¿Nueva misión?
Zapatero vuelve a ser el comodín: Yolanda Díaz quiere que medie con Puigdemont
Después de su hiperactividad en la campaña del23-J y de unas largas vacaciones, el expresidente regresa a la primera línea de la actualidad. Justo cuando lo hace también Felipe González
Fue uno de los nombres propios de la pasada campaña electoral, a pesar de que él no se presentaba en las listas del Congreso ni en las del Senado. José Luis Rodríguez Zapatero se recorrió el país de punta a punta diciéndoles a los españoles que otro Gobierno de Pedro Sánchez es lo mejor que les puede pasar.
Gijón, A Coruña, San Sebastián, Granada, León, Cádiz, Salamanca… Cuando los barones regionales y provinciales del PSOE dieron un paso al lado, desmoralizados y desmotivados tras el desastre de las municipales y autonómicas de mayo, Zapatero lo dio al frente. «Tenemos una tarea. Ganar por sorpresa», predicaba de mitin en mitin. Sánchez no ganó, pero perdió por mucho menos de lo esperado. Dicen que, en parte, gracias a Zapatero.
Tras el 23 de julio, el expresidente del Gobierno se apartó de los focos y se instaló en el chalet que posee en una exclusiva urbanización de Teguise, en la isla canaria de Lanzarote. Se está tomando unas vacaciones tan largas que la Unión de Guardias Civiles protestó este lunes porque la protección del expresidente 24 horas al día obliga a la Benemérita a reducir efectivos de otras localidades.
Después de un mes y medio casi desaparecido, Zapatero ha vuelto a la primera línea de la actualidad. No directamente, sino a través de Jaume Asens, el hombre designado por Yolanda Díaz para la negociación con Carles Puigdemont. Y el que le acompañó la semana pasada en su encuentro con el prófugo en Bruselas.
Asens concedió una entrevista a Eldiario.es el fin de semana en la que proponía el nombre de Zapatero como mediador entre el Gobierno y el líder de Junts. Puesto que una de las condiciones que puso Puigdemont a Sánchez fue la de un árbitro. «Tiene una imagen y una legitimidad que se ha ganado a pulso en los últimos tiempos». «Tiene un perfil que podría jugar un rol interesante en la negociación», según Asens.
El exdiputado de los Comunes también deslizó la idea de que Zapatero se desplace a Bélgica para reunirse con Puigdemont, ya que Sánchez no tiene intención de hacerlo. Cabe recordar que el viaje de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar no sentó nada bien a los socialistas. El expresidente jamás se entrevistaría con el huido de la Justicia sin el permiso, o incluso el mandato, de Sánchez.
El perejil de todas las negociaciones
Zapatero es el perejil de todas las negociaciones. En el ámbito internacional, se ha convertido en el principal embajador y asesor del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien visita asiduamente. La última vez, en enero, por el papel mediador de Venezuela en la negociación entre el Gobierno colombiano de Gustavo Petro y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En el ámbito doméstico, en los meses previos a las elecciones se dedicó a mediar entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz para que Podemos y Sumar llegaran a un acuerdo. Más que acuerdo, lo que hubo fue un «o lo tomáis o lo dejáis» de la también ministra de Trabajo a los morados. Incluida la exclusión de Irene Montero de las candidaturas.
La relación de Díaz con Zapatero es más reciente que la que guarda el expresidente con Iglesias, pero también muy buena. El pasado mes de diciembre, ambos participaron en un acto de apoyo a Cristina Fernández de Kirchner en Buenos Aires, organizado por el Grupo Puebla. Cuando Sumar empezó su andadura, Zapatero bendijo así el proyecto en La Sexta: «Lo que suma a la suma, suma».
En un libro recién publicado, Zapatero critica que el TC perdió su autoridad cuando corrigió el Estatut
Zapatero goza de cierto predicamento en Cataluña, y el independentismo al menos lo tolera. En el libro España no se toca, de dos periodistas catalanes, el antecesor de Sánchez reflexiona sobre el Estatut y el problema catalán. A su juicio, el Tribunal Constitucional «perdió la autoridad que tenía» cuando declaró inconstitucional parte del articulado del Estatut. «Es preocupante, porque en el modelo por el cual optamos en la Constitución cumplía una función de pacificador y estabilizador. Eso se tendría que recuperar», señala.
Sus declaraciones están hechas antes de conocer el resultado de las elecciones generales, pero el libro se ha publicado ahora. Curiosamente, cuando se habla del papel que tendrá el TC de Cándido Conde-Pumpido en el dudoso encaje de la amnistía en la Carta Magna.
Lo que está claro es que José Luis Rodríguez Zapatero es un expresidente mucho más entusiasta de Pedro Sánchez que Felipe González, y eso que la relación entre los dos primeros ha sufrido altibajos en algunas etapas. Por el contrario, González está liderando la revuelta de la vieja guardia contra el jefe de filas del PSOE por plegarse a las exigencias del independentismo con tal se seguir en la Moncloa. «Me han mandado callar en los últimos años varias veces. El que me manda callar, a veces de mi propio partido, no es socialista porque no cree en la libertad», afirmó González en su entrevista de la semana pasada en Onda Cero. A Zapatero, por el contrario, no le hacen callar, sino hablar más. ¿Acabará mediando con el expresident fugado?