siempre estuvo subyacente su interés por que España reconociera el Sáhara como marroquí.

A esto añade la autorización para la construcción de una piscifactoría en aguas próximas a Chafarinas el noviembre de 2021 y la entrada de hasta 500 inmigrantes de un grupo de más de 2.500 en Melilla en marzo de 2022, de nuevo ante la «pasividad» de las autoridades marroquíes.

La carta de Sánchez ha salido gratis

La carta remitida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Mohamed VI el 14 de marzo de 2022, en la que se afirmaba que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental era «la base más sólida, creíble y realista» para una solución al contencioso permitió cerrar la crisis diplomática pero no zanjó la reivindicación marroquí sobre las dos ciudades autónomas, subraya Europa Ciudadana.

En este sentido, destaca que «la carta sirvió para que España reconociera la integridad territorial marroquí y su imperativo estratégico sobre el Sáhara Occidental sin, a cambio, urgir a Marruecos a reconocer la soberanía territorial española en su totalidad, esto es, incluyendo las ciudades de Ceuta y Melilla y territorios próximos».

Este factor, unido a la celebración a finales de junio en Madrid de la Cumbre de la OTAN, volvió a abrir el debate de la inclusión de ambas ciudades autónomas en el paraguas de seguridad de la Alianza Atlántica. El Gobierno dejó claro de antemano que no tenía intención de solicitar una enmienda del tratado fundacional para ello y se mostró satisfecho con la redacción final del Concepto Estratégico, al considerar que con ello se estaba garantizando el apoyo aliado en caso de que Ceuta y Melilla se vieran atacadas.

En dicho documento, que guiará a la Alianza en la próxima década, se deja claro que «aunque la OTAN es una alianza defensiva, nadie debe dudar de nuestra fuerza y determinación de defender cada centímetro de territorio aliado, preservar la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados y prevalecer contra cualquier agresor».

Marruecos no ha reculado

Así las cosas, Ceuta y Melilla quedaron insertas tanto en la agenda europea como en la global, al estar en el radar de la OTAN, defiende Europa Ciudadana en su informe, si bien admite que «no se puede ignorar que Marruecos no ha reculado en la instrumentalización de las dos ciudades autónomas» como se puso de manifiesto por ejemplo, en una carta al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que se afirmaba que Marruecos no tenía frontera con Melilla sino que lo que había era una «línea de separación».

Hay que seguir defendiendo la españolidad

«Es importante que las autoridades españolas, europeas e internacionales eviten cualquier retroceso en la consolidación de Ceuta y Melilla en la agenda global y continúen implicadas en la reivindicación, la pedagogía y la defensa de la españolidad y europeidad de ambas ciudades autónomas», defiende este think tank.

Gracias a la «política revisionista» de Marruecos, «ambas ciudades autónomas se han desprendido del aura de indiferencia que las ha rodeado tradicionalmente en el panorama mediático e institucional». La concepción europea de que Ceuta y Melilla son fronteras europeas «es hoy más firme de lo que lo era antes del año 2020», añade.

Por otra parte, «el debate en torno a la ambigüedad jurídica del Tratado de Washington se ha saldado con un resultado positivo para España porque el Concepto Estratégico de 2022 no da lugar a dudas: la OTAN se implicará en la defensa de la integridad y la soberanía territorial de los aliados», resalta el documento.

No obstante, advierte de que Marruecos podría seguir instrumentalizando ambos enclaves toda vez que «el giro de la política española no ha venido acompañado de un reconocimiento explícito de la soberanía e integridad territorial española por parte de Rabat».

«Por lo tanto, no se puede concluir que Ceuta y Melilla vayan a gozar de tranquilidad en el futuro» puesto que «el imperativo estratégico de Marruecos, hoy incompatible con la independencia del Sáhara Occidental, choca con la españolidad de Ceuta y Melilla», remachan desde el think tank.

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