Rubiales comparece como imputado en la Audiencia Nacional para declarar por el beso a Jenni Hermoso

Luis Rubiales, el que fuera presidente de la Federación Española de Fútbol, comparecerá este viernes, a partir de las 12.00, en la Audiencia Nacional, como imputado por el beso en la boca que dio a la jugadora de la selección femenina Jenni Hermoso durante la celebración de la entrega de trofeos del Mundial del pasado mes de agosto en Sidney (Australia). El magistrado Francisco de Jorge, titular del Juzgado de Instrucción Central número 1 será el encargado de tomarle declaración, junto con la fiscal encargada del caso y en presencia de su abogado y del letrado de Hermoso.

Será la primera vez que Rubiales narre, en sede judicial, el relato de lo ocurrido, aportando una versión que podrá apoyar en todos los documentos gráficos, datos y detalles que considere oportunos para su defensa, en la fase preliminar de una investigación que arrancaba, formalmente, esta misma semana, tras admitir el juez competente la querella presentada por la Fiscalía contra el exdirigente federativo.

Cabe recordar que sobre Rubiales pesan acusaciones por sendos delitos de agresión sexual y coacciones y que, en su condición de imputado podrá declarar lo que quiera, sin obligación de decir la verdad, y negarse a contestar a las preguntas que considere, si es que hubiese alguna que no quiere contestar. También podría anunciar, al comienzo del acto de interrogatorio que sólo contestará a las preguntas de su defensa, por ejemplo.

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A todo lo anterior se suma que, en un auto de diligencias previas, el magistrado de Jorge acordó como una de las primera pesquisas de este procedimiento, recabar de RTVE todo el material gráfico que tenga el ente público en sus archivos y recoja el polémico momento desde todos los ángulos en los que se vea el beso del querellado a la denunciante, así como los minutos inmediatamente anteriores y posteriores al hecho relativos a la celebración del triunfo de la selección de fútbol femenino.

No en vano, el contexto es esencial en este caso. Y es que, al hilo de lo previsto en el delito recogido en el Código Penal, en el que presuntamente podría enmarcarse la conducta de Rubiales, el hecho de que se produjese de una u otra manera implicaría la modulación de una posible pena, de ser condenado, que oscilaría entre 1 a 4 años de prisión o atenuada a una multa como única sanción. Un escenario en el que será imprescindible que no quede acreditado el consentimiento ya que, según fuentes consultadas por El Debate, este caso es , fundamentalmente, un problema de prueba.

De ahí que el juez de Jorge haya instado, también, la entrega del vídeo de la celebración en el vestuario que tiene colgado en Internet el diario El País y al diario AS el de los momentos del beso y cualesquiera otros relacionados con los hechos. Por su parte, al diario 'La Vanguardia' el instructor solicitó el vídeo de la celebración en el autobús de la selección española de fútbol femenino.