Un consulado de España en Gibraltar, la solución de Picardo para un acuerdo con la UE que espera ya para 2024

La presencia de policías españoles en el Peñón es una línea roja que el Gobierno colonial de Gibraltar no está dispuesto a cruzar en las negociaciones del tratado que ha de establecer la relación pos-Brexit de la colonia británica con España y el resto de los Veintisiete. Tanto es así que la única presencia española que el Gobierno colonial consentiría en el Peñón sería un consulado.

«Un consulado español que reconociera a Gibraltar como jurisdicción británica sería bienvenido», ha afirmado el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, en una entrevista para el diario local Gibraltar Chronicle. Toda una provocación hacia España, dada la reivindicación histórica de nuestro país respecto a este territorio, y en un momento en el que las negociaciones están paralizadas.

El adelanto de las elecciones generales al 23 de julio provocó un nuevo bloqueo de las negociaciones entre la Unión Europea, con España como parte fundamental de las mismas, y el Reino Unido, del lado de Gibraltar. No obstante, las conversaciones se habían estancado previamente como consecuencia de la introducción de «nuevos elementos» en ellas por parte de España, según denunció el Gobierno colonial.

El Ejecutivo de Picardo aspira al derribo de la Verja, objetivo compartido con el Gobierno de España; pero no acepta la presencia de policías españoles en Gibraltar si en consecuencia los controles fronterizos se trasladan al puerto y el aeropuerto del Peñón. Esta presencia se considera un menoscabo de la soberanía británica de Gibraltar por parte del Gobierno colonial, como se ha vuelto a poner recientemente de manifiesto con el conflicto por las aguas que rodean el Peñón.

Para salvar este impedimento, España ha propuesto que agentes de Frontex ―la agencia europea de control de fronteras― lleven a cabo estos controles bajo la supervisión de funcionarios españoles por un periodo inicial de cuatro años. Sin embargo, el Gobierno colonial ha avisado de que esta supervisión no puede conllevar un deterioro de la soberanía británica en términos de jurisdicción y control.

Acuerdo en 2024

El Gobierno colonial aún guarda la esperanza, al menos de cara a la galería, de que se pueda culminar el acuerdo con la Unión Europea antes de final de año. No obstante, reconoce que las citas electorales a ambos lados de la Verja (a finales de año hay elecciones en Gibraltar) hacen más probable que esto suceda en el primer semestre de 2024.

En su entrevista con Gibraltar Chronicle, Fabián Picardo ha dicho que la parte británica está preparada para «reanudar las discusiones y concluir las negociaciones tan pronto como haya un nuevo Gobierno en España»; aunque ha defendido que se trata de un «proceso iterativo» y que, por tanto, «no podemos convertirlo en rehén de un calendario autoimpuesto».

Tensiones con España

El ministro principal de Gibraltar también se ha referido a los episodios de tensión que se han producido recientemente tanto en las aguas adyacentes al Peñón como en la Verja. Al respecto, Picardo ve «un patrón en las agencias que se están usando para crear estos focos. Los pequeños pescadores son engañados para crear problemas, y aparecen los mismos viejos políticos y periódicos en España al frente de los ataques sobre Gibraltar».

«Todos sabemos quiénes son y qué están haciendo. No conseguirán hacer descarrilar las negociaciones», ha añadido un Picardo que ante el cambio en los procedimientos de control de pasaportes que supuestamente ha introducido España ha señalado que a su Gobierno no le queda «otra opción que emular estas nuevas disposiciones y dar prioridad a los ciudadanos británicos de nuestro lado, como España está dándosela a los ciudadanos de la Unión Europea».