Sánchez pide a Europol que desvincule el independentismo catalán del terrorismo, como exigía Puigdemont

El Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a cumplir una por una todas las exigencias que impuso Carles Puigdemont para conseguir el «sí» de sus siete diputados en una posible investidura socialista. Aún estando en funciones, el Ejecutivo elevó a la UE la solicitud de que el catalán fuera idioma oficial, negocia la amnistía de los implicados en el procés y ahora reclama a Europol que desvincule el independentismo del terrorismo.

El Ministerio de Interior envió este martes una carta dirigida a la directora de Europol, Catherine De Bolle, solicitándole que corrigiera el último informe publicado por la agencia en el que se vinculaba el independentismo catalán con el terrorismo, como ha adelantado El Mundo y ha podido confirmar este periódico. En el mismo, hablaba de que existían «grupos» que tenían conexiones y no que en sí el movimiento independentista fuera identificado como terrorismo.

Esta modificación que solicita el Gobierno español tres meses después de que Europol lo hiciera público se debe a una de las exigencias expuestas por Carles Puigdemont para apoyar una investidura de Pedro Sánchez. El expresidente catalán, fugado en Bélgica desde 2017, aseguró en una conferencia de prensa en Bruselas el pasado 5 de septiembre que no se podía negociar con un Gobierno que les consideraba «terroristas».

«No se puede negociar con quien nos considera la segunda amenaza más importante después del terrorismo yihadista y pide a la Europol que nos trate de terroristas», afirmó el prófugo de la Justicia en la misma alocución en la que reclamó también la amnistía, el referéndum y el impulso del catalán en las instituciones europeas y españolas. Por el momento, Sánchez ya ha dado luz verde al uso del catalán en el Congreso, lo ha solicitado en Europa, negocia la amnistía y pide ahora a Europol que modifique su último informe.

Lo que pide en su carta el director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), Manuel Navarrete, es que Europol rectifique tres epígrafes que enumera en su misiva con el fin de separar las alusiones al independentismo de las del terrorismo. Lo que recomienda es añadir un nuevo epígrafe para hablar del independentismo de forma separada.

De esta manera, el Gobierno vuelve a inmiscuir a la Unión Europea en asuntos relativos a la investidura de Pedro Sánchez. Ya lo hizo cuando elevó al Consejo Europeo la solicitud de impulsar el catalán, el euskera y el gallego en las instituciones, algo que no fue recibido de buen grado en Bruselas porque España quería que se aprobara con rapidez y sin estudio previo, de la misma forma que se hizo en el Congreso de los Diputados.

El ministro Albares convirtió ese rechazo de los Estados miembros en un triunfo para el independentismo, ya que afirmó ante los medios que se priorizaría el uso del catalán por encima de las otras dos lenguas. Moncloa trataba de contentar así al entorno de Carles Puigdemont, que tiene la llave para que Sánchez continúe en el Gobierno los próximos cuatro años. El PSOE necesita el «sí» de los siete diputados que Junts logró el pasado 23 de julio y, de momento, está cumpliendo una por una las exigencias que puso sobre la mesa el líder del procés: idiomas, amnistía y Europol. Falta por ver qué ocurrirá con el referéndum.