Gibraltar trata de hacerse fuerte en la Verja ante un posible fracaso de las negociaciones con España

El fracaso de las negociaciones sobre su relación pos-Brexit con España y el resto de los Veintisiete es una posibilidad latente en Gibraltar, más aún después de que se paralizaran, debido al adelanto de las elecciones generales, y de los últimos incidentes tanto en (por) las aguas adyacentes al Peñón como en la Verja, que han reavivado la desconfianza entre los interlocutores.

No es casualidad, pues, que el Gobierno de la colonia planee una «importante remodelación» de las entradas peatonales y de vehículos en la Verja, con el objetivo de hacerse fuerte en la frontera ante este posible fracaso de las negociaciones con España. Además, esta remodelación «se había retrasado a la espera de la negociación de un tratado con la Unión Europea», según ha apuntado el Ejecutivo llanito.

El proyecto contempla la instalación de puertas automáticas de control de pasaportes, conocidas como e-gates, en el lado gibraltareño de la Verja, además de los controles manuales, a fin de permitir un acceso más fluido de personas. El uso de estas puertas «permitirá procesar a más personas al mismo tiempo», según el Gobierno colonial, que ha indicado que la propuesta de puerta electrónica ya cuenta con permiso de obras.

En este sentido, esta remodelación de las instalaciones de la Verja en Gibraltar choca con el objetivo de su derribo, acordado por España y el Reino Unido en la Nochevieja de 2020; ya que, en principio, en caso de haber acuerdo, los controles fronterizos se trasladarían al puerto y el aeropuerto del Peñón.

También entra en contradicción con las recientes palabras del ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo. Con motivo del Día Nacional de Gibraltar, que se celebró ayer sábado, Picardo trasladó a sus conciudadanos que «ahora estamos muy cerca de poder alcanzar un acuerdo que permita crear esa deseada zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y la zona del Campo de Gibraltar. Pero no hemos llegado todavía».

Necesidad creciente

Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, ha afirmado en una reciente visita a Cádiz que los últimos incidentes con el Gobierno colonial de Gibraltar, entre ellos las largas colas en la Verja, demuestran «todavía más» la necesidad de alcanzar un acuerdo con el Reino Unido sobre la relación pos-Brexit del Peñón con España y el resto de la Unión Europea.

Albares insistió, además, en que dicho acuerdo debe crear una «zona de prosperidad compartida» entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar y solventar situaciones «claramente absurdas» y que, de ser resueltas, sería mutuamente beneficioso para Gibraltar y para el Campo de Gibraltar y, sobre todo, para los 270.000 vecinos de la comarca.