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El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, comparece en rueda de prensa para valorar los resultados de las elecciones al Congreso y al Senado del 23 J.

Arnaldo Otegi, comparece para valorar los resultados de las elecciones al Congreso y al Senado del 23 J.Europa Press

Bildu gana enteros para convertirse en socio preferente de Sánchez en detrimento del PNV

La noche electoral encumbró a un Bildu al alza frente a un PNV que pasa por sus horas más bajas

Tan solo 1.104 votos separaron en el País Vasco a PNV y Bildu en las elecciones generales celebradas este domingo. Apenas mil votos que pone en posición privilegiada a Bildu para situarse como socio preferente de Sánchez en caso de que éste opte a la investidura apenas a un año de las elecciones vascas.

Quién da más

El PNV, a través de su portavoz, Itxaso Atutxa, ya ha anunciado que exigirá «garantías» para desarrollar el punto 4 del acuerdo pactado en 2019 que pedía «adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales» si el socialista Pedro Sánchez quiere pactar con ellos.

El líder de Bildu, Arnaldo Otegi, ha asegurado este mismo lunes que «haremos todo lo posible para que la voluntad del pueblo vasco se cumpla: que no quieren un gobierno PP-Vox en el Estado». Es decir, están dispuestos a regalar sus votos al PSOE con tal de que no gobierne Feijóo. Pero todos saben que es un voto envenenado, una vez que conceden la investidura, harán con ello lo que quieran en el resto de las propuestas, como ya han hecho en Navarra en los últimos cuatro años.

La «gratuidad» de los votos de Bildu, sumado a que tiene más escaños que el PNV gracias a la diputada lograda en Navarra (en la circunscripción del País Vasco ambas fuerzas quedaron empatadas a 5 representantes) hace que el partido de Otegi tenga más posibilidades de convertirse en el próximo socio preferente de Sánchez a pesar de que, en el fondo, Pedro Sánchez se sentiría más cómo con el PNV.

Pacto municipal PNV-PSE

Tras las elecciones autonómicas y municipales, PSOE y PNV pactaron sumar fuerzas para hacerse con ayuntamientos y diputaciones, lo que les dieron 17 instituciones, algunas de ellas arrebatadas a Bildu. También el voto socialista impidió en Pamplona que Bildu se hiciese con el Ayuntamiento de la capital navarra. Pero esto no impide que los abertzales ofrezcan su respaldo a los socialistas.

Ya lo hizo en 2019 en Navarra después de que los socialistas facilitaran, como este año, la alcaldía de Pamplona para UPN. Pero es mucho más lo que puede conseguir Bildu siendo, como ellos mismos califican, «la llave» de los gobiernos autonómicos o nacionales.

La pasada legislatura ya logró el acercamiento de todos los presos. También con su respaldo «desinteresado» consiguió que la Ley de Memoria Democrática incluyera a las víctimas del terrorismo de los GAL y no a los de ETA.

Ambos partidos, PNV y Bildu, han logrado una respuesta opuesta de sus militantes tras haber sido socios de Sánchez en los últimos cuatro años. Mientras que la bajada de votos del PNV le obliga a ser más beligerantes con Pedro Sánchez para ganar más promesas, Bildu ha obtenido en las generales del domingo unos resultados históricos, lo que daría el visto bueno ‘per sé’ a la renovación del pacto PSOE-Bildu no solo para lograr más beneficios para los etarras, sino para reforzar su postura de cara a las elecciones vascas que se celebrarán el año que viene, la auténtica pugna entre PNV y Bildu.

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