La protesta en Ferraz concluye con gas lacrimógeno y pelotas de goma contra los manifestantes
La Policía, que ha comunicado tres detenciones, ha realizado cargas después de que un pequeño grupo se haya encarado con los agentes
La tercera jornada de manifestaciones frente a la sede del PSOE en Madrid ha terminado con cargas policiales, gases lacrimógeno y pelotas de goma. Después de una hora y media de concentración pacífica, la tensión generada por un pequeño grupo de manifestantes ha derivado en unos altercados contra las cerca de 4.000 personas concentradas, la mayoría de forma tranquila.
La concentración ha empezado de forma pacífica algo antes de las 20.00 h, con la gente coreando consignas como «Puigdemont a prisión», «España es una, no 51», «Madrid será la tumba del sanchismo», «España no se vende», o «¡Dejadnos pasar!».
Una manifestación que ha comenzado con total normalidad, de forma tranquila y pacífica. Concentración en la que personas mayores, padres y madres con niños y gente joven ondeaban sus banderas de España como símbolo de unidad y para mostrar su rechazo absoluto a la ley de amnistía y los pactos del PSOE con Junts. Unas negociaciones que se han acelerado en las últimas horas para tratar de llegar a un acuerdo inminente y que Pedro Sánchez consiga los apoyos para ser investido como presidente lo antes posible.
A la concentración convocada por Revuelta –un movimiento juvenil– han acudido dirigentes de Vox como el secretario general, Santiago Abascal, y el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que se ha colocado en primera fila para apoyar a los manifestantes y secundar la protesta contra los pactos y cesiones a los partidos independentistas y contra la amnistía. En las pancartas se podía leer: «Los Españoles tienen el derecho y el deber de defender España» o «Pedro Sánchez a prisión».
Todo ha transcurrido de forma pacífica y sin altercados durante la primera hora de la concentración, aunque, eso sí, el hartazgo y el descontento de los manifestantes con los pactos era palpable. Sin embargo, la tranquilidad ha empezado a resquebrajarse cuando los manifestantes llevaban en torno a una hora en los alrededores de Ferraz. En ese momento, han aparecido grupos como Democracia Nacional o Falange con banderas franquistas. Estos últimos se han colocado en primera fila rompiendo el orden que había hasta ese momento en la manifestación.
A partir de ahí, un grupo de manifestantes ha empezado a encender bengalas y a forzar las vallas que había colocado la Policía Nacional como perímetro de la concentración. En esos momentos, un hombre ha saltado el cordón policial que estaba impidiendo acceder a los manifestantes a la sede del PSOE y ha sido reducido por los antidisturbios.
Un pequeño grupo de personas de las primeras filas ha continuado agitando el ambiente y la tensión ha seguido subiendo. El forcejeo entre los manifestantes que querían cruzar a Ferraz y la Policía Nacional que trataba de impedirlo ha acabado con cargas policiales. Primero gases lacrimógenos y, después, pelotas de goma para disipar a las personas concentradas en las proximidades de la sede del PSOE.
Las cargas policiales han ido finalmente contra la mayoría de personas, entre ellos ancianos, que se han concentrado de forma pacífica para mostrar su rechazo a los pactos con Puigdemont sin ánimo de crispar la protesta.
Una vez disipado el frente de la manifestación, los asistentes se han reagrupado en el cruce con la calle Marqués de Urquijo. La Policía Nacional ha utilizado de nuevo gases lacrimógenos y ha continuado las cargas. Algunos manifestantes, en su mayoría gente mayor, se han refugiado en una parroquia, desde donde recriminaban a la Policía la contundencia con la que estaban actuando contra una masa de gente muy diversa y mayormente pacífica.
Otro hombre de avanzada edad ha sido detenido en ese momento al reprocharle a un agente su actitud y negarse a abandonar el perímetro que la policía pretendía asegurar.